Analizar un nuevo formato de sonido siempre representa un reto. Los Blu-ray Disc Pure Audio High Fidelity realmente no utilizan un nuevo formato de codificación, como sí hizo el Super Audio CD (SACD) en su día, que emplea la codificación DSD (Direct Stream Digital). Y tampoco un soporte inédito, pero, aun así, representan un soplo de aire fresco dentro del mercado de distribución de música en formato físico.
Estos Blu-ray Disc únicamente contienen música, y no imágenes, por lo que toda su capacidad se utiliza para almacenar el contenido de audio en tres formatos diferentes (estéreo o multicanal): PCM lineal, Dolby TrueHD y DTS-HD Master Audio. En principio no debería haber prácticamente ninguna diferencia de calidad entre ellos porque al descomprimir los dos últimos deberíamos obtener la misma información musical contenida en el primero.
Empiezan las pruebas
El primer reto al que me tuve que enfrentar para averiguar de la forma más objetiva posible si este nuevo formato aporta algo a los ya existentes consistió en conseguir los mismos discos que tenía en Blu-ray Disc Pure Audio en otros soportes, como CD, SACD, vinilo y FLAC con calidad de máster de estudio. Afortunadamente, no me costó encontrar ambos discos en casi todos estos formatos (entre los dos conseguí «cubrirlos» todos). Las obras de las que os hablo son Las cuatro estaciones de Vivaldi, interpretado por la violinista Janine Jansen y producido por Decca, y la Sinfonía número 9 de Beethoven, dirigida por Herbert Von Karajan para Deutsche Grammophon.

El siguiente paso requería reproducir todos estos discos en un equipo de Alta Fidelidad con la suficiente resolución y capacidad dinámica para sacar a relucir todas las sutilezas de cada formato. No cabe duda de que es la única forma de diseccionarlos con precisión y de una manera fiable que permita compararlos. Por fortuna, este equipo estaba a mi disposición, así que es el que utilicé para las pruebas:
-
Giradiscos Clearaudio Champion Level II SE con brazo SME 309 de magnesio y cápsula fonocaptora Benz Micro Glider
-
Fuente de alimentación dedicada para el giradiscos Clearaudio SPG
-
Preamplificador de fono Parasound JC3
-
Reproductor de CD Accuphase DP-67
-
Reproductor de Blu-ray Disc Pioneer BDP-LX91
-
DAC McIntosh D100
-
DAC del reproductor de Blu-ray Disc Oppo BDP-105D Darbee Edition
-
Preamplificador estereofónico a válvulas Audio Research LS26
-
Etapas de potencia monofónicas McIntosh MC601
-
Cajas acústicas Dynaudio Consequence
-
Filtros de red Dillenhöfer y Vibex Three 11R con conectores de rodio
-
Cableado de red, modulación y cajas Van den Hul y Furutech
Afortunadamente, como podéis ver, este equipo contempla cierta redundancia en las fuentes, por lo que pude reproducir de forma simultánea un disco de vinilo, un CD, un Blu-ray Disc Pure Audio, un SACD y el fichero FLAC con calidad de máster de estudio (96 kHz/24 bits). De esta forma, podía pasar de una fuente a otra en solo unos segundos conmutándolas desde el preamplificador estereofónico, para, así, minimizar la posibilidad de que mi memoria auditiva me fallase. Por otra parte, calibré el nivel de presión sonora de todas las fuentes con la ayuda de un sonómetro para intentar equilibrarlo con la máxima precisión posible y evitar, de esta manera, que el volumen de cada fuente desvirtuase mis valoraciones.
Nos sumergimos en la audición
Mi intención desde el principio fue utilizar todos los medios a mi alcance para intentar que mis impresiones fuesen lo más objetivas y fidedignas posible, aun aceptando que en un análisis como este es imposible desterrar totalmente un cierto grado de subjetividad. Además, también hay otras dos carencias importantes a las que todos debemos rendirnos cuando probamos un equipo de Alta Fidelidad: nuestro oído y nuestra memoria pueden engañarnos. Y, en cierta medida, lo harán.
Precisamente, esto es lo que intenté minimizar reduciendo el tiempo invertido en el salto de una fuente a otra y ajustando el nivel de presión sonora con la ayuda del sonómetro. Otra dificultad añadida que también debemos considerar es la imprecisión del lenguaje que utilizamos habitualmente para describir lo que escuchamos durante una audición. En cualquier caso, a pesar de estos inconvenientes, intentaré ser lo más riguroso posible.
Afortunadamente, la calidad de ambas grabaciones es extraordinaria, sobre todo Las cuatro estaciones de Vivaldi, por lo que incluso el CD, que a priori debería ser el formato más «débil», suena de maravilla. Sin embargo, se ha visto superado por todos los demás en dos parámetros importantes: la resolución y el timbre. Eso sí, las diferencias, aunque existen, no son ni mucho menos dramáticas. El CD suena estupendamente, pero tanto el disco de vinilo como el SACD, el FLAC y el BD Pure Audio ofrecen una resolución mayor y un timbre más preciso. En cualquiera de estos cuatro formatos es posible escuchar más microinformación, como las vibraciones más leves de las cuerdas, o un decaimiento de las notas musicales más preciso.

Por otra parte, en mi opinión, la dinámica que ofrecen las versiones en SACD, FLAC y BD Pure Audio es fabulosa, y supera tanto a la que ofrece el CD como el vinilo. Sin embargo, la capacidad de recrear la información de ambiente de este último es mayor, y su calidez, como suele ser habitual, también. En el disco de vinilo las frecuencias más altas nunca son frías o metálicas, y en los formatos digitales en ocasiones sí lo son, aunque debo reconocer que en los tres medios digitales de alta resolución la frialdad que en ocasiones exhibe un CD prácticamente pasa inadvertida.
Por último, la imagen estereofónica que me han ofrecido todos los formatos era prácticamente idéntica. Tuve que realizar un esfuerzo enorme para apreciar alguna diferencia, lo que delata la influencia de los demás componentes del equipo, aunque, si me tengo que mojar, apostaría a favor del FLAC y el BD Pure Audio debido a que, en mi opinión, fueron capaces de recrear una imagen estereofónica ligerísimamente más estratificada que los demás formatos, y, quizás, de unas dimensiones algo mayores. También me gustaría recalcar la capacidad que tiene el vinilo a la hora de materializar una escena sonora dotada de una enorme continuidad.
Conclusiones finales
Me parece esencial hacer hincapié, de nuevo, en la importancia de la toma de sonido. Una grabación muy cuidada sonará muy bien en cualquier formato, por lo que la disfrutaremos tanto en CD como en SACD o vinilo, por ejemplo. Aun así, soy consciente de que mi obligación es «mojarme» para intentar arrojar un poco de luz ante esta gran batalla de formatos. Así que lo haré.
Si me apeteciese comprar un disco disponible en todos estos formatos y decidiese no prestar atención al precio y fijarme solo en la calidad de sonido, yo me quedaría con las versiones en vinilo y FLAC/ALAC o BD Pure Audio. Un buen sistema de reproducción analógico sigue deparándonos una experiencia musical muy placentera que me resulta imposible despreciar. Y, por otra parte, no me queda más remedio que declarar un empate técnico entre las versiones en FLAC y BD Pure Audio, algo comprensible dado que realmente la codificación de ambos formatos suele ser idéntica (96kHz/24 bits o 192 kHz/24 bits).
La elección entre estos dos formatos digitales debe adecuarse a nuestros recursos. Si tenemos un reproductor de Blu-ray Disc con una sección de conversión de dominio extraordinaria, pero sin entrada USB, como el LX-91 de Pioneer, lo ideal será comprar el BD Pure Audio. Si, por el contrario, disponemos de un DAC de gran nivel con entrada USB, el FLAC o ALAC puede ser una estupenda opción. En cualquier caso, esta es solo la opinión de un apasionado por la música, por lo que os animo a que, en la medida de vuestras posibilidades, intentéis sacar vuestras propias conclusiones.
Más información | Pure Audio Blu-ray En Xataka Smart Home | ¿Música estéreo o multicanal? ¿Cuál ofrece una mejor experiencia?
Ver 8 comentarios
8 comentarios
gary15700
ZN
matoca
Yo quizás añadiría que el gasto que supone un reproductor digno para el vinilo, casi lo descarta. Claro está que con ese super equipo de audio, que ni tengo ni tendré, cualquier buena grabación se sale. Te puedo decir que yo compré el pure audio de Deep purple (Made in japan) y me da mucha rabia no poder contar con un equipo mejor porque se le divisa un sonido simplemente brutal
gary15700
Antes que nada me quito el sombrero por el pedazo de equipo que te manejas que como bien dice el de arriba , es un equipo que ni tengo y ni tendré ,ahora con respecto al high didelity pure audio yo creo que era algo que yo esperaba hace mucho tiempo ,ya que con el SACD y e dvd audio no llegaron a sacar tanta variedad de álbumes sobre todo de álbumes de grupos comerciales conocidos ya que los pocos discos que salieron eran en su gran mayoría de música clásica y pues obviamente eso hace que pierda e interés para las masas . Recién eh pensado en comprarme unos discos de "pure audio" para poder yo mismo analizarlo a fondo , sólo basta decir que las demás firmas o disqueras deberían apostar por este formato y venderlo junto y acompañada de este formato y así todo el público pueda poner a prueba el sonido bestial que guarda el audio en alta resolución, si más que decir espero que este no sea tu último informe y análisis sobre este formato que aúnque no sea muy conocido por la gente pues de algo si es seguro y es que la calidad que ofrece es muy superior ala del cd y me atrevo a decir que supera la del vinilo( y cabe decir que me gusta mucho y colecciono vinilos pero las cosas como son) ,y ya me imagino si este formato no pega y cae sucumbida ante el mp3 o wav pues peor aún los pocos álbumes editados en esta calidad serán auténticas joyas de coleccionismo de aquí a 10 años ya que si ahora no pega pues ya váyanse olvidando de poder gozar de sus álbumes clásicos de los 80s en high fidelity pure audio ya que sólo muy pero muy pocos discos serán reeditados y masterizado a esta calidad , ojalá la gente tome conciencia de la calidad que se están perdiendo. Saludos y espero con ansias algún nuevo informe
oam
Pienso que la buena noticia, son las masterizaciones o remasterizaciones oficiales de buen presupuesto y calidad, a 24bit/96Khz al menos y mejor a 192Khz. Sean el formato que sean.
Al menos de los 3 Blu-ray Audio que tengo puedo testificar:
1. TrondheimSolistene - Souvenir LPCM 192kHz/24 bit - EXCELENTE
2. John Lennon - Imagine LPCM 96kHz/24 bit - BIEN mejor que el CD claramente.
3. Nirvana - Nevermind LPCM 96kHz/24 bit DEJA MUCHO QUE DESEAR no les recomendaría adquirirlo.
Cabe decir que aunque vienen con un PassCode para descargar el audio en otros formatos, yo mismo hice mi respaldo de estos en FLAC, para así escucharlos con mi celular y unos audífonos apropiados.
oam
Quisiera agregar que deberían estar todos en 192Khz en vez de solo a 96 Khz, ya que hay suficiente espacio en el Blu-ray, Imagine y Nevermind ocupan poco menos de un tercio de los 25GB y eso que traen opciones en menor calidad DTS y DOLBY para rellenar.
Aunque no dudo que después salgan versiones en 192Khz o mas, como reediciones, versiones de lujo, etc.
oam
Quisiera aclarar una confusión que encontre con respecto a la los Khz en este caso cuando se habla de 96,192 o 352khz, etc. NO se refieren a las frecuencias audibles(que van de los 20 Hz a 20,000Hz o 20Khz), de hecho nada que ver, en este caso hacen referencia a la frecuencia de muestreo, que entre mas es mejor.
NOTA: también el Bit Depth nos da la mejores posibilidades, es decir se escuchara mejor 32bit/192Khz que 16bit/192Khz. Claro si la grabación original lo permite, dijo es como el video, no van a obtener una imagen de ultima generación, de un film de 1895, así lo remastericen con los estándares de un Ultra HD Blu-Ray.
oam
Agrego, acabo de adquirir Nirvana - In Utero en Blu-ray Audio Pure Audio High Fidelity y lo recomiendo, bastante superior al CD, si les gusta el disco, no duden en adquirirlo.