Por qué comprar el nuevo Chromecast HD es peor que comprar el modelo 4K aunque tengas una tele 1080p

Por qué comprar el nuevo Chromecast HD es peor que comprar el modelo 4K aunque tengas una tele 1080p
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Finalmente Google ha hecho oficial su Chromecast con Google TV (HD), permitiéndonos disfrutar de la última versión de su dongle HDMI, actualizado a Android 12, pero limitándose a una resolución máxima de 1080p. El dispositivo apunta sobre todo a aquellos televisores que no cuentan con resolución 4K, pensado para darle una segunda vida a un antiguo televisor desprovisto de funciones Smart TV o como una solución más económica que la de su hermano mayor.

Sin embargo, aunque tengas un televisor que solamente emite señal en 1080p, quizás quieras replantearte adquirir el modelo 4K, ya que la resolución no es lo único que pierdes en este dispositivo.

Diferencias que no solamente se basan en la resolución

Tal y como mencionábamos en este artículo, si bien se trata de una genial idea adquirir un dongle HDMI o TV-Box para ampliar las funciones Smart TV de tu televisor, la oferta es muy amplia y dependiendo de tus preferencias y necesidades, puede que no necesites el dispositivo más premium del mercado si lo único que vas a reproducir son unos cuantos vídeos en YouTube y películas en Netflix.

No obstante, en el caso del Chromecast con Google TV (HD), además de solamente poder emitir a una resolución máxima de 1080p y no tener compatibilidad con Dolby Vision, hay otras características que quizás te merezca la pena repasar antes de decantarte por él.

Chromecast

A pesar de tener Android 12 como sistema operativo, el dispositivo cuenta únicamente con 1,5 GB de memoria RAM a diferencia de los 2 GB de RAM del Chromecast con Google TV 4K. Si bien a priori no es una gran diferencia, tener margen de memoria es esencial a la hora de abrir aplicaciones y hacer uso del sistema de multitarea del dispositivo, ya que la experiencia será mucho más fluida.

Otra de las características que varía respecto a su versión más completa es en procesador. El nuevo Chromecast incorpora una CPU Amlogic S805X2, con cuatro núcleos y una velocidad de reloj de 1,8 GHz. Por otro lado, el Chromecast con Google TV de 2020 ofrece una versión mejorada de este procesador, un Amlogic S905D3 con una velocidad de 1,9 GHz y compatible con 4K. En este caso hablamos de un downgrade algo más leve. Además, en cuenta a almacenamiento interno también cuenta con 8 GB.

chromecast

Este decremento en especificaciones es algo que se hace notar en determinadas ocasiones, sobre todo si nuestro hábito pasa por descargar un buen número de aplicaciones y hacer uso de ellas. Los dispositivos que admiten 4K de resolución suelen ofrecer especificaciones técnicas superiores, por lo que este incremento en memoria, procesador o almacenamiento (idéntico en este caso), nos puede venir muy bien.

Otro beneficio de adquirir el Chromecast con Google TV 4K o cualquier otra alternativa aunque no tengamos una tele 4K, es que nos puede valer para cuando en un futuro decidamos decantarnos por adquirir un nuevo televisor compatible con dicha resolución.

En algunos casos, no es tanta la diferencia en precio

La diferencia en precio del Chromecast con Google TV es de 39,99 euros frente a los 69,99 euros que cuesta su versión 4K. Quizás aquí si encontramos una diferencia de precio algo más pronunciada como para replantearnos esta decisión, aunque en ofertas puntuales, hemos llegado a ver la versión 4K a unos 35 euros. Además, las alternativas que propone Amazon con sus Fire TV Stick, o como muchos de los dongles HDMI con Android TV que hay en el mercado, podemos encontrar opciones con mejores especificaciones técnicas a un precio que no dista demasiado de la versión más económica.

Realmente todo depende del uso que le des a este dispositivo. Quizás si tu meta no es ver contenido en la más alta resolución, jugar a 4K 60 fps vía streaming, o descargar una pila de aplicaciones, no es mala decisión decantarse por esta opción, sobre todo si miramos por nuestro bolsillo.

Ahora, si nuestra idea es cambiar próximamente de televisor para saltar al 4K, o queremos un dispositivo que rinda con nuestras exigencias en cuanto a especificaciones técnicas, no tiene mucho sentido adquirir la versión más económica si existen alternativas mejores por un poco más de precio.

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