Se trata de un nuevo sistema aprobado por el Gobierno que dinamiza el comercio para beneficiar al usuario final
Las empresas certificadas, podrán obtener un beneficio que luego puede reflejarse en los precios finales que pagamos
En un momento en el que la concienciación para el ahorro energético es clave para intentar ahorrar en la factura mensual de cada usuario, cualquier pequeño gesto es bienvenido. Trucos los hay de muchos tipos ya todos ellos se les une lo que está preparando el Gobierno.
Y es que desde las altas esferas están preparando una nueva normativa para aprovechar los Certificados de Ahorro Energético. Una posibilidad ya conocida en otros países del entorno como Francia, Italia o Reino Unido y que ahora están a punto de implantarse en España.
Qué es un Certificado de Ahorro Energético (CAE)
Para empezar vamos a explicar en qué consiste un Certificado de Ahorro Energético, de ahora en adelante CAE. Se trata, como bien aclara el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de "un documento electrónico que garantiza que, tras llevar a cabo una actuación de eficiencia energética, se ha conseguido un nuevo ahorro de energía final equivalente a 1 kWh".
En otras palabras, podríamos decir que es un documento que acredita un ahorro determinado de energía tras realizar alguna obra, reforma o modificación que suponga un determinado ahorro en la energía consumida. Obras que afecten a aspectos como la cambio de iluminación, mejora del aislamiento térmico, renovación de equipos industriales o domésticos...
Si por ejemplo se cambian las ventanas, mejora el aislamiento de la casa, o si se opta por aerotermia en lugar de caldera de gas o se usa un sistema de ventilación con retorno de calor, se logra ser más eficientes y con las nuevas medidas que prepara el Ministerio de Transición Ecológica, llegarán más novedades.
No se trata de un ahorro en forma de subvención directa, sino de un sistema para que las comercializadoras de energía, empresas de reformas... puedan obtener beneficios al realizar reformas o cambios que contribuyan al ahorro energético y de esta forma puedan ofrecer descuentos a los usuarios.
De esta forma se logra recuperar parte del coste de las inversiones en eficiencia energética ya que el beneficiario podrá recibir una contraprestación si vende los ahorros obtenidos para su posterior certificación mediante el Sistema de CAE. Dicho de otra forma, una empresa acreditada recibirá un CAE que podrá intercambiar por dinero.
Serán encargados de suministrar un certificado CAE, los Sujetos Delegados o lo que es lo mismo, las empresas de servicios energéticos que, cumpliendo una serie de requisitos, asumen la obtención de estos certificados, además de promover y desarrollar las actuaciones generadoras de ahorro.
Estas empresas elaboran proyectos de eficiencia energética de forma que se puede obtener un ahorro energético demostrable que deberá ser certificado por la entidad de certificación competente, en este caso el Organismo Evaluador de la Conformidad (OEC).
La novedad, es que ahora también podrá expedir un CAE cualquier empresa con acreditación, y además de las relacionadas con suministros energéticos, también podrán hacerlo empresas de reformas o comercios de electrodomésticos.
Quién interviene en un CAE
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, estos son todos los actores del proceso:
- Sujetos obligados: son las empresas energéticas (comercializadoras de gas y electricidad y operadores al por mayor de productos petrolíferos y GLP) que están obligadas a conseguir una cantidad de ahorro energético al año. Estas empresas pueden cumplir su obligación pagando al Fondo Nacional de Eficiencia Energética Energética (gestionado por el IDAE y cuyos fondos se destinan a líneas de ayudas a este tipo de proyectos) o bien liquidando CAE (que generen ellas mismas o que consigan en el mercado).
- Sujetos delegados: son empresas que pueden ayudar a los sujetos obligados a conseguir CAE, comprometiéndose con éstos a liquidar una cantidad determinada de CAE en su nombre cada año.
- Propietario del ahorro: originalmente, es la persona que ha llevado a cabo la inversión de una actuación de eficiencia energética susceptible de generar ahorros transformables en CAE. La propiedad de los ahorros se puede ceder a un tercero a cambio de una contraprestación.
- Usuario final: es la persona que obtiene un impacto positivo de la actuación de eficiencia, y suele coincidir con el propietario original del ahorro.
- Verificador de ahorro energético: Es la entidad acreditada por ENAC que revisa que la actuación se ha realizado, que la documentación es correcta y que se han conseguido los ahorros de energía declarados.
A quién benefician
De entrada, un CAE es algo que interesa en primer lugar a las comercializadoras de electricidad o gas o a las empresas relacionadas con productos derivados del petróleo y que están obligadas a contribuir al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Estas empresas podrán realizar su aportación al FNEE por medio de los CAE por medio de modificaciones en sus instalaciones.
Además, también son interesados los clientes finales, incluidas las comunidades de vecinos, puesto que podrán obtener un CAE si realizan reformas que conduzcan a un ahorro energético. Estos son los "usuarios finales", los que deciden realizar una obra o inversión para mejorar sus casas y podrán beneficiarse del CAE emitido por una empresa de reformas, por ejemplo, que esté acreditada para emitir un CAE, podrá acumular kilovatios/hora de eficiencia energética con los que obtener un beneficio económico.
Estas rentas, y esta la clave, lo que pretenden es generar beneficios indirectos y mejorar la competencia al posibilitar que las empresas puedan ofrecer descuentos en obras, electrodomésticos, reformas... a sus clientes y de esta forma generar más dinamismo por el uso de los CAE.
Explicado, si una persona quiere realizar una obra o una reforma en su casa y cambiar suelos, ventanas o climatización, podrá solicitar presupuestos a distintas empresas que ofrecerán, en teoría, precios más competitivos y descuentos gracias a la monetización por la eficiencia energética. Además, el empleo de los CAE es compatible con ayudas y subvenciones públicas para electrificación o eficiencia.
Será el Gobierno el encargado de establecer un catálogo por medio de la plataforma electrónica del Sistema de CAE, actualmente en desarrollo, en la que las empresas acreditadas deberán subir las acciones llevadas a cabo con la certificación que debe verificar, por parte de una entidad acreditada, que se ha logrado un ahorro energético.
Por ahora, aún falta por hacer, pero podrán beneficiarse todos aquellos que hayan llevado a cabo cualquier reforma que suponga una actuación en materia de eficiencia energética con posterioridad al 26 de enero de 2023 y cuando el mecanismo esté listo, iniciar todos los trámites para aprovechar estas ventajas.
Imagen portada | Unión Europea
Más información | Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Vía | 20 Minutos
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