Acabamos de revivir un nuevo episodio de calima, si bien nada tiene que ver con lo visto hace un año, con efectos que aún se pueden ver por muchas de las calles y edificios de nuestras ciudades y pueblos. Y es que el polvo en suspensión que llega desde África puede ser difícil de eliminar incluso si no se mezcla con la lluvia.
Por eso ahora vamos a ver qué métodos son los que mejor funcionan a la hora de acabar con ese polvo marrón que se acumula en terrazas, cristales o balcones y no desfallecer en el intento. Se trata de usar productos y herramientas que tenemos a mano para eliminarlo.
Agua y paciencia
Y es que el polvo, como ocurre con la arena de la playa los días de viento, se cuela por todos los rincones de la casa. Cualquier ranura o grieta sirve para que entre arena del desierto en casa o se deposite en terrazas y ventanas. Y si está mezclada con agua, aún peor.
Lo ideal es eliminar primero cualquier resto de polvo ya seco y luego emplear agua a presión para acabar con los residuos. Pero esto último no siempre es posible, por lo que hay que buscar otras soluciones más de andar por casa.
Lo primero que conviene hacer es acabar con el polvo que ha quedado depositado y hacerlo además en seco. Se puede usar una aspiradora, pero lo ideal es usar un cepillo y evitar que el polvo se disperse por otras zonas de la casa. En el caso de los cristales, se puede usar un aspirador y accesorios específicos que llevan algunos modelos.
En caso de tener que usar una aspiradora puede ser interesante usar un modelo de los que tienen bolsa contenedora para evitar que un exceso de polvo acumulado pueda obstruir los filtros. El objetivo con cepillo o aspiradora, es eliminar la mayor cantidad de suciedad en seco.
Sobre todo si se hace con cepillo en terrazas o balcones, es aconsejable cerrar las ventanas lo máximo posible a la hora de limpiar para que no entre la suciedad en casa y usar gafas o mascarilla para evitar que el polvo entre en los ojos o las fosas nasales.
En el caso de suelo de terrazas y balcones, una vez hemos eliminado la mayor parte posible del polvo en seco ya se puede usar una fregona y con la ayuda del agua, eliminar todos los restos que queden de polvo. Quizás haya que dar más de una pasada... es cuestión de paciencia.
Para los cristales y ventanas lo primero que se nos viene a la cabeza es emplear un paño y un limpiacristales tradicional, pero como comentan nuestros compañeros, es mejor usar usar agua caliente con un chorro de amoniaco y unas gotas de lavavajillas.
La limpieza debe iniciarse en la parte superior de las ventanas, para que así los restos de agua vayan descendiendo y reblandeciendo y eliminando los restos que hay más abajo. Además es aconsejable usar un trapo de microfibra para evitar arañar la superficie.
En el caso de tener en la terraza mobiliario como mesas, sillas o sillones, puedes usar un trapo para eliminar el grueso del polvo acumulado y luego uno mojado, como antes, para eliminar los restos. Si es posible, puedes emplear una manguera o agua a presión.
El problema puede venir con la lona y tejidos empleados en cojines y parasoles, puesto que la suciedad puede quedar atrapada y resultar difícil de quitar. Por eso lo ideal es usar un cepillo de cerdas suaves con jabón y agua caliente y frotar de forma suave para no estropear el tejido. De nuevo, paciencia.
De hecho, en todos estos casos, lo más seguro es que tengas que renovar el agua del cubo para evitar que cuando se pase el baño por la superficie queden cercos.
Aires acondicionados y piscinas
Luego hay otros elementos que podemos tener en casa que pueden resultar afectados. Es el caso de las máquinas de aire acondicionado o bombas de calor. En este caso es importante limpiar ventilador y aletas para eliminar el polvo que se ha podido acumular y que puede disminuir el rendimiento.
Para limpiar el ventilador será necesario y muy importante primero desconectar de la corriente el aire acondicionado y luego quitar la carcasa protectora para limpiarlo con un paño húmedo. Para las aletas podemos usar una aspiradora y un cepillo suave, aunque quizás haya que desmontar la caja para acceder.
En el caso de tener una piscina y que esta no esté cubierta, lo primero es acabar con los restos de polvo en la superficie del agua y luego vaciar los cestillos y eliminar los desechos de la bomba.
El siguiente paso es limpiar tanto fondo como paredes de la piscina y aquí será necesario un limpia fondos y habrá que usar cloro para matar las algas. Por último, enciende la bomba y déjala en funcionamiento durante 24 horas y luego limpia de nuevo la bomba para eliminar los restos que han podido quedar atrapados fruto de la limpieza.
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