Es un fenómeno físico que ocurre por la diferencia de temperatura entre exterior y el interior, así como por el aumento de la humedad
Podemos acabar con los cristales empañados aprovechando la ventilación de las habitaciones a la vez que renovamos el aire interior
El frío ha llegado para quedarse con nosotros. Bajada de temperatura importantes y como suele ocurrir, ya sea en seco, con lluvia o con nieve, llega también un fenómeno característico (además de las humedades) como es la condensación en las ventanas de casa. Un fenómeno que resulta molesto sobre todo porque impide tener una buena visibilidad de lo que ocurre en el exterior.
La condensación en las ventanas es un fenómeno que se produce, sobre todo en invierno, y al que solemos poner remedio con métodos más o menos efectivos. Por eso vamos a repasar una serie de trucos y pasos para evitar que se forme vaho en los cristales de las ventanas.
Por qué se forma el vaho
La formación de vaho, o lo que es lo mismo, la condensación, es un fenómeno que se produce sobre todo en invierno. Es el efecto de la combinación que se produce por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de un edificio, así como por la humedad presente en el aire. Estos elementos entran en contacto con los materiales de la ventana que normalmente suelen ser cristal y metal.
Y lo primero es la diferencia de temperaturas. En invierno, es común que el interior de una casa esté más cálido que el exterior. Cuando el aire caliente del interior entra en contacto con las superficies frías de las ventanas, se enfría rápidamente.
Pero hay más factores. Así hay que referirse al punto de rocío, la temperatura a la que el aire se satura de vapor de agua. Cuando el aire caliente y húmedo en el interior de la casa se enfría al contacto con las ventanas frías, su temperatura puede descender por debajo del punto de rocío. Cuando esto sucede, el exceso de vapor de agua en el aire se condensa en forma de pequeñas gotas de agua en la superficie fría de las ventanas.
Y por último hay que hablar de la humedad relativa. La cantidad de vapor de agua que el aire puede contener depende de su temperatura. Si el aire en el interior está saturado de humedad y su temperatura disminuye, la humedad relativa aumenta, lo que puede provocar la condensación en las superficies frías.
Vaho y condensación... el enemigo en casa
De ahí que es un buen sistema para evitar la condensación en una ventana, sea el optar por cierres con doble o triple acristalamiento y bajo emisivo, lo que hará que gracias al empleo de una cámara intermedia que separa el vidrio exterior y el interior, disminuye el grado de condensación. Igualmente es preferibles optar por cierres de PVC en lugar de aluminio.
Igual importancia puede tener la persiana usada, pues en muchas ocasiones, incluso usando persianas, podemos encontrar con una condensación abundante en los cristales. Por eso puede ser interesante optar por persianas de calidad. El problema es que con estas dos medidas estamos asumiendo la realización de un gasto en forma de reforma, y aquí lo que queremos es buscar métodos caseros que no requieran gasto alguno.
Los trucos para no gastar ni un euro
Y el primer paso para evitar la condensación y la formación de van los cristales, pasa por ventilar la habitación. Y es que uno de los motivos por los que aparece la condensación en un cristal, suele ser la falta de ventilación en la estancia, algo que se aprecia sobre todo en los días más fríos. Una opción para no tener que abrir ventanas son los sistemas de ventilación con recuperación de calor.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la ventilación, tanto en verano para mantener la casa fresca a primeras horas de la mañana, como para acabar Y ahora, ventilar una habitación también puede servir para acabar con la condensación. Ventilar una habitación cada día unos 5 o 10 minutos, y si es cruzada aún mejor, puede reducir la humedad del interior del hogar.
La condensación en el interior de las ventanas se origina por un exceso de humedad dentro de la vivienda debido a por ejemplo a la presencia de más personas en el hogar, de la realización de algún ejercicio físico y en invierno o en vacaciones es normal que pasemos más tiempo en casa y reunidos. Elementos que provocan una mayor diferencia de temperatura entre el exterior y el exterior.
Además hay que tener en cuenta que no es sólo la condensación que se forma al entrar en contacto el vapor de agua (por el aumento de la temperatura) con el cristal de la ventana, que está más frío. En los casos más extremos puede terminar generando unas gotas que llegan moviéndose hasta la pared o la madera, perjudicando, por lo tanto a estos otros materiales.
De esta forma, si tenemos cierres de madera, una condensación excesiva y prolongada en el tiempo, puede llegar a producir moho y que este se extienda por la superficie contigua al cristal de la ventana. Si en el baño el vaho en el espejo, cuando nos duchamos, puede ser divertido, en una ventana puede terminar ocasionando problemas.
Pero hay más formas de intentar poner freno a los cristales empañados y así por ejemplo puedes comprobar si hay corrientes de aire alrededor de las ventanas y sellar cualquier grieta o abertura para evitar que entre aire frío. Incluso, puedes llegar a colocar paños absorbentes, como toallas, cerca de las ventanas para recoger la condensación. Y por muy poco dinero, también puedes optar por usar productos antiempañamiento en las ventanas. Puedes encontrar aerosoles o toallitas antiempañamiento en tiendas de artículos para el hogar.
Además y cómo extra, un consejo popular que pasa por limpiar las ventanas con una solución de vinagre o alcohol isopropílico para eliminar residuos que puedan contribuir a la condensación.
Aprovechar la calefacción
Junto a la ventilación de las habitaciones y los trucos que hemos visto, otra forma de evitar la aparición de la condensación, pasa por el uso de aparatos para caldear el ambiente en casa. En este sentido, la calefacción puede ayudar a evitar la condensación, puesto que lo que hace es hacer el aire del hogar más seco, y de esta forma colaborar a la desaparición del vapor de agua que hay en el ambiente.
Igualmente podemos ayudarnos de deshumidificadores, aparatos que se encargan de absorber la humedad y el vapor de agua que flota en el ambiente. Incluso, podemos ayudarnos de ventiladores (mejor los de techo) que pueden ayudar a mejorar la circulación del aire del interior de la vivienda. Además, si quieres lograr que el aire circule lo mejor posible y llegue a las ventanas, debes evitar el uso de cortinas, puesto que estas hacen de barrera impidiendo las corrientes de aire.
En resumen, hemos visto que el mejor sistema para evitar la formación de condensación en las ventanas, pasa por evitar los cambios bruscos de temperatura. No tener en casa ni demasiado calor ni demasiado frío y que hagan contraste con la temperatura del exterior.
Imagen portada | Zhen Mogila en Unsplash
En Xataka SmartHome | Paradójicamente, un ventilador de techo puede ser la solución para calentar la casa y gastar menos en calefacción
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