Si nuestro router lo permite, este sencillo cambio puede mejorar notablemente la calidad de nuestra red inalámbrica
A la hora de mejorar la calidad de nuestra conexión WiFi en casa podemos optar por comprar algún complemento adicional para la red como un nuevo punto de acceso, extensor de red, PLC con WiFi, etc., pero antes de gastar nuestro valioso dinero en más equipos externos conviene probar a optimizar los que ya tenemos instalados, comenzando por el router, núcleo principal de la red.
Hace tiempo vimos como elegir correctamente el canal de nuestra red WiFi puede tener un impacto inmediato en la velocidad de nuestra conexión. Hoy vamos un paso más allá en esta configuración y hablaremos sobre la elección del ancho de banda del canal y cómo este factor puede llegar a multiplicar la velocidad de nuestras conexiones si no lo teníamos adecuadamente configurado.
Qué son los canales y su ancho de banda
Las redes WiFi funcionan gracias a los denominados "canales", que actúan como carriles de una autopista por los que viajan nuestros datos en cada banda de frecuencias. Cada punto de acceso inalámbrico, como por ejemplo un router, establece una conexión WiFi en base a uno o varios de estos canales, dirigiendo por ellos todo el tráfico que maneje.
Pero además de escoger un canal WiFi que sea adecuado para nosotros, debemos de verificar que el ancho de este canal también es el óptimo para nuestro hogar particular. Es decir, que el ancho de banda que va a manejar el router nos permitirá exprimir al máximo el espectro electromagnético disponible a nuestro alrededor.
Para las conexiones WiFi en la banda de frecuencias de 2,4 GHz, la que habitualmente usamos para dar cobertura en toda la casa dada su buena capacidad de penetración, hay definidos un total de 14 canales separados por 5 MHz.
Cada canal necesita 22 MHz de ancho de banda para operar, 20 MHz para la transmisión de datos y 2 MHz de guarda para evitar solapamientos, aunque estos se producen con canales adyacentes, ya que por ejemplo el canal 1 se superpone con los canales 2, 3, 4 y 5, y por tanto los dispositivos que emitan en ese rango de frecuencias pueden generar interferencias. Lo mismo ocurre con el canal 6 y los canales 7, 8, 9 y 10, de ahí la importancia de elegir correctamente el canal que menos uso, interferencias y solapamientos tenga en nuestra casa.
A partir de la llegada de WiFi N, en la mayoría de routers de nueva fabricación además de la opción de elegir el número de canal surgió la posibilidad de seleccionar que el ancho de banda utilizado en esa banda de 2,4 GHz fuera de 40 MHz en lugar de los básicos 20 MHz. De esta forma ocupamos dos canales consecutivos en vez de uno y es posible lograr teóricamente duplicar el espectro disponible, aunque en general no la velocidad real obtenida, ya que corremos el riesgo de incrementar los solapamientos con otros canales.
Si este nuevo canal expandido de 40 MHz tiene interferencias de otras redes próximas como por ejemplo el WiFi de los vecinos, la conexión va a sufrir problemas de paquetes perdidos, una reducción de la velocidad, incrementos de la latencia y por tanto una peor calidad que en ocasiones puede hacer que incluso se produzcan micro-cortes o velocidades muy inferiores a las teóricamente alcanzables. En estos casos es más recomendable seguir con los canales de 20 MHz aunque su velocidad teórica sea inferior.
Sin embargo, si a nuestro alrededor no hay muchas redes WiFi funcionando o analizando los canales disponibles vemos que hay algunos con pocas interferencias a su alrededor, podemos tratar de seleccionar este parámetro en el router y comprobar cómo la velocidad general de la WiFi se incrementa considerablemente.
Algo similar sucede con las conexiones en la banda de 5 GHz, donde habitualmente podemos elegir en el router valores del ancho del canal de 20 MHz, 40 MHz, 80 MHz y en algunos hasta 160 MHz, aunque en estos casos las posibles interferencias serán muy inferiores dada las limitaciones en la capacidad de penetración de esta banda, por lo que casi siempre podremos elegir el valor más elevado que nos ofrezca el equipo y obtener así los mejores resultados.
Cómo cambiar el ancho de banda del canal en el router
Los pasos para cambiar el ancho de banda del canal son muy sencillos, aunque dependerán del menú de configuración concreto de cada router y de si las opciones están disponibles o no.
En general tendremos que entrar al router tecleando su dirección IP en un navegador web (por ejemplo la clásica de 192.168.1.1), introducir la contraseña y una vez dentro del menú nos dirigimos a la configuración de la WiFi (o configuración avanzada de la WiFi en algunos modelos) y a la pestaña de la banda que queramos cambiar, como por ejemplo la de 2,4 GHz.
Una vez ahí deberíamos ver algún botón donde se indique el ancho del canal en uso y en el caso de que se pueda cambiar este valor podremos elegir entre las opciones disponibles y probar posteriormente mediante algún test de velocidad a ver si hemos logrado una mejora en la velocidad de conexión.
Si estáis pensando en cambiar estos valores del ancho de banda pasando por ejemplo de 20 MHz a 40 MHz, os recomiendo que probéis antes de cerrar el menú de configuración de forma definitiva a conectaros con todos los equipos que uséis habitualmente en casa (televisores, reproductores y móviles antiguos), ya que puede que los dispositivos más veteranos (más de 10 años) no acepten este cambio o den problemas de conexión.
Imagen portada | Xataka Smart Home
En Xataka Smart Home | Creía que el WiFi nunca se acercaría al cable hasta que vi las velocidades del nuevo WiFi 7
Ver todos los comentarios en https://www.xatakahome.com
VER 0 Comentario