Cuando hablamos de mejorar la seguridad en el hogar, normalmente podemos pensar en la protección que llevamos a cabo frente a intrusos o en lo que se refiere a protegernos contra los fenómenos atmosféricos. Pero si tienes niños o mascotas en casa, sabrás que esto es algo que va mucho más allá.
Si tanto peludos como pequeñajos circulan libremente por casa, seguro que ya has tomado medidas para protegerlos frente a posibles peligros y de paso minimizar los daños que estos pueden producir en mobiliario instalaciones. Y de todos los aspectos hay uno que destaca sobre el resto como es controlar la instalación eléctrica por el peligro que supone para niños y mascotas.
Si en casa tienes niños pequeños, sabrás de la curiosidad y la inquietud que tienen. Auténticos terremotos que lo mismo que nuestros peludos, se mueven por toda la casa, trasteando y curioseando en todo aquello que tiene en a mano. Y las tomas de corriente y los enchufes son un punto a controlar, sobre todo porque por regla general, son fácilmente accesibles al estar a muy poca altura del suelo.
Así que no está de más repasar algunos consejos que podemos aplicar fácilmente en casa, para convertir nuestro hogar en un lugar seguro, sobre todo si tenemos niños o mascotas. Se trata de cuidar la instalación eléctrica vigilando cómo aplicamos algunas pautas y consejos.
Los enchufes, regletas y demás cables a los que estamos acostumbrados en casa, son un atractivo notable para niños y mascotas. Así, por ejemplo, estas últimas se pueden ver tentadas a morder un cableado que esté descubierto y los primeros a hurgar con sus deditos en las tomas de corriente de los enchufes. Así que vamos a ver cómo podemos protegerlos y proteger la casa de su curiosidad.
Proteger los enchufes
En el caso de los enchufes, una alternativa que podremos llevar a cabo es la de usar tomas de corriente con tapa. Este sencillo mecanismo impide el contacto directo con las tomas para introducir el enchufe y al mismo tiempo que protege frente a niños y mascotas, también favorece el aislamiento frente a posibles salpicaduras que puedan provocar un cortocircuito.
En este sentido, se puede optar por cambiar los enchufes que tenemos en casa por otros modelos con tapa, algo que podemos hacer nosotros mismos con la precaución de cortar antes la corriente general para evitar accidentes. No obstante, cambiar los interruptores, puede ser algo costoso y en ese caso se puede usar otra alternativa.
Podemos proteger los enchufes que ya tenemos en casa, o al menos los que sean susceptibles de entrar en contacto con niños y mascotas, con todo tipo de accesorios, y de esta forma, no tener que realizar una pequeña instalación eléctrica. Basta con realizar una pequeña búsqueda (esto me ha llevado un par de segundos en Amazon) para encontrar accesorios económicos que podemos usar en casa para bloquear el uso de los enchufes.
Estos pasos se pueden aplicar al enchufes que tenemos colocados en la pared por medio de empotrables, pero igualmente se pueden usar también con las regletas que tenemos cerca del suelo y que son un foco de peligro constante.
Blindar los cables
Otro elemento delicado en la instalación eléctrica de casa es el cableado. Hablamos sobre todo de aquellos cables que quedan a la vista y que comunica el enchufe con el dispositivo de turno. En ocasiones quedan ocultos detrás de un mueble, pero en otros casos pueden quedar a la vista, y esa es un foco de atención para los mordiscos de nuestra mascota o las manos de los más pequeños.
En este sentido, lo primero es vigilar que los cables están en buen estado, y que no muestran síntomas de desgaste, o dobleces por las que pueda quedar al descubierto el cableado de cobre que circula por el interior.
Además, es interesante proteger los cables por medio de elementos como protectores, y así reforzarlos para evitar que los niños y las mascotas puedan dañarlos. Es habitual que una mascota se sienta atraída para morder un cable y estos elementos ayudan a evitar posibles daños.
A la hora de proteger un cable, la primera medida pasa porque estos resulten completamente inaccesibles a niños y perros, y lo podemos conseguir pasándolos por detrás de muebles o si podemos, haciendo que circulen dentro de las paredes usando las cajas de registro, introduciéndolos en regletas o elevando su circulación con organizadores para que queden en alto.
También podemos usar elementos que los refuercen como son protectores de plástico o fundas. Estos elementos, no obstante, pueden no ser suficientemente resistente a mordeduras, por lo que si es posible, también podemos usar protectores para el suelo y hacer que los cables circulen por el mismo, algo similar a lo que has podido ver en algunas instalaciones eléctricas en la calle.
Desenchufa si no te hace falta
Todas estas medidas se complementan con otra como es la de tener desconectados los dispositivos de la corriente eléctrica siempre que sea posible y no los estemos usando para así evitar riesgos y accidentes. De esta forma podemos prevenir infinidad de sustos y de paso, ahorrar unos euros en la factura energética, algo que nunca está de más.
Vigilar las habitaciones clave
De toda la casa, hay algunas estancias que son además un foco de especial atención. Es el caso de cocina, cuarto de baño, salón y habitación de los más pequeños.
En la cocina, podemos encontrarnos con la presencia de multitud de pequeños electrodomésticos que tenemos permanentemente conectados. Tostadores, cafeteras, hornos... Muchas veces conectados por medio de regletas o trifásicos. Y aunque lo normal es que estos estén en alto, a la altura de la encimera, pueden darse casos en los que el acceso resulte posible. Por eso es interesante desconectarlos mientras no los vamos a usar y si es posible tenerlos tapados.
El baño es otra de las estancias clave, al tener elementos enchufados que conviven con agua y humedad. Por eso debemos aplicar las mismas medidas que en la cocina que pasan por tenerlos desconectados, siempre que sea posible y protegidos con algún tipo de elemento para evitar que entren en contacto con agua.
Tanto, la habitación del pequeño, como el salón o el comedor, estancias en las que puede pasar horas, deben ser puntos a vigilar. Tenemos que evitar enchufes y tomas de corriente que queden a mano y tratar de tapar todos los enchufes y tomas de corriente (regletas) que queden visibles. Son puntos de la casa en los que niños y mascotas pueden permanecer más tiempo y en caso de aburrimiento tenemos que evitar que estos elementos sean atractivos.
Vigilancia y educación
Todas estas medidas para proteger y reforzar la instalación eléctrica, no pueden desviar nuestra atención de otro punto importante. Y es que nunca debemos dejar de vigilar y estar atentos a los movimientos de niños y mascotas. Un sólo segundo de despiste puede suponer un susto importante que pueda poner el riesgo, su salud y la de nuestro hogar.
Además, junto con las tareas de vigilancia, también es interesante llevar a cabo una labor formativa y educativa. Se trata de enseñar al pequeño (aquí las mascotas no entran en juego) de la peligrosidad que supone este tipo de elementos y formarles sobre el uso de la electricidad y sobre los riesgos que acarrea.
Habituarlos a seguir una serie de normas para usarlos con seguridad como la de tener las manos secas antes de usar un enchufe, a desenchufar un aparato sin tirar del cable o apagar los aparatos que no se van a usar, pueden ser consejos importantes cuando el niño ya es autónomo.
Imagen portada | Qimono
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