A la hora de mejorar el sonido de nuestros televisores en los últimos años se han puesto de moda las barras de sonido, unos dispositivos que han crecido en prestaciones y funcionalidades aunque no son para todos los públicos, ya que presentan ciertos inconvenientes que pueden no hacerlas adecuadas para nosotros.
De ahí que si queremos lograr un sonido más impactante debamos recurrir a otras opciones en ocasiones algo más difíciles de encontrar en el mercado simplemente porque no están tan de moda, pero no porque el resultado que vayan a ofrecer sea peor.
Hoy vamos a hacer un repaso por cuatro alternativas a las barras de sonido que nos permitirán, de forma sencilla y sin complicarnos mucho la vida (vamos a dejar los clásicos receptores AV más altavoces fuera por ser algo más complejos), incrementar la calidad sonora de nuestra tele al ver cine, series y música, en algunas ocasiones con mejores resultados que las famosas barras de sonido.
Utilizar una cadena o minicadena
Las cadenas y minicadenas musicales suelen ser una buena opción para mejorar el sonido de nuestras teles, al venir con grandes altavoces estéreo que ofrecen uno o varios niveles más en calidad a la hora de reproducir música que por ejemplo una barra de sonido de gama media.
En general presentan una mejor imagen estéreo gracias a que cuentan con dos altavoces separados con canales izquierdo y derecho que están físicamente a una distancia considerable ofreciendo un escenario sonoro más convincente y realista tanto al escuchar música como a la hora de ver cine.
También es un tipo de equipo de sonido que nos dará más opciones de uso futuro. Una buena pareja de altavoces no pasa de moda. No se queda obsoleta por que haya un nuevo formato de sonido.
Como principal desventaja de las cadenas y minicadenas con respecto a una barra de sonido nos encontramos con que no son sistemas pensados originalmente para el cine en casa, sino para la reproducción musical. Esto tiene el problema de que en general no serán por tanto capaces de decodificar formatos de sonido envolvente como Dolby Digital, DTS, Dolby Atmos y similares.
Tampoco tendrán sistemas de corrección acústica ni de procesado digital de la señal y puede que estemos más limitados en cuanto a opciones de conectividad.
Altavoces estéreo autoamplificados
Los altavoces estéreo nunca pasan de moda. Su versatilidad, durabilidad y calidad de sonido hacen que hoy en día sigan siendo una más que respetable alternativa a las barras de sonido gracias a que son capaces de ofrecer una mejor imagen estéreo.
También presentan más opciones de uso futuro. Una buena pareja de altavoces no se queda obsoleta por que haya un nuevo formato de sonido o un conector futurista que nos obligue a actualizarnos. Si siguen funcionando, los altavoces pueden durar décadas y los podremos usar como complemento de futuros sistemas de sonido o televisores sin problemas.
Además, en general nos ofrecerán mayor fidelidad en frecuencias medio-graves con una calidad de las voces e instrumentos más equilibrados en la banda de frecuencias de medios-graves, gracias a las generalmente mayores dimensiones de los drivers integrados en la caja acústica y a los materiales que la forman.
Sin embargo pueden presentar mayores dificultades para su colocación. Si tenemos la tele colocada en un mueble de reducidas dimensiones, instalar una pareja de altavoces estéreo puede resultar complicado, ya que necesitaremos espacio a izquierda y derecha de la tele y a ser posible dejando un poco de hueco entre medias para mejorar la imagen estéreo.
Si en nuestro caso además tenemos la tele colgada de la pared, entonces puede que queden menos estéticos que una delgada barra de sonido, aunque en estos casos podemos recurrir a modelos de columna si tenemos espacio y nos darán un mejor resultado.
Kit de home cinema
Los conjuntos de cine en casa en kit son una opción que ha ido creciendo en posibilidades en los últimos años. Son sistemas de sonido integrados que suelen incluir todo lo necesario para empezar a disfrutar de nuestros contenidos nada más sacarlo de la caja. Incluyen altavoces, amplificadores o receptores AV, subwoofers muchas veces inalámbricos e incluso en algunas ocasiones un reproductor multimedia.
En general suelen ser más económicos que los equipos modulares al entrar en juego los factores de escala o incluso descuentos especiales en ciertos kits con elementos de años anteriores que los distribuidores ponen a la venta con la llegada de nuevos modelos.
Sin embargo, suelen presentar dos inconvenientes. El primero es el relacionado con la posibilidad de reutilización de sus componentes, que suele estar dificultada muchas veces a propósito por el propio fabricante de forma que no podamos o no resulte inmediato usar un elemento del kit en otro sistema de cine en casa.
El otro principal problema es el relacionado con el equilibrio en la calidad de los componentes, ya que suele ser habitual que algunos de ellos no estén a la altura del resto para poder ofrecer precios más económicos, algo muy común por ejemplo en los altavoces satélite.
Bases de sonido
Otra de las opciones o alternativas a las barras de sonido clásicas son las denominadas como bases de sonido, una versión vitaminada de las barras que no son tan populares pero que son capaces de ofrecer un sonido con más cuerpo y pegada que éstas.
Son altavoces de forma achatada pensados para colocar el televisor sobre ellos, por lo que en general se ofrecen con alturas similares a las de las barras de sonido de forma que no eleven demasiado la tele. Sin embargo su punto fuerte no es la altura sino la profundidad.
Las bases de sonido son mucho más profundas que las barras, ocupando buena parte del mueble donde las coloquemos pero sin sobresalir por la parte frontal. Esto permite que sigan ofreciendo un aspecto decorativo al tiempo que se incrementa el espacio de caja acústica disponible dentro, lo que a su vez posibilita instalar más drivers y más grandes, ofreciendo más potencia y mejor respuesta en frecuencias medias y bajas.
Sin embargo, presentan también algunos inconvenientes, como por ejemplo limitaciones en el peso y las dimensiones de la tele soportadas. Las bases de sonido están pensadas en general para televisores con pesos de hasta unos 30-35 kilos, ya que no dejan de ser una estructura en madera de densidad media en el mejor de los casos que tiene ciertos límites de resistencia.
Además, necesitan que la tele tenga el soporte de la pantalla situado en la parte central de la misma o que las patas situadas en los extremos no se salgan de la base de sonido, por lo que en la práctica podemos encontrarnos con limitaciones si nuestro modelo es de más de 55 pulgadas.
Imagen portada | Klipsch
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