Dormir con calor es posible, aunque estos errores que casi todos cometemos, nos lo ponen un poco más difícil

Dormir con calor es posible, aunque estos errores que casi todos cometemos, nos lo ponen un poco más difícil

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Dormir con calor puede ser incómodo y dificultar la calidad del sueño. Pero hay situaciones en las que no se puede evitar y tenemos que adoptar las medidas necesarias para intentar, en la medida de lo posible, mantener una adecuada higiene del sueño.

El sueño es algo fundamental para tener una buena salud y por eso, ante la presencia de calor, debemos evitar una serie de errores muy comunes y tomar medidas para mejorar la calidad de sueño incluso en condiciones de calor.

En verano convivimos con altas temperaturas, tanto durante el día como también muchas noches. Son esas temperaturas tropicales, las que nos acompañan de madrugada y que junto a la adopción de hábitos poco aconsejables, pueden impedir que descansemos correctamente. Estos son algunos de los errores comunes que se cometen (cometemos) al intentar dormir con calor.

No utilizar ropa adecuada

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El primer error pasa por no adaptar nuestro estilo de vida a las circunstancias. Vestir ropa pesada o hecha de materiales sintéticos puede hacer que te sientas aún más caliente durante la noche.

No podemos seguir usando la misma ropa para estar en casa o para dormir que por ejemplo llevábamos en primavera. No se trata ya solo de ir o no en mangar corta, sino de controlar el tejido usado. Opta por prendas de algodón ligero y transpirable, o incluso considera dormir sin ropa si te sientes cómodo/a.

No utilizar ropa de cama adecuada

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La cama tiene su importancia Y al igual que adaptamos la ropa que usamos en casa, también tenemos que vigilar qué tipo de ropa de cama usamos. Debemos evitar el uso de sábanas o colchas pesadas y calurosas que pueden hacer que te sientas aún más con más calor durante la noche.

Como en el caso anterior, opta por sábanas de algodón transpirable y liviano, y considera utilizar una mantita ligera en lugar de una colcha pesada. Debes buscar tejidos frescos y eso es algo que lo vas a percibir con sólo acercar la piel.

No enfriar el cuerpo antes de dormir

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Uno de los trucos para dormir bien en verano, pasa por disminuir la temperatura del cuerpo. Los especialistas afirman que basta con bajar la temperatura corporal de 0,5 a 1 grado para conciliar mejor el sueño.

Se trata de sacar el calor del cuerpo y para ello hay una serie de procesos y accioens que podemos adoptar antes de irnos a dormir. Así por ejemplo una ducha con agua templada (hay que evitar el agua fría), mojarse las muñecas con agua fría para bajar la temperatura del cuerpo, colocarse una toalla húmeda en la sien... incluso si usas calcetines, enfriarlos en la nevera antes de acostarse... pequeñas acciones que pueden ayudar a rebajar la temperatura corporal.

Cenas copiosas y alcohol

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Es muy habitual que en verano salgamos con amigos y familia, y quizás nos sentemos en una terraza a cenar y a comer. Pero nada más perjudicial para la conciliación del sueño que la cenas copiosas y las bebidas alcohólicas.

De entrada, hay que evitar que la cena se encuentre cerca del momento en el que nos vamos a ir a dormir. Además, hay que evitar las cenas copiosas y calientes y buscar en su lugar alimentos ligeros y frescos.

Si haces una cena copiosa especialmente rica en grasas y proteínas, tu sistema digestivo puede requerir más tiempo y energía para procesar los alimentos. Esto puede llevar a una sensación de pesadez en el estómago y dificultar el proceso de conciliar el sueño. Además, la digestión de una cena copiosa puede generar un aumento de la temperatura corporal debido al metabolismo activo, lo cual puede interferir con el proceso de enfriamiento necesario para conciliar el sueño.

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Por su parte, el alcohol también influye negativamente a la hora de dormir. Esas cervezas frías o esos vinos antes de acostarse afectan y mucho, pues el alcohol deshidrata nuestro cuerpo. Durante el verano, cuando ya existe una mayor propensión a la deshidratación debido al calor, el consumo de alcohol puede agravar aún más este problema. La deshidratación puede causar sequedad en la boca y la garganta, sed excesiva, incomodidad y dificultad para dormir.

Además, el consumo de alcohol puede causar una dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar la sensación de calor corporal y si unimos esto a una noche tropical, de altas temperaturas, puede generar una mayor incomodidad y dificultad para conciliar el sueño a la vez que el alcohol puede interferir con el mecanismo de enfriamiento natural del cuerpo, lo que dificulta la regulación de la temperatura corporal durante el sueño.

No regular la temperatura de la habitación

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Igualmente importante es el no regular la temperatura de la habitación adecuadamente, algo que puede hacer difícil conciliar el sueño. Asegúrate de tener un ambiente fresco y bien ventilado. Utiliza ventiladores o aires acondicionados para mantener una temperatura confortable.

En este sentido, hay que hacer hincapié en que a la hora de ventilar la habitación, hay que hacerlo en los momentos del día más adecuados. Hay que abrir las ventanas a primera hora de la mañana o a última hora de la noche con la temperatura es más baja y tenerlas cerradas el resto del día.

No apagar los dispositivos electrónicos

Electrodomesticos

Los dispositivos electrónicos generan calor, por lo que dejarlos encendidos cerca de la cama puede aumentar la sensación de calor en la habitación. Apaga los aparatos electrónicos o colócalos lejos de la cama para evitar el exceso de calor.

Usar un aire acondicionado o ventilador

Ventilador

El último punto está relacionado con el uso de sistemas de climatización. Y es que no es una buena idea dormir con el aire acondicionado o ventilador durante toda la noche, puesto que puede terminar afectando no solo sueño, sino también provocar problemas de salud, como pueden ser resfriados o dólares musculares.

Si vas a usar un aire acondicionado, lo interesante es ponerlo un rato antes de ir a dormir para que la habitación tenga ya la temperatura adecuada (unos 19 grados) y luego apagarlo o establecer programaciones para que funcione solo cada X tiempo.

Si lo tuyo es un ventilador, debes evitar que el ventilador enfoque de forma directa del cuerpo. Evita al colocar el ventilador en dirección a la cama, ya que las corrientes de aire pueden provocar problemas de salud.

La mejor posición para el ventilador es orientarlo hacia la ventana que dejamos abierta, con el objetivo de ayudar a la salida de aire caliente de la habitación y que entre más aire fresco del exterior. También puedes orientar las aspas del ventilador hacia arriba, para que el aire no llegue de forma directa al cuerpo. Un truco para usar con el ventilador, pasa por colocar una sábana humedecida encima del ventilador para que el aire resultante sea más fresco.

Y es que es importante mantener una buena higiene del sueño. Dormir con calor puede llevar a una mala calidad del sueño, lo cual puede tener un impacto negativo en tu salud y bienestar general. Intenta mantener una buena higiene del sueño, como establecer un horario regular para dormir, crear un ambiente tranquilo y oscuro, y practicar técnicas de relajación antes de acostarte.

Imagen portada | Pixabay en Pexels

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