Seguramente, en alguna ocasión te hayas encontrado con un problema de olores en la nevera o en el congelador. Aunque tengas el frigorífico impoluto y reluciente, los olores pueden acumularse en su interior, de forma que al abrir la puerta recibas una bofetada que incluso te quiten las ganas de comer.
El motivo por que un frigorífico puede desprender olores se debe por regla general al aroma que algunos alimentos sueltan (aliños, dulces...) y en el caso de los malos olores, a los alimentos que se encuentran en descomposición. Y para acabar con estos olores podemos aplicar desde trucos virales a los métodos que en casa de nuestros padres hemos visto usar desde hace años.
Si al abrir el frigorífico te has encontrado con un mal olor, debes saber que el origen del mismo puede estar en algún alimento que esté en descomposición o se esté echando a perder. Ahí aparece el moho, un buen chivato sobre si algo raro está ocurriendo. El motivo es que todo esto se genera por la actividad metabólica de diferentes microorganismos como bacterias y mohos.
Buscar el origen
A medida que las bacterias se alimentan de los alimentos en la nevera, se liberan sustancia que son las responsables de esos malos olores en la nevera. Por ejemplo, los mohos son los responsables del olor a podrido que puede aparecer y que también puedes encontrar en bayetas y paños de cocina.
Y ojo, porque aunque quites estos alimentos estropeados de la nevera y lo tires, el olor puede persistir durante semanas. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de estos olores pueden contaminar los alimentos.
Lo primero que debes hacer es buscar el origen de ese mal olor para eliminarlo (importante frutas y verduras, carne, pescado...) y dejar bien limpio en una primera pasada el frigorífico. Además, siempre es aconsejable que todos los alimentos cocinados estén correctamente protegidos en recipientes o con papel transparente o aluminio para protegerlos de la contaminación por olores. Pero el olor sigue ahí.
Además es importante también tener el frigorífico correctamente ordenado y que los alimentos tengan una separación entre sí y no estén apelotonados. Por una parte para lograr una correcta distribución de la refrigeración en la factura de la luz y también para evitar la contaminación por olores entre alimentos. Además, es aconsejable que uses los distintos compartimentos para colocar cada elemento en su lugar.
Los trucos lógicos
Pero ha ocurrido lo que queríamos evitar y hay un producto que se ha estropeado y nos hemos dado cuenta cuando ya era tarde. Así que llega el momento de ver como se puede acabar con esos malos olores y aquí entra en juego la química. ¿Te suena aquello de que las bases neutralizan a los ácidos dando sal y agua? Quizás te suene entonces el empleo del bicarbonato sódico, una base, que se encarga de capturar y neutralizar ácidos grasos volátiles.
Pues aquí tienes la primera solución pero ojo, porque tiene truco. Que para acabar con los malos olores, no basta con poner en el frigorífico un bote de bicarbonato sódico y dejarlo abierto. Para poder ejercer una acción de neutralización correcta, el bicarbonato debe tener una superficie de acción, por lo que es más que tenerlo en un bote, lo aconsejable es colocar un plato con bicarbonato, sódico, extendido en su superficie y dejarlo en el interior de la nevera.
Este es uno de los trucos, pero como imaginas no es el único. Y es que hay muchos más. Por ejemplo, pasa por cortar un limón y colocar a modo de alfileres varios clavos aromáticos. Si no tienes un limón también puedes emplear otros cítricos como la naranja, la mandarina, el pomelo o la lima. Estos alimentos funcionan por su alto contenido en ácido cítrico, por lo que además de ser buenos desengrasantes o desinfectantes, también destacan por sus propiedades antibacterianas y neutralizadoras del mal olor.
También puedes usar vinagre, otra base. El vinagre es un potente agente antibacteriano y desinfectante que te puede ayudar a eliminar las bacterias, hongos y moho que se generan en la nevera. En este sentido, lo puedes combinar con un poco de agua y limón para mejorar el resultado y pulverizar la mezcla por todo el refrigerador.
Otro truco pasa por colocar una taza de café molido o en grano y dejarlo en los estantes de la nevera. Este sistema se basa en que el café es rico en cafeína, que a su vez contiene nitrógeno. La presencia de nitrógeno potencia la capacidad del carbono para absorber azufre, uno de los responsables del mal olor en la nevera.
De hecho, puede que hayas visto como en algunas perfumerías usan y tienen recipientes con café, con el objetivo de respirar un poco el aroma que suelta antes de probar entre perfumes.
Pero no acaban aquí los remedios para acabar con los malos olores. Otro sistema pasa por usar carbón vegetal. Basta con colocar un trozo de carbón en la nevera y dejarlo ahí a buen recaudo. A medida que el aire pasa a través del carbón, las moléculas de olor se adsorben en su superficie para quedar atrapadas en los poros. Es un sistema parecido a los filtros de carbón de los aires acondicionados que permite absorber y neutralizar los malos olores.
Igualmente, aunque es más rebuscado, puedes usar sustancias como el óxido de sulfuro o de zinc, puesto que acaban con el crecimiento de las bacterias y por tanto limitan la aparición de los malos olores.
Los trucos más locos
Pero si hemos visto métodos basados en la ciencia, ahora vamos a conocer también algunos de los trucos que se han hecho virales en los últimos tiempos y que los usuarios afirman que contribuyen a eliminar los malos olores de la nevera.
Y el primero pasa por usar papel higiénico y no, no se trata de emplearlo para limpiar el frigorífico. El papel higiénico se puede usar para acabar con los malos olores por, según los que lo usan, puede absorber el olor que pueden generar algunos alimentos por su porosidad y grosor. Es uno de los trucos que se ha vuelto virales, pero no es el único.
Y es que también se ha hecho viral el usar corcho de vino para acabar con los malos olores de la nevera. Un sistema que funciona de forma similar al anterior y que tiene su fuerte en la porosidad de este material. Según los que defienden su uso, el tapón de corcho absorberá los malos olores si colocamos uno en la nevera.
Incluso algunos usuarios sugieren que funciona mejor si se corta por la mitad y se impregna con alguna sustancia, lo mismo que en el caso del rollo de papel higiénico algunos afirman que se potencia si se empapa con agua y bicarbonato sódico.
Aún así, si con todos estos trucos no has conseguido eliminar el mal olor, lo mejor que puedes hacer es limpiarlo a conciencia. En este sentido puedes emplear lejía diluida (hipoclorito de sodio o cloro) y luego, para eliminar el olor a lejía, emplear agua oxigenada y luego aclarar y terminar de limpiar con una solución de bicarbonato sódico
Imágenes | Racool_studio Kaboompics Anastasiia Chepinska
Imagen portada | Jumpstory
En Xataka SmartHome | Me voy fuera en Semana Santa: cuánto puedo ahorrar si apago el frigorífico y cómo prepararlo si lo voy a dejar encendido
Ver todos los comentarios en https://www.xatakahome.com
VER 0 Comentario