El aire acondicionado funcionará mejor, será más eficiente y además cuidaremos nuestra salud
Se acerca el calor y es un buen momento para poner a punto el aire acondicionado que cuando tenga que comenzar a funcionar, se encuentre en perfecto estado. Esto hará que funcione mejor y que además sea más eficiente lo que repercutirá también en nuestra factura energética.
Realizar el mantenimiento y poner a punto el aire acondicionado es algo que podemos realizar nosotros mismos con y no será necesario recurrir a una empresa especializada. Y es que estos son los trucos que usan los profesionales para poner a punto el sistema de climatización de casa.
Pasos para limpiar el aire acondicionado
Mantener el aire acondicionado es algo que podemos realizar nosotros mismos con una serie de trucos y pasos muy sencillos de aplicar. No será necesario pagar un plus a un profesional, siempre claro que el aire funcione de forma normal. Y es que esto es lo que hará cualquier empresa a la que le encargues una puesta a punto.
Desconectarlo de la corriente
Antes de comenzar cualquier limpieza, asegúrate de apagar y desenchufar el aire acondicionado para evitar cualquier riesgo eléctrico. De esta forma, podrás evitar cualquier descarga eléctrica y si como es normal, no puedes desenchufar el aire acondicionado como cualquier otro electrodoméstico, siempre puedes anular el suministro electricidad desde el cuadro eléctrico.
Proteger la zona que lo rodea
Puede que durante el proceso de limpieza, el aire acondicionado llegue a gotear o soltar alguna pequeña cantidad de agua y por eso es necesario tomar algunas medidas de precaución básicas. Se trata de proteger tanto el aparato del aire acondicionado como los muebles y el resto de elementos que estén alrededor.
Protegemos de posibles fugas de agua la placa de circuito del aire acondicionado, el aire acondicionado y de paso retiramos o si no es posible, cubrimos con un plástico (si no tenemos a mano, una sábana vieja o una toalla) los muebles de alrededor para evitar que el polvo o las gotas de agua los manchen durante el proceso de limpieza.
Limpiar carcasa y salida de aire
Lo primero que podemos hacer una vez preparada la zona, es limpiar la carcasa exterior y también la zona de salida del aire acondicionado (la aleta que suele moverse). Se puede usar un trapo húmedo de forma que se encargará de recoger el polvo que pueda salir y evitar que caiga al exterior.
Limpiar los filtros
Con la carcasa quitada es el momento de buscar en el interior y toca poner a punto los filtros. Es un elemento que suele acumular polvo y suciedad con el tiempo, lo que reduce la eficiencia del aire acondicionado y puede afectar la calidad del aire interior. Y ojo, porque puede provocar problemas que afecten a nuestra salud.
Una limpieza de filtros es algo básico. Los filtros, es la parte del equipo que está situada en el split y que se encarga de retener y filtrar las partículas de polvo, las esporas de moho y otros organismos que son perjudiciales para la salud y que flotan en el aire del hogar.
Hay que conocer si se trata de filtros desechables o lavables. En mi caso, son reutilizables y lo que hago es quitar los filtros (siempre según las instrucciones del fabricante). Para limpiar un filtro lavable los quito y los coloco bajo la ducha o el grifo para limpiarlos con agua templada y un poco de jabón. Otra solución pasa por sumergir el filtro en una mezcla a partes iguales de agua y vinagre destilado (similar a lo que podemos usar para quitar la cal de un hervidor) de forma que tras dejar que la mezcla actúe durante un tiempo sólo quedará el dejarlo secar al aire y proceder a su colocación.
Es importante asegurarse de secarlos completamente antes de volver a colocarlos en su lugar.
Limpiar las aletas y el evaporador
Cuando quitamos el filtro, veremos que detrás aparece el disipador de calor o el evaporador, una zona que también suele acumular polvo. Podemos usar una brocha para quitar el polvo más grueso y si tenemos esa posibilidad, usar un producto limpiador de aire acondicionado rociándolo en la zona y dejándolo reposar durante unos diez minutos para que la espuma limpiadora disuelva la suciedad.
Eso sí, debes tener mucho cuidado para no doblar las aletas durante este proceso. Son esas tiras aluminio en el serpentín del evaporador que facilita que haya un mayor contacto entre el refrigerante y el aire y así se mejora la transferencia de calor.
Dejarlo secar
Con todos estos pasos dados, ya solo quedan dejar que el aire acondicionado y los filtros se sequen como un proceso que puede llevar unas cuantas horas. Cuando la zona del evaporador y las aletas estén secas, podemos colocar los filtros asegurándonos de que no hay restos de agua y en ese momento ya podemos volver a "darle" corriente al aire acondicionado y ponerlo a funcionar.
A partir de ahí algo básico es observar cualquier anomalía en el funcionamiento y asegurarse que el aire acondicionado esté enfriando adecuadamente la habitación.
Con este mínimo mantenimiento podemos atajar dos problemas de una sola vez: mejorar la calidad del aire que respiramos y de paso reducir la factura de la luz, ya que al no estar saturados los filtros no se necesita tanta energía para lograr la temperatura que tenemos marcada.
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