Uno de los principales objetivos de la Unión Europea (UE) de cara a alcanzar su agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y el Acuerdo de París, pasa por reducir en al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero logrando la neutralidad a mediados de este siglo.
¿Qué implica esto? Pues que como ya vimos en su día, las actuales calderas de gas natural, gasóleo o butano tendrán que ir desapareciendo progresivamente de nuestras casas y ser sustituidas por otros sistemas más eficientes.
Adiós a las calderas de gas en los hogares
El documento inicial de la UE establecía una hoja de ruta con una "eliminación progresiva" en aras de una "eliminación gradual" para 2035 ó 2040:
"Los Estados deben introducir medidas para garantizar que el uso de sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles en edificios nuevos y que sean objeto de reformas importantes, renovaciones en profundidad o del sistema de calefacción no esté autorizado a partir de la fecha de transposición de la presente Directiva y eliminar gradualmente el uso de sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles en todos los edificios a más tardar en 2035, y, si no es viable, como demuestra la Comisión, a más tardar en 2040."
Es un texto que ha ratificado y concretado este martes el pleno del Parlamento Europeo, dando luz verde a la nueva directiva sobre eficiencia energética que obligará a los gobiernos europeos a garantizar que todos los edificios de nueva construcción sean climáticamente neutros a partir de 2030.
La normativa exige además a los gobiernos dela UE que prohíban las ayudas para los sistemas de calefacción que funcionan con combustibles fósiles a partir de 2025, con la idea de eliminar progresivamente el uso de calderas de gas para 2040.
La Eurocámara avala la prohibición de las ayudas para financiar calderas de gas a partir de 2025
Esto implica que ya no habrá incentivos financieros en forma subvenciones para calentadores o calderas que utilicen este tipo de tecnología de gas, incluso aunque sean modelos más eficientes como las de condensación.
En el caso de los edificios residenciales, los países de la UE tendrán que adoptar medidas que garanticen una reducción media de energía primaria utilizada de al menos un 16% para 2030 y de al menos entre un 20 y un 22% para 2035. La nueva directiva obligará también a los gobiernos a renovar el 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y, tres años después, el 26% con menor eficiencia mediante requisitos mínimos de eficiencia energética.
Y, ¿qué pasa si ya tengo una caldera de gas en casa? Pues de momento nada, no habrá que quitarla ya que estos plazos son para edificios de nueva construcción. Pero cuando se estropee ya no tendremos ayudas para cambiarla y poco a poco deberemos ir pasándonos a sistemas más modernos y eficientes.
¿Por qué tecnología de calefacción puedo sustituirla? De acuerdo con los documentos de la UE, la apuesta actual pasa por las bombas de calor y tecnologías basadas en las energías renovables: "las renovables in situ, como la solar térmica, fotovoltaica, las bombas de calor y la biomasa, la renovable suministrada por comunidades de energías renovables o comunidades ciudadanas de energía, y la calefacción y refrigeración urbanas basadas en energías renovables o en el calor residual”.
Imagen portada | José Antonio Carmona
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