Intentar ahorrar agua y luz usando modos ECO y de baja temperatura no es buena idea si queremos frenar los contagios víricos dentro de casa
Si hay algo que caracteriza a la época de frío invernal es la llegada de la temporada de gripe y otros molestos virus respiratorios que tienen a expandirse por doquier, especialmente dentro de casa.
De ahí la importancia de tomar medidas especiales para contenerlos dentro de la vivienda, por ejemplo variando sensiblemente nuestros hábitos cotidianos a la hora de la higiene diaria.
Es por ejemplo el caso del uso de programas especiales a la hora de lavar la ropa en la lavadora como veíamos en este artículo, algo que también podemos trasladar al lavavajillas para evitar o reducir las probabilidades de contagio.
Cómo acabar con los virus y bacterias en platos y vasos
Al igual que sucedía en el caso de la colada y las lavadoras, las altas temperaturas serán nuestras mejores aliadas a la hora de mantener a raya a virus, bacterias y otros microorganismos en nuestra vajilla.
Por ello, si queremos lograr una higiene más efectiva lavar a mano no es la mejor opción, puesto que difícilmente soportaremos temperaturas superiores a 50 ºC durante muchos minutos seguidos.
Como señalan marcas como Beko y Candy, si lo que queremos es deshacernos de estos patógenos en nuestros platos y vasos, lo ideal es optar por un modo de lavado a alta temperatura que supere los 60 ºC, y a ser posible emplear el más potente que permita nuestra máquina.
Por ejemplo, hay modelos de lavaplatos con modos especiales de desinfección a temperaturas de entre 75 y 90 ºC que gracias al vapor de agua generado pueden difundir esta temperatura por todos los rincones del espacio interior, desinfectando hasta el 99,9% de los microorganismos presentes.
No obstante, si nuestro modelo de lavavajillas no es de alta gama o es muy antiguo, probablemente no contemos con estas tecnologías especiales, aunque sí con algún modo especial para limpiar suciedad resistente que podemos utilizar.
Cada marca lo llama de una forma, pero hay programas como "Higiene" o "Limpieza a fondo" donde se usan temperaturas de lavado muy superiores de hasta 80 y 90 grados centígrados, con lo que gastará mucha más electricidad, pero lo convierte en una opción muy útil para limpiar y desinfectar platos, vasos, biberones, tetinas y en general vajilla que haya utilizado algún miembro enfermo del hogar por virus como la gripe.
Uno de corte similar al anterior es el de "Lavado Intensivo" que en algunos modelos se llama de "Ollas y Sartenes" o con algún nombre parecido. En este caso la temperatura suele rondar los 60 grados y se utiliza para vajillas que estén muy sucias, con mucha grasa o restos resecos, pero que si no tenemos otro programa más potente deberá ser el que elijamos.
La contrapartida de usar estos modos de alta temperatura es que vamos a gastar mucha más electricidad. Típicamente el consumo será de más del doble con respecto a los modos ECO y de baja temperatura, pasando de alrededor de 1 kWh a más de 2 kWh en muchos modelos. ¿Supone esto mucho en la factura de la luz?
Pues con los precios medios actuales de la electricidad estamos hablando de menos de 0,20 euros cada vez que pongamos el lavaplatos en casa, incluso algo menos si aprovechamos las horas más baratas de cada día, por lo que si tomamos estas medidas de higiene a diario durante por ejemplo 10 días, el sobrecoste rondará los 2 euros.
Finalmente, como recomiendan desde KH-7, también es recomendable realizar cada dos o tres días una desinfección intensiva del lavavajillas en sí mismo, utilizando algún desengrasante desinfectante o detergente más potente especializado con la máquina vacía.
Imagen portada | Beko
En Xataka Smart Home | En plena época de gripe, lavar a 40ºC no es suficiente: esta es la temperatura recomendada para una buena desinfección
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