No gastará lo mismo que dejar la tele en standby, pero al final del año el gasto se nota en euros
Puede parecer un gesto insignificante sin mayor impacto, pero dejar el cargador del móvil enchufado todo el día, aunque no se esté usando, es una práctica común que podría influir en la factura energética. Vamos a analizar cómo.
Aunque ya hemos comentado el consumo de otros dispositivos domésticos, como altavoces, videoconsola, frigoríficos, esta vez nos enfocamos en medir el consumo de algo tan habitual como el cargador del móvil. ¿Quién no ha dejado el cargador enchufado a una toma de corriente sin el teléfono conectado? Surge entonces la pregunta: ¿un cargador enchufado sin móvil sigue consumiendo electricidad?
La respuesta es sí... pero matizada. Además del costo de cargar el teléfono, está el consumo adicional por las veces que el cargador permanece enchufado sin usarse, ya sea por olvido o comodidad. Este gesto puede evitarse al desconectar el cargador, utilizar una regleta con interruptor o un enchufe inteligente, lo cual podría ahorrar hasta 0,00002 kWh. Si calculamos un tiempo promedio de carga de 2 horas, habría unas 16 horas diarias de consumo en espera, resultando en un coste de aproximadamente 0,12 euros al año.
Cada gesto cuenta
Al hablar de consumo energético hay que hacer referencia tanto a la energía consumida por un aparato cuando está funcionando, pero también a la que se consume cuando está en modo de espera o como en este caso, cuando un cargador está conectado a la toma de corriente y no está cargando ningún dispositivo.
Frente a la primera consideración, dejar un cargador enchufado a una toma de corriente sin ningún dispositivo cargando puede parecer que no tiene una mayor importancia, pero aunque no lo parezca, sigue consumiendo energía, aunque eso sí, a un nivel mucho menor (ya hemos visto las cifras).Un fenómeno al que ya conocemos como consumo en espera o consumo vampiro.
Este gesto provoca un consumo fantasma que finalmente terminar repercutiendo en la factura de la luz y ya llegamos a ver cómo cuantificaban en la OCU ese consumo traducido a euros.
Porqué sigue consumiendo aunque no está funcionando
Los cargadores de batería contienen circuitos y una bobina interna de cobre que reducen el alto voltaje de la toma de corriente a niveles seguros para los dispositivos móviles, además de convertir la electricidad alterna en continua. Aunque el móvil esté desconectado, el circuito no se apaga totalmente, permitiendo un flujo mínimo de energía en la bobina. Esto genera un consumo pasivo de electricidad conocido como “consumo fantasma”.
Aunque este consumo oscila entre 0,1 y 0,5 Wh, y parece mínimo, si el cargador permanece enchufado 24 horas al día durante todo el año, se acumula un coste adicional en la factura de la luz. Este gasto podría parecer insignificante, pero si consideramos los cargadores de tabletas, relojes y otros dispositivos en un hogar, el impacto se vuelve más notorio.
A nivel global, la acumulación de estos pequeños consumos podría volverse significativa debido al creciente número de dispositivos electrónicos que utilizamos. Aunque el impacto de un solo cargador enchufado sin uso es pequeño, ser conscientes de estos detalles y reducirlos es siempre positivo, aunque no prioritario.
Para salir de dudas, se me ha ocurrido hacer la prueba con el cargador que tengo en casa y medir la electricidad que consume. El resultado es que en ningún caso superó los 0,1 W necesarios para que lo registre mi medidor (es el valor mínimo para reflejar la carga que tienen los enchufes). Por eso y para realizar la cuenta voy a usar el límite que establece la normativa europea.
En Europa, existe una normativa que establece un límite para el consumo energético de dispositivos electrónicos conectados a la red mientras están apagados o en modo de espera, fijando este consumo máximo en 0,5 W. En la práctica, ningún cargador de móvil alcanza este nivel de consumo cuando no está en uso. No obstante, es posible realizar estimaciones basadas en este consumo máximo teórico de 0,5 Wh, regulado por la UE, para evaluar su impacto potencial.
- El consumo anual sería de 4,38 kWh (0,00438 Wh).
- El precio medio de la electricidad en España a día de hoy es de 0,1533 por KWh.
- El coste anual sería de 0,67 euros.
Otras consideraciones
Muchos cargadores modernos están diseñados con sistemas avanzados que optimizan el consumo de energía y protegen las baterías de los dispositivos. Algunos cargadores reducen automáticamente el consumo una vez que la batería alcanza el 100%, mientras que otros dispositivos se adaptan a nuestros hábitos, cargándose solo hasta el 80% y completando el 100% justo antes de su uso. Estas son algunas de las características que ofrecen los cargadores inteligentes:
- Detección de dispositivos: los cargadores inteligentes reconocen automáticamente el tipo de dispositivo conectado y ajustan la potencia de salida para ofrecer la energía necesaria sin riesgo de sobrecargar la batería.
- Carga rápida adaptativa: ofrecen una carga rápida al inicio y reducen la velocidad cuando el dispositivo está cerca del 100%, evitando así el sobrecalentamiento y la sobrecarga.
- Modo de espera: algunos modelos tienen un modo de espera que minimiza el consumo de energía cuando no están en uso, evitando así el “consumo fantasma” cuando el cargador permanece enchufado.
- Desconexión automática: al completar la carga, algunos cargadores cortan automáticamente el suministro para proteger la vida útil de la batería.
- Control de temperatura: muchos cargadores regulan la temperatura durante el proceso de carga, previniendo el sobrecalentamiento que puede reducir la duración de la batería.
- Detección de calidad del cable: al identificar la calidad del cable USB, ajustan la potencia de carga para evitar daños en la batería y problemas de carga lenta causados por cables defectuosos.
A pesar de estas mejoras, es importante recordar que dejar cargadores conectados sin necesidad genera un pequeño consumo acumulado, que puede ser notable si hay varios cargadores en el hogar. Incluso hay otro riesgo mayor.
Y es que dejar un cargador de móvil enchufado, los 24 horas del día, puede terminar suponiendo un riesgo para nuestra integridad física y la del hogar, sobre todo, cuando se trata de cargadores de marcas poco conocidas que muchos casos no cumplen con los estándares de seguridad requeridos por las marcas de los dispositivos.
No es la primera vez que hemos escuchado o visto alguna noticia, referente a un cargador como responsable de un incendio en casa (hace poco vimos una con trágicas consecuencias). Cargadores que pueden terminar por calentarse debido a componentes de poca calidad, consecuencia de un precio muy reducido y que más allá de dañar los componentes internos del cargador, puede llegar a producir incendios.
Imagen portada | Iván Linares
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