A la hora de tratar de ahorrar electricidad en casa lo habitual es que pensemos en los grandes electrodomésticos que más energía gastan de forma puntual y, como mucho, en los que dejamos en modo de espera y cuya contribución a la factura eléctrica puede ser elevada.
Sin embargo, hay también un pequeño ejército de pequeños aparatos y dispositivos que de algún modo forman parte del "consumo fantasma" estando todo el día enchufados a la red eléctrica de casa, pero que suelen pasar desapercibidos porque no los tenemos en mente o se encuentran más ocultos en algún rincón de la vivienda.
No es que gasten mucha luz cada uno de ellos por sí solo, ya que en general sus consumos son de unos pocos vatios, pero si tenemos una vivienda con múltiples habitaciones y habitantes este enjambre de equipos puede llegar a suponer un notable coste a final de mes y un desperdicio, sobre todo porque en general es energía que a la que no solemos sacar provecho.
¿Cuáles son los más importantes? A continuación hacemos un repaso por los más habituales que solemos tener en casa:
- Divisores, extensores y amplificadores de TDT: si tenéis una vivienda unifamiliar con toma de antena en varias habitaciones es probable que contéis con alguno de estos divisores, extensores y amplificadores en algún punto de la instalación. Los hay pasivos, que no consumen electricidad, pero también activos que están permanentemente gastando. Quizá podáis desconectar alguno de ellos si no usáis la TDT en algún cuarto en concreto.
Teléfonos inalámbricos DECT: a diferencia de los teléfonos fijos clásicos donde la alimentación llegaba por el propio cable, los inalámbricos o DECT necesitan estar enchufados por dos motivos, en primer lugar para alimentar a la centralita inalámbrica y en segundo lugar para recargar la batería de los terminales. Si ya no usamos el teléfono fijo en casa, tenerlos todo el día encendidos es un notable derroche de luz.
Extensores WiFi, equipos Mesh y PLC: a la hora de llevar Internet a todas las habitaciones puede que contemos en casa con una instalación a base de estos dispositivos que necesitan estar permanentemente conectados. Hay modelos que entran en modo de espera si no les llega señal de red, pero aún así gastan luz, sobre todo si tenemos varios de ellos en casa. Si se puede, es conveniente desenchufarlos mientras no los vayamos a usar, como por ejemplo por la noche.
Timbres, interfonos y mirillas digitales: estos dispositivos suelen ser también una fuente continua de gasto eléctrico sin que podamos hacer nada para evitarlo y muchas veces sin que realmente les podamos sacar partido salvo en momentos muy puntuales del día. En mi caso por ejemplo nos instalaron un interfono que de serie viene con una pequeña luz que permanece todo el día encendida, un gasto absurdo que en cuanto pase la garantía desactivaremos desmontando el aparato y desconectándola.
Relojes y display digitales en electrodomésticos: quedan de lo más bonito con esos colores generalmente rojo o azul, pero la realidad es que tener relojes digitales todo el día mostrándose en aparatos como hornos, microondas, frigoríficos, etc. suponen un derroche muchas veces innecesario. Si ya los tenemos comprados no hay mucho que podamos hacer, pero para cuando toque renovarlos podemos considerar prescindir de este tipo de pantallas con indicadores y relojes.
Decodificadores, receptores TDT, reproductores multimedia: algunos de estos equipos no los usamos a diario pero están ahí siempre gastando luz en segundo plano por el modo de espera o por la función de encendido rápido, como ya vimos en su día. Lo conveniente es apagarlos por completo cuando no vayamos a utilizarlos.
Altavoces y subwoofers activos: algunos bafles y sobre todo en conjuntos de cine en casa cuentan con modos de espera que apagan el equipo cuando no les llega señal de sonido durante un cierto tiempo. Es algo por ejemplo muy habitual en los subwoofers inalámbricos de las barras de sonido. Sin embargo, esto tiene un gasto de electricidad que nos podemos evitar si apagamos desde el interruptor, algo que conviene hacer si no encendemos los equipos a diario, sino solo de forma puntual, por ejemplo los fines de semana.
La inocente memoria USB: grabamos música o vídeos en ellas y las dejamos enchufadas al puerto de la tele o reproductor multimedia olvidándonos durante días. Sin embargo, solo por el hecho de estar enchufadas gastan luz, algo que podemos comprobar fácilmente poniendo la mano sobre ellas y sintiendo que se calientan. En general suele ser recomendable desenchufarlas cuando terminemos de usarlas, algo que también alargará su vida útil.
Equipos de climatización: muchos de nosotros tenemos en casa algún equipo de aire acondicionado, fijo, portátil o de conductos que está todo el año enchufado a la corriente gastando electricidad sin que nos demos cuenta. Si podemos, conviene desenchufarlos por completo y si estamos pensando en instalarlos en un futuro próximo, pedir que nos los dejen con un cabezal de enchufe extraíble en lugar de directamente conectados a la pared. Así podremos desconectarlos cuando no los usemos y para las tareas de mantenimiento, como vimos en su día.
Imagen portada | Jason Briscoe
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