A pesar de un coste generalmente superior, cambiar a un frigorífico más eficiente sale a cuenta
No hay duda de que la nevera (frigorífico) se ha convertido en uno de los electrodomésticos fundamentales en prácticamente la totalidad de los hogares. Ya sea un modelo básico en el que se combina frigorífico y congelador, o en aquellos más complejos de dos puertas pensados para familias numerosas, lo cierto es que se trata de un elemento casi indispensable.
Por eso y por el hecho de que funciona durante las 24 horas del día los siete días de la semana y así todos los días del año, este electrodoméstico ha pasado a convertirse en uno de los principales consumidores de energía en la cocina. Y si hace poco vimos cuáles eran los electrodomésticos que menos electricidad devoraban, ahora vamos a ver la importancia de contar con un "frigo" eficiente energéticamente evaluando el consumo que lleva a cabo el que tenemos en casa.
¿Viejo o nuevo?
Seguro que más de una ocasión has escuchado aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor o a tus mayores decirte que las cosas nuevas ya no duran lo mismo que a las viejas y que no merece la pena el cambio porque se te van a estropear a las primeras de cambio.
Esta máxima puede estar justificada, según cada caso, con algunos productos determinados, pero como vamos a ver en el caso de un frigorífico, esta teoría tan arraigada en algunas personas se viene abajo como un castillo de naipes.
Y es que con el precio al que estamos pagando la luz de un tiempo a esta parte, cualquier inversión en un electrodoméstico o en un aparato eficiente, energéticamente termina repercutiendo nuestro bolsillo, de forma que al cabo de no mucho tiempo hayamos amortizado la compra.
Por eso, en el proceso he realizado la medición con un frigorífico que tiene algo más de 15 años y lo he comparado con un frigorífico moderno, comprado en el año 2018. Se trata de determinar si el consumo que efectúa uno en comparación con el otro, acaba siendo un incentivo interesante para terminar cambiando de frigorífico.
Y es que en el primer caso, he medido un consumo diario que se acerca peligrosamente a los 2,70 kWh (una media de 2,60 kWh) y eso, sin que llegue a funcionar a toda potencia. En una escala del uno al cinco, el frigorífico ha de funcionar en un nivel cuatro para que genere el frío suficiente y que conserve los alimentos de forma adecuada.
Luego he procedido a medir cuánto consume el frigorífico más moderno funcionando en "Mod Eco" que es el que por defecto viene activado. Para el proceso he seguido los mismos pasos realizando un uso habitual, abriendo y cerrando la puerta para coger alimentos y realizando las mediciones durante unas 24 horas. En este caso el consumo se queda en 0,60 kWh.
Este frigorífico es una ruina
Todos estos números y datos quedan muy bien, pero las cifras hay que pasarlas a euros y conocer en qué se traducen a lo largo de todo el año. Vamos a ver el consumo en vatios cada hora de cada dispositivo para luego sacar el consumo anual, para lo que basta con multiplicar el valor diario (por 24 horas) y por 365 días y obtenemos la cifra en vatios hora, o lo que es lo mismo kilovatios hora (kWh).
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Frigorífico antiguo |
frigorífico nuevo |
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Consumo |
2,60 kWh |
0,60 kWh |
Mi tarifa eléctrica |
0,13 €/kWh |
0,13 €/kWh |
Precio medio electricidad |
0,17 €/kWh |
0,17 €/kWh |
Coste anual mi tarifa |
123,37 euros |
28,47 euros |
Coste anual precio medio |
161,33 euros |
37,23 euros |
Y esto ¿cuánto dinero supone al cabo de un año de uso? Pues si consideramos que actualmente estoy pagando la luz a 0,13 €/kWh, al multiplicar la cifra resultante estas son las cantidades que obtengo. En el frigorífico en "Modo Eco", el gasto sale a 28,47 euros mientras que en el modelo más antiguo el resultado a pagar es de 123,37 euros (al año)
Esas cifras salen tomando el precio más bajo al que pago de la luz, pero si tomamos el precio medio del mercado a día de ayer que vienen a ser unos 0,17 €/kWh y multiplicamos los kWh resultantes, estas son las cantidades que obtenemos. Tomando esta referencia usar el frigorífico más moderno en "Modo Eco" tiene un gasto anual 37,13 euros mientras que en el modelo más antiguo el resultado a pagar es de 161,33 euros.
Compensa comprar un frigorífico nuevo
Con estas cantidades estoy viendo cómo entre usar un frigorífico más moderno y eficiente o seguir utilizando el que tengo en casa, provoca que al año pague cerca de 100 euros más. Un sobrecoste para mi bolsillo que hace que sea más que interesante realizar la compra de un frigorífico nuevo ya que con un modelo de gama media de los que se pueden encontrar por unos 500 o 600 euros en ofertas puntuales, estoy asegurando una amortización en unos pocos años.
Y esta conclusión llego aplicando una tarifa de la luz como la que pago que es relativamente económica, puesto que si nos ajustamos al precio medio, estamos hablando de más 110 euros de diferencia al año, una cantidad que sube mucho más si tomamos los precios de la luz que hemos tenido hasta no hace mucho y que hace que el número final, ya más que importante, permita que la amortización de un nuevo frigorífico se realizara prácticamente en un periodo de dos años. Y eso con la esperanza de no ver una nueva subida del precio de la luz.
Una versión anterior de este artículo se publicó en 2023.
En Xataka Smart Home | Este es el problema poco conocido que provocan los frigoríficos encastrados y las columnas de calor en la cocina
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