Estamos preparados para la llegada del verano en media Europa. Se acerca la época más calurosa del año. Temperaturas que muchas veces van a provocar que se superen récords de todo tipo con el mercurio como protagonista en esta época del año y que nos hacen tirar de inventiva si no queremos o podemos tirar de sistemas de climatización que repercutan en nuestro bolsillo.
Como decimos, se trata de evitar el castigo que produce al bolsillo el uso desmedido de sistemas de climatización, y es que por lo general, todos conocemos algunos consejos muchas veces lógicos, para poder mantener fresca la casa sin necesidad de gastar un euro en electricidad usando ventiladores o aires acondicionados. Por eso vamos a repasar algunos métodos para bajar algunos grados la temperatura en casa cuando el sol aprieta.
Ventila la casa a primera hora de la mañana
El primer método y quizás el más efectivo. Mi abuela ya lo decía... ventila la casa por la mañana cuando la temperatura aún es agradable. Es una forma de renovar el aire de la casa y de paso evitar malos olores y quizás acabar con partículas perjudiciales.
La mañana es el mejor momento para ventilar la casa. Abrir la ventana permite que entre un aire fresco y renovado. Sólo hace falta abrir las ventanas un tiempo prudencial (depende del tamaño de nuestra casa) pero con una media hora suele ser suficiente. Pasado ese tiempo, podemos volver a cerrarlas.
Baja toldos, persianas, estores...
Por regla general, los cierres y ventanas son la primera frontera para luchar con el frío y el calor. Si estás pensando en cambiar los cierres, opta por modelos de aluminio o de PVC con vidrio carglass de varios milímetros de bajo emisivo con gas argón y una combinación de persianas de lamas de aluminio térmico, un sistema que ayuda a regular la temperatura en casa. Es la forma de lograr un mejor aislamiento.
Si por el contrario tienes cierres antiguos o en mal estado, puedes comprobar si existen grietas, rajas, agujeros... por los que se filtra el frío y el calor... algo que puede pasar sobre todo en la madera y las juntas. Si es el caso, puedes emplearte en sellarlas convenientemente.
Dejando de un lado la importancia de contar con un buen aislamiento térmico en ventanas, cierres, persianas y estores, el segundo paso tras ventilar la casa a primera hora de la mañana es el de bajar las persianas, toldos, estores... antes que comiencen a incidir los rayos de sol o antes que lleguen las horas centrales del día.
El objetivo es mantener el aire fresco que hemos logrado introducir al ventilar la casa a primera hora de la mañana. Es conveniente aprovechar todos los elementos que tengamos a mano y esto pasa por usar toldos, persianas o estores, sobre todo en las habitaciones exteriores que están más "castigadas" por las altas temperaturas.
Con esta medida logramos mantener una temperatura interior más suave evitando que el calor entre a través de las ventanas y de esta forma, si usamos ventiladores o aire acondicionado, no los obligamos a tener que funcionar a más potencia para rebajar el calor interior.
Estos consejos son fundamentales y dependen en gran medida de la orientación de nuestra vivienda, máxime si las ventanas, balcones y terrazas de tu casa se orienten al sur o al oeste.
Usa las plantas
Las plantas son un buen aliado para ayudar a mantener una temperatura más agradable y más constante. Si puedes montar un buen invernadero en casa (de los legales) tienes mucho ganado. Y es que ya hemos visto las ventajas de usar jardines verticales y plantas en fachadas, pero también en terrazas o balcones para conseguir un efecto aislante en muros y paredes, y que de esta forma las altas temperaturas no incidan tanto en el interior del hogar.
Es interesante optar por plantar de hoja verde y grandes y si puedes, rociarlas con agua pulverizada, de forma que pueden ayudar a refrescar el ambiente a la vez que las mantienes a salvo de las altas temperaturas, sobre todo si están expuestas a los rayos del sol. El regar las plantas por la noche, lo que hace es que favorece la absorción del agua y de paso ayuda a refrescar el ambiente tanto dentro como fuera de casa.
Emplea colores claros en la decoración
Puede que a todos nos guste una casa en madera, acogedora, con esos tonos cálidos... pero en verano no es lo ideal. Para combatir el calor es mejor optar por colores claros en ropa de casa, muebles, cortinas... colores y tonos que ayudan a reflejar los rayos del sol y acumulan menos calor.
Si tienes pensado pintar en verano, una época muy propicia, puede ser aconsejable si te cuadra con la decoración, el pintar las paredes en colores claros. Y no sólo paredes, puertas, ventanas y persianas se llevan mejor en color blanco con el calor, aparte del por efecto rebote, por la sensación de frescor que producen.
Evita usar aparatos que dan calor
Y no, aquí no hablamos de estufas o calefactores. Hay dispositivos en casa que generan una calor constante que provocan un incremento de la temperatura. El horno es el electrodoméstico por excelencia que hace que los grados suban en la cocina, pero televisores, ordenadores, consolas... también colaboran lo suyo. Prueba a colocar un termómetro cerca y verás como sube la temperatura según pasa el tiempo de uso
Por eso es interesante que uses los dispositivos que pueden dar calor sólo lo justo y cuando no los vayas a emplear intenta mantenerlos apagados.
Aprovecha la orientación de la casa
Si resides en una casa orientada en varias direcciones o tienes varias plantas, una forma de evitar el calor en la medida de lo posible es aprovechar las zonas menos castigadas por el sol. Si tienes que desarrollar cualquier actividad es interesante hacerlo en una estancia "poco castigada" por el sol.
Las paredes, muros... acumulan el calor, por eso es interesante evitar los espacios en los que el sol ha estado dando de pleno. En el caso de las casas con varias plantas es mejor aprovechar las del nivel inferior (los sótanos, a modo de casa cueva, son buenos aliados) donde mejor temperatura vas a encontrar ya que están menos castigadas por los rayos del sol.
Abre las ventanas por la noche (si baja la temperatura)
Una vez baja el calor o remiten los rayos de sol, puedes retirar toldos, subir persianas, estores y abrir ventanas. Comienza a soplar aire fresco y es el momento de ayudar a renovar el aire interior tras tener casi todo el día las ventanas cerradas.
Se trata del último paso: ventilar la casa también por la noche y aprovechar la bajada de temperaturas al anochecer
Con estos pasos, puedes lograr mantener una temperatura en casa más o menos constante, sin tener que "enchufar" aparato alguno y con sólo unas medidas básicas y muy efectivas que casi todos podemos poner en práctica.
Imagen portada | Curtis Adam
En Xataka SmartHome | Así preparo el aire acondicionado para la llegada del calor. Funciona mejor y es más eficiente con este pequeño gesto
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