A la hora de cocinar gastando la menor cantidad energía posible y ahorrando valiosos minutos, los microondas se han convertido en los mejores aliados de nuestras cocinas, ya que son rápidos, eficientes, sencillos de manejar y en general seguros.
Sin embargo, esta seguridad depende por una parte de que el aparato esté lógicamente en buenas condiciones, pero por otra de que lo manejemos adecuadamente y no introduzcamos en su interior ni alimentos ni materiales no compatibles con su funcionamiento.
Y aquí es donde puede surgirnos la duda sobre si un recipiente concreto que tenemos en casa con las sobras del día anterior es apto para ser introducido en el microondas o puede ocasionar algún problema para el aparato o para nosotros mismos. ¿Qué tenemos que tener en cuenta?
Qué recipientes podemos meter en el microondas
A la hora de ir a la tienda a comprar un nuevo recipiente que luego podamos usar sin problemas en el microondas, conviene asegurarse de que cuentan con los símbolos a tal efecto, que suele ser o un dibujo del microondas o una especie de ondas, y en algunos casos incluso viene marcada la potencia máxima permitida.
Sin embargo, no todos los recipientes tuppers cuentan con esta serigrafía, por lo que conviene tener en cuenta estos consejos generales antes de usarlos:
- Moldes de silicona especialmente indicados para cocinar al microondas: son muy resistentes y al calentarse no desprenderá sustancias tóxicas perjudiciales, por lo que sí pueden usarse.
- Recipientes de cerámica y porcelana: los clásicos tazones de toda la vida están fabricados con materiales que aguantan muy bien el calor y salvo que estén recubiertos con alguna pintura metálica extraña sí son aptos para el microondas.
- Recipientes de vidrio: los típicos vasos y jarras para calentar sopas, purés, etc. son también aptos para el microondas. En el caso del vidrio templado, como comentan desde Balay no hay límite de temperatura, aunque en los vasos más baratos de mala calidad puede que si calentamos en exceso se rompan al sacarlos con el cambio de temperatura.
- Alimentos envasados específicamente para cocinarse en el microondas: los clásicos platos preparados que están pensados para calentarse en microondas lógicamente pueden usarse, aunque no está de más asegurarse de que lo indica en algún sitio
- Bolsas diseñadas específicamente para cocinar alimentos: son limpias, prácticas y cocinan los alimentos en el microondas de forma rápida. Son aptas siempre que lo indique, ya que no sirve cualquier bolsa de plástico que tengamos.
Qué recipientes no conviene meter en el microondas
En general hay que evitar calentar tuppers de plástico que no indiquen específicamente que son aptos para usar en el microondas, y por supuesto no hay que calentar con el clásico film de plástico transparente en la parte superior, ya que puede aportar partículas perjudiciales para la salud a la comida. Mejor sacamos a un plato los alimentos antes de calentar.
- Recipientes de metal: no conviene usar recipientes de metal en el microondas, incluyendo al clásico papel de aluminio, tapaderas metálicas, recipientes de acero inoxidable y también puede haber problemas con recipientes que contengan pinturas metálicas. Sin embargo, los fabricantes comentan que hay una excepción a esta norma: al calentar líquidos es recomendable introducir una cucharilla de metal en el recipiente para evitar que el líquido arranque a hervir cuando lo vayas a retirar del microondas y así evitar el riesgo de quemaduras.
- Alimentos con cáscara o piel dura: huevos, mariscos, algunas frutas, salchichas grandes, antes de introducirlos hay que pinchar la piel para evitar que revienten o usar complementos específicos en el caso de los huevos.
- Recipientes herméticamente cerrados: no conviene calentar líquidos o alimentos en recipientes cerrados herméticamente, ya que la presión del vapor puede hacer que exploten. Podemos taparlos para que no salpiquen, pero sin cerrar la tapa por completo.
- Bolsas de papel: no debemos introducir nunca bolsas de papel en un microondas. Con esto no nos referimos obviamente a las bolsas que se utilizan para hacer palomitas (éstas ya vienen preparadas para su uso), sino a cualquier bolsa común. Debido al calor generado pueden arder si acumulan el suficiente calor.
- Bolsas de plástico convencionales: lo mismo ocurre con las bolsas de plástico convencionales no preparadas específicamente para microondas. Si las usamos es posible que el plástico se pueda fundir y trasladar las sustancias nocivas como resultado de la combustión a los alimentos.
- Recipientes de poliestireno expandido: suelen ser los envases muy comunes para almacenar alimentos, sobre todo para comida precocinada. Este tipo de recipientes no está preparado para su uso en un microondas.
- Recipientes de madera grandes como el bambú, que es seguro para almacenar y calentar si los utensilios están elaborados con bambú 100%, pero no siempre si contienen plásticos mezclados ya que pueden tener en su composición sustancias tóxicas como la melamina y el formaldehido.
- Palillos de madera finos: debido al material empleado, cabe la posibilidad de que éstos acaben incendiándose por el calor generado, por lo que no conviene usarlos sobre todo si vamos a calentar durante mucho tiempo seguido.
- Otro punto importante es evitar usar envases que tengan olor o sabor metálico o si al calentar huele a plástico quemado, quiere decir que ya no son seguros.
Imagen portada | Sharp
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