Elegir entre la madera (y sus múltiples variedades), el plástico, silicona, vidrio... puede afectar a la durabilidad de los cuchillos
Además, elegir el modelo adecuado está muy relacionado con la higiene y la seguridad alimentaria
Las tablas de cocina son herramientas fundamentales en cualquier hogar. Es importante prestar especial atención a los materiales con los que están fabricadas, ya que no todo el mundo sabe cuál es la más adecuada para cada uso.
Elegir la tabla de cortar ideal no es únicamente una cuestión estética, sino también de seguridad e higiene. Al estar en contacto directo con los alimentos, es imprescindible optar por una que garantice una limpieza adecuada y minimice los riesgos sanitarios.
La selección de una tabla de cortar depende en gran medida del material con el que esté fabricada. Estas no están en la cocina por capricho, sino porque cumplen dos funciones esenciales: facilitar un corte seguro y proteger tanto los cuchillos como las superficies de trabajo.
Por un lado, las tablas de cocina están diseñadas para proteger el cuchillo durante el corte, ayudando a prevenir accidentes que podrían ser graves, como un corte en la mano. La tabla ideal debe ser lo suficientemente resistente para no desprenderse en pequeñas partículas al contacto con el filo del cuchillo, pero también lo bastante blanda para no desafilarlo en exceso.
Además, las tablas protegen otras superficies de la cocina. Cortar directamente sobre la encimera o en un plato no solo puede dañar el cuchillo y aumentar el riesgo de cortes, sino que también deteriora la superficie de trabajo. Por motivos de higiene, los expertos recomiendan tener al menos tres tablas de cortar: una para verduras y vegetales, y otras para alimentos como carnes, pescados y pan.
Los alimentos, especialmente carnes y pescados, pueden albergar bacterias y microorganismos como Salmonella y Campylobacter. Asimismo, las verduras de hoja verde pueden contaminarse con Salmonella, E. coli, Cyclospora, Listeria y norovirus. Por ello, es fundamental disponer de varias tablas de cocina y limpiarlas adecuadamente para evitar la peligrosa contaminación cruzada.
Tipos de tablas de cocina por materiales
A la hora de elegir la tabla ideal, cada material tiene sus propias ventajas e inconvenientes. Las opciones disponibles incluyen madera, cristal, mármol, plástico y silicona, entre otros.
Madera
Pueden estar fabricadas en madera de roble, nogal, arce, haya, teca, entre otras, y, en principio, son de las más recomendables. Entre sus ventajas destaca que son más suaves con los cuchillos, evitando que estos pierdan filo rápidamente. Además, son más resistentes que las tablas fabricadas con otros materiales, ya que los cuchillos no suelen dañarlas con facilidad.
Si se cuidan adecuadamente, las tablas de madera también ofrecen un alto nivel de higiene. Su superficie posee propiedades antibacterianas naturales que, con un buen mantenimiento, se conservan efectivas. De hecho, algunos estudios señalan que estas tablas albergan menos bacterias que las fabricadas con otros materiales.
Dependiendo de la especie de madera utilizada en su fabricación, pueden ser aún más higiénicas. Maderas como la teca, el nogal o el roble cuentan con propiedades antimicrobianas, resultado de la protección natural desarrollada por los árboles contra sus patógenos.
Sin embargo, presentan ciertos puntos débiles. Uno de ellos es que requieren mayor mantenimiento para mantenerse en buen estado, incluyendo la aplicación periódica de aceite. Además, son sensibles a la humedad y al agua, lo que puede causar deformaciones o grietas con el tiempo.
Plástico (polietileno o polipropileno)
De las más extendidas, las tablas de plástico lo son por ser más económicas y por estar disponibles en una amplia variedad de diseños y tamaños. Su popularidad también se debe a que son más fáciles de limpiar (aptas para lavavajillas) y requieren menos mantenimiento que las de madera.
Son especialmente adecuadas para alimentos crudos como carnes y pescados, ya que no absorben líquidos y son resistentes a la humedad, lo que evita que el agua les afecte con el paso del tiempo.
Sin embargo, su durabilidad es menor debido a que se dañan más fácilmente con el uso continuo de cuchillos, lo que puede generar hendiduras y cortes donde se acumulan bacterias. Esto, en última instancia, podría contaminar los alimentos, dependiendo del tipo de polímero utilizado. Este aspecto las hace menos longevas que las tablas de madera o bambú.
Tablas de bambú
Entre las ventajas del bambú está que es un material más amigable con el medio ambiente. Es sostenible, ya que crece rápidamente y se regenera con facilidad.
Además, las tablas fabricadas en bambú son más duraderas, ya que son más resistentes a los cortes. Con el uso continuo de cuchillos, presentan menos rayaduras en comparación con las tablas fabricadas en maderas más blandas.
En comparación con otras maderas, las tablas de bambú son menos porosas, lo que las hace ideales para trabajar con alimentos como carnes y pescados, ya que retienen menos humedad y bacterias.
Por último, entre las ventajas del bambú está su ligereza, lo que hace que las tablas pesen menos, una característica especialmente práctica en los modelos de mayor tamaño.
Sin embargo, como ocurre con otros materiales, también tienen desventajas. Las tablas de cortar de bambú son más duras que otras maderas, lo que puede provocar que los cuchillos se desgasten más rápido con el tiempo. Además, no se recomiendan para cortes muy pesados, como los de huesos grandes.
Vidrio templado
Aunque no son tan comunes como las de otros materiales, las tablas de vidrio destacan por ser más higiénicas. Esto se debe a que el vidrio es un material no poroso, lo que lo hace resistente al agua y evita la acumulación de bacterias en posibles micro ranuras. Estas características también las hacen muy resistentes a manchas y olores, además de ser fáciles de limpiar.
Sin embargo, estas ventajas vienen acompañadas de ciertos inconvenientes. Las tablas de vidrio son extremadamente duras, lo que puede terminar dañando los cuchillos con el uso continuo. Además, su superficie resbaladiza las hace menos seguras en comparación con otros materiales, lo que puede dificultar cortar de forma estable y precisa.
Mármol
Las tablas de cortar de mármol son una opción elegante y duradera, pero presentan ventajas y desventajas que deben considerarse antes de utilizarlas en la cocina.
El mármol es extremadamente resistente al desgaste, lo que le permite soportar años de uso sin deformarse ni dañarse con facilidad. Además, resiste altas temperaturas, lo que lo convierte en una opción ideal para colocar recipientes calientes de forma temporal. Su superficie fría también es perfecta para trabajar con masas, chocolate y otros alimentos que requieren bajas temperaturas para su manipulación.
A diferencia de materiales como la madera, el mármol es menos propenso a absorber líquidos, olores o manchas. Esto lo hace más higiénico para ciertos tipos de alimentos y, en consecuencia, más fácil de limpiar, lo que reduce la acumulación de bacterias.
Sin embargo, su peso es una característica que puede ser tanto una ventaja como un inconveniente. Aunque proporciona firmeza durante el uso, el exceso de peso dificulta su manipulación y transporte, especialmente en tablas de gran tamaño.
Además, debido a su extrema dureza, el mármol puede desafilar rápidamente las hojas de los cuchillos, en especial los de alta calidad o filo delicado. También puede resultar resbaladizo, lo que lo hace menos adecuado para cortar alimentos que requieren mucha estabilidad, como carnes o verduras duras.
A pesar de su resistencia, el mármol es un material delicado frente a impactos. Puede agrietarse o romperse si recibe un golpe fuerte, lo que lo hace menos duradero en ciertas circunstancias.
Por último, el precio es otra desventaja significativa. Las tablas de mármol suelen ser considerablemente más caras que las fabricadas con materiales como plástico, madera o bambú.
Silicona
No deben confundirse con las tablas de plástico, fabricadas en diferentes tipos de polietileno o polipropileno, que son rígidas y más duras. Las tablas de silicona, en cambio, son flexibles, más suaves y resistentes al calor.
Son muy fáciles de limpiar, ya que pueden introducirse en el lavavajillas sin ningún problema. Además, son resistentes a las bacterias, lo que las convierte en una excelente opción para trabajar con ciertos alimentos.
También destacan por su alta resistencia al calor, lo que permite usarlas como base para recipientes calientes. Son ideales para trabajos ligeros, como cortar vegetales o manipular alimentos pequeños.
Otra ventaja es su precio económico, además de la amplia variedad de diseños, formas y colores disponibles, que facilitan su integración en cualquier estilo de decoración.
Sin embargo, entre sus desventajas, estas tablas son más blandas, lo que evita dañar los cuchillos, pero las hace menos resistentes a cortes profundos ocasionados por el uso continuo. Por ello, no son la mejor opción para tareas intensivas.
Compuesto o resina
Otras tablas disponibles en el mercado son las fabricadas en compuesto o resina. Estas destacan por su gran resistencia al calor y su durabilidad, ya que soportan muy bien el uso continuado y resisten el desgaste causado por cuchillos afilados.
Aunque son menos porosas que las tablas de madera, lo que las hace más higiénicas, también son más pesadas que otras opciones. Además, su precio más elevado las convierte en una alternativa menos atractiva para algunos usuarios.
Un mantenimiento adecuado
Para garantizar la higiene y la seguridad alimentaria, es fundamental limpiar cualquier tabla de cortar inmediatamente después de utilizarla. Según el material, los cuidados pueden variar.
En el caso de las tablas de madera, límpialas con agua tibia y un detergente o jabón neutro, usando una esponja o un estropajo suave. Evita sumergirlas completamente en agua y nunca las introduzcas en el lavavajillas, ya que esto podría dañarlas. Para eliminar olores persistentes, se recomienda frotarlas ocasionalmente con una mezcla de zumo de limón y sal o bicarbonato de sodio.
Asegúrate siempre de secarlas a fondo después de limpiarlas. Si es posible, cuélgalas para que se aireen correctamente, lo que no solo ayuda a conservarlas en buen estado, sino que también puede aportar un toque decorativo a la cocina o comedor.
En cuanto a las tablas de plástico, silicona, cristal y otros materiales similares, pueden introducirse en el lavavajillas si son aptas para ello. Sin embargo, también pueden limpiarse a mano siguiendo unos sencillos pasos para garantizar su correcta desinfección.
Límpialas inmediatamente después de usarlas con agua caliente y detergente desengrasante, frotando ambas caras con un estropajo suave o un cepillo. Presta especial atención a los bordes y ranuras, donde suelen acumularse restos de alimentos.
Para desinfectarlas, utiliza una solución de vinagre blanco con agua o una mezcla de lejía alimentaria diluida, dejando actuar unos minutos antes de enjuagar con abundante agua. Si la tabla presenta olores, espolvorea bicarbonato sódico, añade un poco de agua para formar una pasta, frótala y luego enjuaga.
Finalmente, asegúrate de secarla completamente con un paño limpio o colocándola en posición vertical para evitar la acumulación de humedad. Si son aptas para lavavajillas, esta opción puede ser práctica para una limpieza más exhaustiva.
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