En un primer momento se habló del teléfono móvil como causante, pero no hay una evidencia clara de qué dispositivo o circunstancia provocó el incendio.
Un joven de 25 años ha muerto en Bera (Navarra) ayer domingo. La causa del fallecimiento está en las fuertes quemaduras generadas por la explosión de un dispositivo electrónico. El impacto se produjo mientras la persona dormía.
La Guardia Civil aún continúa investigando lo sucedido. En un primer momento afirmaron que el dispositivo que originó la explosión se un teléfono móvil que se encontraba cargando. Sobre las 14:20, los vecinos alertaron a los agentes del estallido, que provocó un pequeño incendio en la cama donde dormía el individuo.
Sin pruebas de que estemos ante la explosión de un móvil
No tiene por qué ser un móvil. Aunque como hemos repasado la primera versión oficial era la explosión del teléfono móvil del fallecido, la realidad es que durante la inspección técnica, los agentes han comprobado que en el suelo había un teléfono móvil sin daños.
Pero que hubiera un teléfono móvil sin signos aparentes de impacto no implica decir que el dispositivo enchufado no fuese otro teléfono móvil. La Guardia Civil no ha podido confirmar esto o lo contrario, pues el que sí estaba conectado a la corriente y dio lugar a la explosión ha quedado en un estado que no permite extraer conclusiones concluyentes.
No es común en móviles, pero hay casos. Por suerte, la problemática de este caso no es algo común, de ahí que resulte tan extraño. Normalmente, como causa de incendios tenemos a estufas, calentadores o fugas de gas, pero no dispositivos de pequeño tamaño con baterías de litio. En el recuerdo está el Samsung Galaxy Note 7, caso reconocido por Samsung hasta el punto de que todas las unidades vendidas fueron retiradas.
Aunque en aquel caso hablábamos más de dispositivos que comenzaban a emitir humo más que de explosiones en sentido estricto, la razón es común a las de otros dispositivos que sí han producido altercados mayores: baterías defectuosas o con fallos de diseño, como fue el caso del Note 7, en la que el cobre se fundía produciendo un cortocircuito.
Como recuerdan nuestros compañeros de Xataka, donde sí es más problemático es en las baterías de patinetes eléctricos, que con mayor tamaño, pueden generar un problema mayor ante una sobrecarga.
Los fabricantes de smartphones tienen recomendaciones de seguridad, pero normalmente no llegan al punto de hablar de incendios en casos como el de Bera. Apple, por ejemplo, recomienda no dormir cerca del dispositivo mientras dormimos, pero más por un asunto de cuidado de piel:
El contacto persistente con superficies calientes durante largos periodos de tiempo puede provocar daños. Utiliza el sentido común para evitar situaciones en las que tu piel esté en contacto con el dispositivo, su adaptador de corriente o su cargador por inducción. Por ejemplo, no duermas sobre ellos o no los coloques bajo sábanas y/o cojines mientras dure la carga.
En cualquier caso, sea con baterías o no, hay dispositivos muy variados que potencialmente podemos encontrar en mesillas de noche más allá del móvil. Cada vez es más común tener un altavoz inteligente, por ejemplo, o una lamparita LED de luz tenue, que en muchos casos puede tener electrónica cuestionable. Tampoco hay que olvidar instalaciones eléctricas y enchufes en mal estado, que de por sí ya pueden originar un cortocircuito que acabe en drama.
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