Los diminutos altavoces de las teles actuales hacen que la experiencia "de cine" se pierda, siendo necesario recurrir a un equipo externo que nos ayude
En varias ocasiones he tenido la oportunidad de charlar con familiares y amigos sobre la importancia de contar con un buen sistema de sonido para disfrutar del cine y en menor medida de las series en casa. Y muchas veces la respuesta inmediata de algunos de ellos ha sido la misma: "y, ¿para qué quiero yo un equipo de estos si no me gusta poner el volumen tan alto, o no puedo por no molestar?"
La respuesta es sencilla, pero quizá difícil de hacer entender a alguien que no ha tenido o probado nunca un sistema de audio medianamente decente en casa, ya que una opinión muy generalizada, y errónea a mi entender, es que contar con altavoces dedicados o una buena barra de sonido sirven "solo para meter más potencia sonora, más ruido en casa". ¿Qué hay de cierto en todo esto?
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Equipos de sonido conectados a la tele: mucho más que volumen
La realidad es que, efectivamente, un equipo de sonido externo conectado a la tele, ya sea por ejemplo una barra de sonido, altavoces autoamplificados, receptores más altavoces pasivos, una minicadena antigua que tengamos en casa, etc. nos darán la opción de contar con una mayor nivel de presión sonora, es decir, de un mayor volumen.
Pero no es solo su única ni mejor cualidad. De hecho, quizá puede que no uses dicha característica en el día a día pero sí otras. Entonces, ¿por qué merecen la pena más allá de tener un sonido atronador en el salón?
Mayor fidelidad sonora
La fidelidad sonora es para mí la principal ventaja de contar con un equipo de sonido externo conectado a la tele, ya que los diminutos altavoces integrados de la mayoría de Smart TV actuales son incapaces de ofrecer una buena respuesta en todo el rango de frecuencias que percibimos habitualmente y que comprende de los 20 Hz a los 20 KHz.
Con suerte, con mucha suerte, una buena tele puede bajar decentemente hasta los 90-150 Hz, no sin problemas de distorsión y con altibajos en la amplitud de la señal debido a factores variados, como la colocación de los altavoces, la pequeñez de los mismos, las malas cajas de resonancia hechas de plástico, etc. Y algo similar sucede en la franja de los agudos, que en los modelos con altavoces orientados hacia abajo o en la zona trasera pierden también claridad y tienden a emborronarse.
Con un equipo de sonido externo podemos mejorar este aspecto logrando que tanto la música, voces y efectos contengan más y mejores frecuencias medio-graves y una mejor representación y nitidez en los agudos, lo que da cuerpo a los diálogos, a las bandas sonoras y efectos especiales sin necesidad de tener que tener unos subgraves atronadores, aunque también podemos tenerlos si queremos apostar por un buen subwoofer como complemento.
Mejor comprensión de los diálogos
Y es precisamente la mejor compresión de los diálogos otro de los puntos fuertes de los equipos externos como barras de sonido y home cinema, siempre que sean capaces de decodificar las pistas problemáticas y cuenten con altavoces dedicados al canal central.
Es un problema habitual hoy en día en muchos televisores y que lamentablemente como vimos en su día no puede arreglarse en según qué casos debido a que vienen mal directamente desde las emisoras de TV. Sin embargo, si suele tener arreglo si vemos películas o series desde fuentes que emitan la pista de audio multicanal sin tocar (por ejemplo en Dolby digital) y tenemos en casa un sistema de audio que sepa interpretarla.
En estos casos podremos además subir el volumen del canal central, donde se encuentran los diálogos, de forma independiente, evitando que la música y efectos suenen tapando las voces de los actores y teniendo una mejor experiencia sin tener que andar todo el rato con el mando a distancia para subir y bajar el volumen.
Mejor imagen estéreo e inmersión
Otro punto que merece la pena mencionar es el relacionado con la mejoría en la imagen estéreo y en general de la sensación de inmersión en la escena sonora. Es algo que podemos conseguir simplemente conectando unos altavoces estéreo a la tele, ya que podremos separarlos creando una emisión del sonido ampliada.
Los altavoces integrados en los televisores, por muchos efectos y trucos de psicoacústica que utilicen, no dejan de estar insertados en una carcasa en la propia pantalla, muy limitados en cuanto a espacio entre ellos se refiere, con separaciones que dependerán de las pulgadas de la tele.
Por ejemplo, en modelos de 55-65 pulgadas los altavoces suelen contar con separaciones que rondan un metro, algo que desciende rápidamente a medida que bajamos en tamaño de la pantalla. Esto hace que, en la práctica, la separación de canales izquierdo y derecho desaparezca y nos perdamos la "magia" del sonido estéreo.
Es uno de los motivos, junto al de la fidelidad sonora antes mencionada, de que escuchar música en directo y conciertos desde los altavoces de la tele suela ser una experiencia poco satisfactoria, por muy alto que pongamos el volumen.
Además, al ver cine, contar con un sistema de altavoces envolventes situados tras el espectador (y si es posible sobre sus cabezas también), nos permite ampliar el escenario y sentir que estamos dentro de la acción, aunque tengamos el volumen bajo, ya que podemos percibir pequeños efectos de sonido, voces que nos llaman desde diferentes partes de la sala, etc.
Funciones adicionales de barras de sonido y home cinema
Además, tenemos un factor adicional al que no suele prestarse mucha atención pero que es determinante en la percepción de calidad que tenemos al escuchar cine y series desde un equipo de audio externo: el procesamiento y adaptación de las señales de sonido.
Aunque es cierto que algunas teles modernas cuentan con sistemas de corrección acústica para adaptarse a su posición en nuestras salas, la realidad es que son ajustes muy básicos en comparación con los que ofrecen los equipos externos, que sí pueden corregir muchos problemas acústicos y lograr un sonido con mayor pegada y coherencia sin tener que subir el volumen a tope.
Estos equipos como barras y en mayor medida receptores AV son capaces también de ofrecer un mejor y más cuidado procesamiento de la señal, permitiéndonos aplicar diferentes efectos, variación en el nivel de volumen de cada altavoz, corrección de la distancia de escucha, etc. que en general nos dará una mayor sensación de realismo en la escucha.
Imagen portada | Denon AVC-X3800H
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