Los peligros ocultos para la salud al dormir con el aire acondicionado encendido y cómo evitarlos de forma sencilla

Los peligros ocultos para la salud al dormir con el aire acondicionado encendido y cómo evitarlos de forma sencilla

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Estamos viviendo la segunda ola de calor en lo que va de verano. Se considera como tal, el periodo de tiempo de más de cinco días seguidos en los que la temperatura máxima diaria supera en 5ºC la temperatura máxima media.

En esas estamos y lo peor llega en el momento en el que intentamos conciliar el sueño por las noches y nos tenemos que enfrentar a las de migas noches tropicales o incluso noches tórridas. Para intentar superar estos complicados momentos (además de otros consejos) ya es un habitual tirar de sistemas de climatización, pero lo mismo que el ventilador tiene unos peligros ocultos para la salud que ya comentamos, usar el aire acondicionado también tiene sus riesgos.

Principales problemas causados por dormir con el aire acondicionado funcionando

Pexels Max Rahubovskiy 6956841 Imagen | Max Rahubovskiy

El uso del aire acondicionado durante el tiempo que estamos en cama para dormir, o al menos intentar conciliar el sueño, puede suponer riesgos potenciales para la salud. Y aunque no tienen porque afectar igual a todas las personas y hay individuos que quizás no sientan efecto alguno, no hay que descuidar esos posibles peligros al dormir con el aire acondicionado encendido.

El primero de ello está relacionado con posibles problemas respiratorios. Para algunas personas, usar el aire acondicionado mientras duermen (y además en cualquier otro momento del día) puede empeorar los síntomas de otros problemas respiratorios que ya tenga como por ejemplo asma, alergias o sinusitis. El aire frío y seco puede irritar las vías respiratorias y desencadenar síntomas respiratorios en individuos sensibles.

Además y relacionado, puede aparecer sequedad en las vías respiratorias. El aire acondicionado puede reducir la humedad en el ambiente, lo que puede causar sequedad en las vías respiratorias, garganta y piel. Esto puede provocar irritación, resequedad, tos y molestias nasales.

De paso, no podemos olvidar que esta práctica, usar el aire acondicionado para dormir, puede dispersar bacterias, virus y otros patógenos si no se mantiene adecuadamente limpio y filtrado. Esto podría aumentar el riesgo de resfriados, gripes y otras infecciones respiratorias.

Pero no sólo puede afectar a las vías respiratorias. Un uso excesivo del aire acondicionado puede provocar dolores musculares y articulares. Dormir directamente bajo el flujo de aire frío del aire acondicionado puede causar rigidez muscular y articular en algunas personas, especialmente si están expuestas a temperaturas muy bajas durante largos períodos de tiempo.

Por último no podemos olvidar las posibles perturbaciones del sueño. Y es que lo mismo que algunas personas necesitan dormir en silencio oscuras, también algunas personas pueden experimentar experimentar dificultades para conciliar el sueño o mantener un sueño de calidad debido al ruido generado por el aire acondicionado o a la sensación de frío. Además, los cambios bruscos de temperatura durante la noche pueden interrumpir el ciclo de sueño.

Es importante destacar que estos efectos pueden variar según la sensibilidad individual, el mantenimiento del sistema de aire acondicionado y la configuración de temperatura. Para minimizar los posibles riesgos, es recomendable mantener una temperatura moderada, mantener una buena ventilación en la habitación y asegurarse de limpiar y mantener adecuadamente el sistema de aire acondicionado.

Cómo usar el aire acondicionado de forma adecuada

Aire Imagen | Hisense

Lo cierto, es que se puede usar el aire acondicionado para dormir, pero tomando ciertas precauciones y adoptando un uso adecuado. Así por ejemplo lo ideal es que funcione a una temperatura que ronda entre los 24 y los 26°. De esta forma evitamos pasar frío o calor, y pasar frío o despertar sudando, lo que además puede perjudicar a la salud de nuestro sueño.

Igualmente, es adecuado evitar la exposición directa a las corrientes generadas por el aire acondicionado. Si el aparato tiene por ejemplo la función sleep, es aconsejable usarla. También puedes redirigir la dirección del flujo de aire o utilizar deflectores para evitar el contacto directo con el cuerpo.

Además, es aconsejable establecer programaciones y pausas, de forma que durante cierto tiempo, el aire acondicionado deje de funcionar y así se pueda recuperar el ambiente, reduciendo la sequedad en el aire.

Pexels Rachel Claire 4992487 Imagen portada | Rachel Claire

Mantén una buena ventilación. Si es posible, abre ligeramente una ventana o puerta para permitir la entrada de aire fresco desde el exterior. Esto ayudará a equilibrar la humedad y la calidad del aire en la habitación.

Antes de dormir, es aconsejable hidratarse. Lo puedes hacer bebiendo agua y otros líquidos (no alcohol), ya que, además de refrescar e hidratar el cuepo, facilitará la hidratación de las vías respiratorias.

Realiza un mantenimiento adecuado del aire acondicionado. Asegúrate de limpiar y mantener regularmente el sistema de aire acondicionado para evitar la acumulación de polvo, bacterias y otros alérgenos. Limpia los filtros con regularidad siguiendo las recomendaciones del fabricante.

Si puedes, utiliza humidificadores. De esta forma puedes evitar la sequedad en el ambiente al usar humidificadores para aumentar la humedad en la habitación. Esto puede ayudar a prevenir la sequedad en las vías respiratorias y la irritación.

Por último, mantén una rutina de sueño adecuada y establece una rutina regular de sueño y asegúrate de tener un ambiente propicio para descansar, como una habitación oscura, tranquila y libre de distracciones.

Imagen portada | Iván Oboleninov

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