A la hora de ver contenidos multimedia en nuestros televisores inteligentes lo más rápido es hacerlo a través de una conexión de red, ya sea local para acceder a un equipo que haga de servidor en casa, como un PC, o directamente desde Internet en los diferentes servicios de streaming.
Sin embargo, muchos de nosotros todavía tenemos archivos que queremos reproducir en pantalla grande de forma directa y sin servidores involucrados. En estos casos una opción muy cómoda es copiarlos a una memoria USB, también conocidas como pendrive o pincho USB, o bien a un disco duro externo y conectarlos directamente a un puerto USB la tele.
Por qué usar un disco o memoria USB conectado a la tele
¿Qué nos aportan estos dispositivos y cuándo resultan mejor que un servidor de red? Pues para empezar nos permiten no depender de nada más para la reproducción de los contenidos. Solo conectamos la memoria al puerto USB y listo. No hay que tener conexión de Internet, ni de red local, ni tener un PC funcionando en alguna habitación.
Y si lo que queremos es reproducir contenidos a 4K y 8K con las máximas tasas de bits por segundo, como por ejemplo sucede con algunas demos, pero también con contenidos grabados por nosotros mismos desde cámaras o incluso smartphones, verlos desde la red local puede hacer que en ocasiones se atasquen y suframos parones que desde los puertos USB no tendremos.
En general el acceso a los archivos grabados será más rápido desde una memoria USB, con miniaturas que se muestran antes si tenemos cientos o miles de archivos, caso por ejemplo de que almacenemos nuestras colecciones de fotos para ver en pantalla grande.
Pero tener un USB conectado a la tele no solo sirve para ver contenidos internos en el televisor, también sirve para lo inverso. Hay televisores con la opción de grabar programas, y en muchos casos lo puedes configurar para que estas grabaciones se almacenen en unidades externas como un pincho USB o un disco duro previamente adaptado (formateado) por el sistema operativo de la tele.
Ventajas e inconvenientes de ambas tecnologías
Si ya estamos convencidos para utilizar un disco duro externo o un pincho USB para ver contenidos en la tele seguro que nos surge la duda: ¿qué es mejor, cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada tecnología? A continuación vamos a desgranarlas:
- Capacidad de almacenamiento: los pinchos USB suelen tener menor capacidad que los discos duros. Aunque ahora mismo hay modelos de 128 y 256 GB relativamente accesibles en precio, subir de estas capacidades es prácticamente imposible para el bolsillo común y si necesitamos mucho espacio para por ejemplo vídeos 4K o 8K, entonces no son la mejor opción. Los discos duros, por el contrario, nos ofrecerán capacidades superiores a 1 TB por precios moderados.
Precio por cada GB: los discos duros son en general mas económicos en la relación euro por gigabyte de almacenamiento, sobre todo en los modelos mecánicos, pero cada vez más también en los de estado sólido o SSD.
Cuestión de tamaño: los discos duros son más voluminosos, incluso los de 2,5 pulgadas más discretos presentan un tamaño notablemente superior al de las memorias USB más grandes. Si tenemos poco espacio disponible, mejor apostar por un pincho USB. Esto también influye en la portabilidad de los mismos. Si queremos un dispositivo fácil de llevar en el bolsillo para andar haciendo copias cada poco tiempo, los discos duros tendrán un peor comportamiento que sus hermanos menores.
Velocidades de transmisión: los claros ganadores en este punto son los discos duros externos, y especialmente los SSD. Aunque tanto un disco duro como un pendrive cuenten con un conector teóricamente muy capaz como USB 3.0 con velocidades que rondan los 5 Gbps, en la práctica la realidad es que los discos duros son infinitamente más rápidos, sobre todo a la hora de escribir.
Lo habitual es que un pincho USB de los buenos nos ofrezca velocidades reales de unos 100/50 MBps en lectura/escritura con archivos de gran tamaño, mientras que los discos duros externos más punteros (los SSD) se acercan a unos 400 o 500 MBps en ambos casos y mantienen mucho mejor rendimiento con archivos de pequeño tamaño. Los mecánicos de 2,5 o 3,5 pulgadas modernos superan también ampliamente la barrera de los 100 MBps en lectura y escritura y se comportan mejor que las memorias USB al grabar muchos archivos pequeños, como fotos o música.
Eficiencia energética: los discos duros mecánicos consumen más energía que los pinchos USB, poca, pero a la larga puede ser notable si tenemos la tele encendida muchas horas y la memoria externa conectada.
Esta energía adicional implica también una generación de calor, algo que suele ser común sobre todo en los discos duros más grandes y que conviene tener en cuenta si no queda mucho espacio libre y tenemos que usarlo sin posibilidad de que disipe bien las calorías extra. Pero las memorias USB no se libran de este calor. Sobre todo en los modelos baratos puede llegar a ser un problema si los usamos varias horas, produciéndose pérdida de datos.
La cuestión de la alimentación en los discos duros: si optamos por un modelo de 3,5 pulgadas vendrá con su fuente de alimentación aparte, un "cacharro" más al que tendremos que buscar hueco en el mueble. Si son de 2,5 pulgadas, tanto mecánicos como SSD probablemente necesiten de un puerto USB de "alta corriente" (de 900mA) para suministrarles suficiente energía, o de lo contrario no se encenderán correctamente.
También hay modelos que solventan esto montando un duplicador de conexiones en el cable para enchufarlos a dos puertos USB convencionales que den solo de 500 mA cada uno, pero que sumados permitirán hacer funcionar el disco duro.
Modelos recomendados
Toshiba Canvio Basics
Este modelo de Toshiba Canvio Basics es ya un clásico. Se trata de un disco duro externo mecánico de 2,5 pulgadas que ofrece una capacidad de almacenamiento de 1 TB a través de un puerto USB 3.2, todo con un peso que no llega a 150 gramos. Su precio es de 39 euros.
Toshiba Canvio Basics - Disco duro externo portátil USB 3.2 de 2.5 pulgadas (1 TB) color negro
WD My Passport
Otro modelo de disco externo clásico es el WD My Passport, un equipo portátil de 2,5 pulgadas que en esta versión concreta ofrece nada menos que 5 TB almacenamiento con cifrado de 256 bits, velocidad de giro mecánica de 5400 RPM y un puerto USB 3.0. Su precio es de 110 euros.
WD My Passport - Disco Duro Portátil, Negro (Black), 5TB
Seagate Expansion Portable
Otra marca muy conocida en el sector es Seagate, que cuentan con su gama Expansion Portable, en este caso con capacidad de 1 TB para un disco duro portátil mecánico de 2,5 pulgadas que conectamos mediante un puerto USB 3.0. Su precio es de 49 euros.
Seagate Expansion Portable, 1 TB, Disco duro externo, HDD, USB 3.0 para PC, ordenador portátil y Mac, 2 años de servicios Rescue (STEA1000400)
SanDisk Ultra Flair
Si lo que queremos es un pincho USB compacto podemos optar por este modelo SanDisk Ultra Flair, con puerto USB 3.0 y capacidad para hasta 128 GB de datos, tiene carcasa de metal más duradera y que disipa mejor el calor y unas velocidades de lectura de hasta 150 MBps de velocidad de lectura. Su precio ronda los 18 euros, dependiendo de la oferta.
SanDisk Ultra Flair Memoria flash USB 3.0 de 128 GB, con carcasa de metal duradera y elegante y hasta 150 MB/s de velocidad de lectura, Color Silver
Samsung MUF-128BE4/APC
Este pendrive Samsung MUF-128BE4/APC Titan Gray tiene un bonito diseño y una capacidad de 128 GB sobre un conector USB 3.0. Supera ampliamente los 100 MBps en lectura y los 50-60 MBps en escritura, por lo que es adecuado para pasar grandes volúmenes de datos desde un PC. Su precio es de 23,5 euros.
Samsung MUF-128BE4/APC Titan Gray 128 GB
Kingston DataTraveler Exodia DTX
Otro modelo interesante de pincho USB es el Kingston DataTraveler Exodia DTX, una unidad con capacidad de 128GB y puerto USB 3.2 Gen 1 con capuchón protector y acabado en plástico. Es un dispositivo para el uso diario que sale bastante económico, ya que cuesta menos de 15 euros.
Kingston DataTraveler Exodia DTX/128GB Unidad Flash USB 3.2 Gen 1 - con capuchón Protector y Llavero en múltiples Colores