Qué fue de PlayStation 3D Display: la alternativa a las teles 3D de Sony que acabó enterrada junto a esta tecnología

Tal y como ya repasábamos recientemente en nuestro artículo centrado en la tecnología 3D en televisores, hace 10 u 11 años los fabricantes no hablaban de otra cosa cuando se trataba de convencer al usuario para adquirir un televisor. Y es que tras la fiebre de las películas 3D en cines, las compañías querían trasladar esa sensación de inmersión al hogar, y durante los primeros años de la década de 2010, múltiples marcas abrazaron esta tecnología en sus televisores sin mucho éxito, cayendo en el más profundo olvido.

Entre estos fabricantes se encontraba Sony, compañía que lanzó al mercado varios modelos con 3D. Además, la firma también quiso contentar a sus usuarios de PlayStation. Es por ello que lanzó un panel 3D específico para jugar con sus sistemas. Hablamos del PlayStation 3D Display, un monitor de 24 pulgadas con una característica especial: contaba con tecnología 3D y SimulView, un sistema que permitía a cada jugador ver su propio punto de vista a pantalla completa mientras tenían las gafas puestas. Bajo estas líneas te contamos más sobre este interesante producto.

Un panel pensado para jugar a títulos de PS3 en 3D

PlayStation 3D Display llegó a Europa en abril de 2012, y entre los accesorios que incluía en la caja encontrábamos dos gafas 3D, dos juegos compatibles con esta tecnología (Killzone 3 y Gran Turismo 5), un cable HDMI y, por supuesto, el cable de alimentación.

La intención de Sony era que los jugadores de PlayStation contaran con un dispositivo específico y optimizado para los juegos de PlayStation 3 y consolas de anteriores generaciones. Además, dada la fiebre del 3D que había por la época, incluir esta tecnología en el panel era algo que Sony creía que atraería a más público.

Entre las especificaciones de esta pantalla nos encontramos con un panel LCD (Edge LED) de 24 pulgadas y resolución 1080p, y con un ratio de contraste de 5000:1. También incluía dos puertos HDMI, 1 entrada de componentes y un sistema de sonido estéreo con potencia total de 11 W.

Este monitor (digo monitor porque no incluye forma nativa de captar señales de televisión), también ofrecía la tecnología MotionFlow 240Hz, permitiendo a los jugadores obtener una imagen más fluida gracias a la interpolación de fotogramas. Hoy día esta tecnología suele incluirse en paneles que no alcanzan una alta frecuencia de refresco de forma nativa. Además, las gafas que incluía este monitor eran de tipo activo, con una batería aproximada de unas 30 horas.

Sony ofrecía todo este pack a un precio de 499 euros. Para la época, como monitor 3D era un precio excelente. Sin embargo, por ese precio era posible encontrar televisores mucho más capaces y de mayor tamaño, un hecho que propicio en parte su fracaso. Sin embargo, no adelantemos acontecimientos todavía.

Quizás su característica más interesante: SimulView

Con este monitor, los jugadores podían aprovecharse de la función 3D de algunos juegos de PlayStation 3, aunque Sony también aprovechó esta tecnología para lanzar con este monitor una característica muy especial: SimulView. Se trata de una tecnología que permitía a dos jugadores disfrutar de los modos de pantalla dividida en juegos pero en pantalla completa. Para ello, ambos jugadores debían de equiparse las gafas de 3D, y al activar SimulView, el sistema ofrecía la mitad de la pantalla a cada jugador y mediante tecnología estereoscópica agregaban la otra mitad restante, haciendo que cada jugador pudiera ver una imagen en 2D a pantalla completa de su juego desde las gafas.

Aunque la tecnología era innovadora, tenía una notable desventaja. Y es que el campo de visión de ambos jugadores se reducía drásticamente, impactando a la experiencia de juego. Además, esta tecnología no era compatible con todos los juegos y de lanzamiento solamente ofrecían esta tecnología Gran Turismo 5, Killzone 3, Super Stardust HD y MotorStorm: Apocalypse.

Una propuesta poco atractiva para el usuario

El monitor se desenvolvía bastante bien en líneas generales. Ofrecía un tiempo de respuesta más que aceptable para los jugadores, siendo notablemente menor a los televisores HDTV del mercado en aquella época. Además, era un producto que también podía utilizarse como monitor de PC. Hoy en día nos parecería muy inferior en productividad, ya que visualizar texto en esta pantalla no era lo mejor que podíamos hacer.

Pese a insistir con la tecnología 3D de varias maneras, tanto los usuarios como Sony vieron este 3D Display como un fracaso. El precio no ayudaba, y las tecnologías que incluía no eran compatibles con un amplio rango de juegos, por lo que el usuario acababa pagando de más por un producto que iba a utilizar durante la mayor parte del tiempo como un monitor convencional.

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