Hasta hace un par de años, cuando hablábamos de la tecnología OLED en televisores solo podíamos pensar en un fabricante: LG. La compañía surcoreana se ha labrado una reputación sin precedentes con sus paneles, logrando una inmensa cuota de mercado al no solamente lanzar sus televisores OLED, sino también proveer a otros fabricantes de su tecnología.
Sin embargo, Samsung despertó de su letargo y en 2022 lanzó su primer televisor QD-OLED para competir con la firma que prácticamente dominaba este sector. Y así lo hizo, con muy buenos resultados, y dejando a los consumidores y expertos con más ganas de saber cómo evoluciona esta tecnología. Sin embargo, Samsung ya apostó hace más de una década por el OLED en televisores. Es por ello que en este artículo hemos querido profundizar sobre por qué abandonó Samsung este lucrativo mercado.
Del Super OLED al QLED. Cómo Samsung le dejó su hueco a LG
Enero de 2012. Samsung presentaba en el CES de ese año su primer televisor OLED. Llamaba a su tecnología "Super OLED" e impactaba al público con esas flamantes 55 pulgadas y una delgadez y marcos nunca vistos. El mercado comenzaba a explorar la tecnología OLED, que ya durante esos años se conocía que iba a ser una gran evolución frente a los LCD y plasma.
Durante la feria de la tecnología en Las Vegas, Samsung no fue la única en mostrar su propuesta de televisor OLED al público. LG y Sony también se estrenaban con dicha tecnología, y 2012 parecía que iba a ser por fin el año de los televisores OLED.
Pasó un año y todavía seguíamos sin conocer demasiados detalles del "Super OLED" de Samsung, y eso que también había presentado su primer televisor curvo con esta tecnología. Eso sí, el precio resonaba hasta en lo más lejos: 9.000 dólares. Si bien por aquel entonces esta tecnología era extremadamente cara, LG lanzó su propuesta con una diferencia en España de unos 1.000 euros más barata, una cantidad importante, pues ambas estaban basadas en la misma tecnología.
2013 coincidía además con el escándalo de patentes entre ambas firmas. Y es que Samsung pidió a LG que admitiera ser la causante de una importante filtración sobre su tecnología OLED. LG no sólo no reconoció tal situación, sino que aseguró que ambas trabajaban la tecnología de forma diferente. Además, ésta demandó también a Samsung por infringir algunas de sus patentes relacionadas con la materia.
Las ganas de ser los primeros en el mundo en mostrar la tecnología OLED se mascaba en el ambiente. Samsung acabó lanzando finalmente su primer televisor OLED, el KE55S9C. Sin embargo, la compañía nunca acabó produciéndolo en masa, siendo descontinuado poco tiempo después.
Entre los principales factores que le hicieron a Samsung abandonar la tecnología eran los excesivos costes de producción y la tasa de defectos de fabricación relativamente más alta que los paneles LCD. Además, producir en masa paneles OLED en aquella época era un desafío técnico bastante importante, y el precio que el consumidor tenía que pagar por el producto dejaba en duda a la compañía.
De esta manera, Samsung abandonó esta tecnología en sus televisores, aunque siguió apostando fuerte por ella en dispositivos móviles, algo que podemos comprobar también a día de hoy. En cambio, la firma surcoreana se centró en los paneles de puntos cuánticos con sus paneles SUHD, y más adelante, su evolución más conocida hasta la fecha: el QLED.
Este movimiento por parte de Samsung hizo que la firma quisiera distanciarse y diferenciarse del panel OLED promocionando fuertemente sus paneles de puntos cuánticos que tenían una gran ventaja frente al OLED: el brillo. Sin embargo, costaba creer que la compañía que tanto apostó por el OLED durante los años anteriores volviera a los paneles LCD. Posiblemente uno de los mayores errores de Samsung.
No obstante, Samsung no fracasó con el QLED, de hecho fue una estrategia soberbia, ya que se ahorraba los costes de producción de los paneles OLED, mientras convencía al público de que su tecnología de puntos cuánticos se encontraba al frente de la innovación.
La vuelta al OLED era algo inevitable para Samsung
Era cuestión de tiempo que Samsung volviese a los paneles OLED en televisores, ya que desde entonces ha sido considerada una de las mejores tecnologías de panel. No obstante, la firma quería hacerlo bien, y buscó una manera de abaratar los costes de producción. Para ello invirtió en compañías especialistas en la impresión de paneles OLED.
La historia ya la conocemos años más tarde. Samsung volvía en 2022 con sus paneles QD-OLED en la S95B y A95K de Sony. Estos paneles aplican una capa de puntos cuánticos al panel OLED, eliminando el filtro RGB de las pantallas W-OLED. De esta manera, la entrega de brillo acaba siendo superior y el espacio de color es también sensiblemente más amplio, todo gracias a la matriz de puntos cuánticos.
De esta forma, Samsung vuelve por todo lo alto a apostar por el OLED, y todo indica a que la firma ha puesto toda la carne en el asador para hacer frente a la tecnología OLED de LG, la cual tampoco se ha quedado atrás ahora que por fin tiene competencia. Sea como fuere, esta rivalidad acaba beneficiando al usuario.
Imagen de portada | Unbox Therapy
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