Un hub, también llamado puente o concentrador, es el elemento que permite que los distintos dispositivos hablen entre ellos
Permite que puedan funcionar entre sí dispositivos de distintas marcas y con distintos sistemas de comunucación
A la hora de montar un hogar conectado, la interacción entre los dispositivos es fundamental y para que esto sea posible, a veces es necesario contar con un aparato o dispositivo que haga de puente. Es el llamado "hub" o "puente", un aparato que ahora vamos a conocer más a fondo.
Y es que antes, hemos dicho que a veces es necesario, puesto que en ocasiones los dispositivos se conectan directamente a la red WiFi de casa que ofrece el router, pero en otras ocasiones necesitan de un dispositivo que haga de intermediario y ahí es donde entra el puente o el hub (un buen ejemplo es el Dirigera de IKEA).
Qué es un hub y para qué sirve
Un "hub" para el hogar conectado, también conocido como puente, centro de control o concentrador doméstico, es un dispositivo que actúa como el cerebro central de un sistema de hogar inteligente o conectado. Su función principal es permitir la comunicación y la coordinación entre diferentes dispositivos y sensores inteligentes en el hogar.
El hub es la base para la conectividad y la interoperabilidad. Está equipado con diversas tecnologías de conectividad, como Wi-Fi, Bluetooth, Zigbee, Z-Wave u otras, que le permiten comunicarse con una variedad de dispositivos inteligentes.
Al tener un hub central, se busca lograr la interoperabilidad entre dispositivos de diferentes fabricantes y con distintas formas de comunicarse. Esto significa que puedes tener dispositivos de diferentes marcas trabajando juntos dentro de un mismo ecosistema.
Podemos encontrar en casa dispositivos inteligentes que funcionen con en base a alguno de los protocolos como WiFi, Bluetooth, ZigBee, Z-Wave... y esto puede dificultar la comunicación entre dispositivos. Y aquí es dónde entra el hub, que se encarga de facilitar que todos los dispositivos se entiendan haciendo de "traductor" entre ellos.
Si por ejemplo en casa tenemos bombillas de varias marcas, persianas eléctricas, radiadores... de distintas marcas, todos pueden comunicarse si se usa un hub. En casa por ejemplo, ahora tengo uno que funciona sobre ZigBee y que además de la calefacción, me permite usar e integrar todo tipo de aparatos.
El hub suele tener un conmutador integrado. Este se encarga de gestionar toda la información necesaria para determinar cómo se gestionan los datos que envían los dispositivos. Este funciona como nodo central que analiza y distribuye los comandos y automatizaciones del usuario y que luego transmite a los dispositivos de la casa inteligente. Además, permite que las instrucciones que estos emiten, lleguen a otros aparatos para crear escenas.
Formas de funcionar
El hub permite la comunicación bidireccional entre aparatos y puede enviar comandos a los dispositivos inteligentes, como luces, termostatos, cámaras de seguridad... También puede recibir información y estados de estos dispositivos, permitiendo una comunicación bidireccional.
Los dispositivos inteligentes utilizan diferentes protocolos de comunicación, y el hub está diseñado para ser compatible con varios de ellos. Por ejemplo, Zigbee, Thread o Matter son protocolos comunes para dispositivos de hogar inteligente.
Los hubs suelen admitir la creación de escenarios y reglas de automatización. Esto significa que puedes programar acciones específicas o condiciones para que los dispositivos reaccionen de cierta manera sin necesidad de intervención manual. Por ejemplo, podrías programar que las luces se apaguen automáticamente cuando no haya nadie en casa.
Además, muchos hubs permiten el control remoto a través de aplicaciones móviles. Esto te brinda la capacidad de monitorear y controlar tu hogar inteligente desde cualquier lugar donde tengas acceso a internet.
En resumen, un hub para el hogar conectado es esencialmente el núcleo central que facilita la comunicación y la coordinación entre los diversos dispositivos inteligentes en tu hogar, permitiéndote controlar y automatizar diferentes aspectos de tu entorno doméstico de manera más eficiente y conveniente.
Ventajas que aporta
Un puente para el hogar, concentrador o hub, supone una importante mejora, además porque los usuarios pueden acceder a todos los dispositivos, aunque no se encuentren en casa. Un elemento que aporta comodidad, ya que, por ejemplo, en muchos casos permite que se puedan generar órdenes con comando de voz gracias a la integración con distintos asistentes virtuales (Alexa, Siri, Google Assistant...) y esto, a su vez, además de la comunidad, aporta otras ventajas.
Además, hay muchos dispositivos que ya integran un hub en su interior. Es el caso por ejemplo de algunos altavoces Echo de Amazon o del Homepod mini, Apple TV (en algunos modelos)... que puede servir como centro de control. La ventaja es que, aunque otors aparatos puedan funcionar de forma autónoma, al integrarse en un hub, pueden hablar con otros dispositivos para crear escenas (por ejemplo un termómetro que al alcanzar cierta temperatura, puede hacer que se encienda la calefacción)
Supone un plus de seguridad, ya que al facilitar el acceso en remoto a los aparatos que integran el hogar conectado, se puede controlar en todo momento el estado de funcionamiento y en caso de problema, apagarlo en remoto. Además permite el acceso a a funciones como la vigilancia del hogar usando cámaras y otros dispositivos para evitar sustos innecesarios.
Eso por no hablar del ahorro energético, que puede suponer la creación de automatizaciones y el uso más eficiente de distintos dispositivos. Un buen ejemplo está relacionado con la calefacción y la posibilidad de encenderla justo antes de llegar a casa y evitar que esté funcionando de forma innecesaria el resto del día.
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