Así puedes mejorar tu instalación de autoconsumo. La clave es usar paneles solares bifaciales para obtener más energía en menos espacio

Lo normal cuando hablamos de una placa solar, es hacerlo refiriéndose a una tipología de paneles. Los más habituales en las instalaciones de autoconsumo son los paneles solares de una cara, o lo que es lo mismo, los también llamados paneles solares monofaciales.

Pero lo que quizás no sabes, es que frente a esto, hay otra opción que además permite generar más energía y hacerlo ocupando menos espacio. El truco está en usar paneles bifaciales y aquí te vamos a contar como pueden ayudarte a optimizar tu instalación de autoconsumo.

Generan más energía: usan las dos caras

Lo normal, a la hora de instalar placas solares en casa o en una industria, es tirar de paneles solares monofaciales. Se trata de un tipo de placa que cuenta con una cara en la que puede captar los rayos del sol para convertirlos en energía.

Frente a estos, otro tipo de placas que se pueden instalar son los paneles bifaciales. Frente a los anteriores, estos cuentan con dos caras, cómo una moneda, ambas con sensibilidad fotovoltaica. Este tipo de placas solares pueden recoger los rayos del sol para convertirlos en energía y hacerlo por ambas caras. Esto es posible porque tienen contactos tanto en la parte frontal como en la parte trasera de las celdas.

Esto se traduce en que esta solución tiene una mayor superficie en la que absorber la luz solar y por lo tanto, resultan más eficientes que los paneles tradicionales, puesto que necesitan menos espacio para capturar y generar más energía.

Además, estas placas solares bifaciales se colocan en posición vertical o casi vertical, de forma que pueden recoger energía tanto en el amanecer, como en el anochecer, dos de los momentos de mayor intensidad. En este sentido no dependen tanto del grado de orientación, como sí que lo requieren los paneles solares tradicionales.

Además, al estar colocados en vertical, este tipo de instalaciones también son más resistentes a las inclemencias del tiempo, de forma que, por ejemplo la nieve o la arena tiene más difícil cubrir la superficie del panel y que éste pierda eficiencia en su funcionamiento del día día.

El truco para que sean más eficientes es inclinarlos lo más alto posible, puesto que de esta forma, la luz reflejada en la zona trasera de los módulos rebota. Además hay que tener en cuenta que es muy importante medir bien la distancia entre paneles al realizar la instalación, ya que al estar separados se aprovechará más la radiación solar.

Este tipo de soluciones, además son más duraderas en el tiempo, puesto que hay modelos sin marcos, lo que reduce la degradación inducida por potencial (PID). Por otro lado están cubiertos en ambos lados por vidrio templado, que los hace más resistentes a los elementos y a los rayos UV. Se pueden elegir paneles con marco o sin marco, de doble vidrio, con células monocristalinas o policristalinas...

Se trata de una solución que puede mejorar aún más su funcionamiento y ser más eficiente si se coloca cerca de superficies que reflejen la luz del sol. Por ejemplo si se sitúan en zonas desérticas o nevadas. De esta forma, la parte del panel que recibe la luz solar genera energía, pero también lo hace la zona trasera que recibe la energía reflejada de la superficie del suelo. Estos paneles pueden tener un rendimiento un 30% mayor si se colocan en superficies reflectantes.

Otra de las ventajas, es que además de funcionar para capturar los rayos del sol y generan energía, las estructuras creadas por los paneles bifaciales pueden servir como un elemento arquitectónico más del hogar y funcionar a modo de pérgolas o toldos.

Y si todo son ventajas, surge la pregunta ¿Cómo es que no se trata de una solución más usada frente a las placas que todos conocemos? El motivo es que este tipo de instalación tiene un precio más elevado y además requiere de una estructura especial, con anclajes en el suelo para fijarlos o sistemas de seguimiento solar.

El problema principal que tiene este tipo de solución, cómo ya hemos visto, es su mayor coste de instalación, pero también los límites impuestos por la normativa establecida por el Ministerio para la Transición Ecológica a través de su Dirección General de Transición Energética, pues como cuentan en Univergysolar, esto determina que "la potencia instalada resultaría el sumatorio de la potencia máxima de ambas caras", lo que provoca lo siguiente:

• Obligación de rehacer, relicitar y volver a solicitar los permisos para todos los proyectos si la suma de las potencias supera los 50 MW.
• Doblar la financiación de los avales.

Se trata por lo tanto de un tipo de solución que, ojo, no quiere decir que genere el doble de energía que un panel solar de una sola cara, pero sí que es capaz de lograr una mayor eficiencia en menos espacio.

Imagen interior | Sunzaun

Imagen portada | JumpStory

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