Un sistema que ayuda a mantener la calidad del aire en el interior de casa sin provocar una pérdida de la temperatura
Hace unas horas vimos algunos sistemas y trucos para mantener el calor que hemos generado dentro del hogar, impedir la entrada del aire frío y las bajas temperaturas que acompañan a la llegada del invierno. Y en el último párrafo hablamos de los sistemas de ventilación con recuperación de calor.
Y es que aunque sea invierno, no se puede descuidar la ventilación en el hogar y para evitar "congelarnos" al abrir ventanas, existen en el mercado soluciones como esta. La principal ventaja de un sistema de ventilación con recuperador de calor es que permite mantener un ambiente interior fresco y saludable al tiempo que ahorra energía y reduce los costos de calefacción.
En qué consiste
Un sistema de ventilación con recuperador de calor, también conocido como sistema de ventilación de doble flujo con recuperación de calor, es un sistema de climatización diseñado para proporcionar un flujo constante de aire fresco en el interior de una vivienda mientras recupera el calor del aire viciado que se expulsa al exterior
Un sistema de ventilación con recuperación de calor tiene tres objetivos: renovar el aire interior, reducir el consumo energético y ayudar en la creación de un espacio más sostenible. Un sistema con el que completar a la ventilación manual al abrir ventanas o a la ventilación estructural de algunas estancias (es la que se basa en un sistema de ventilación diseñado y construido dentro de la estructura de un edificio o una infraestructura con el propósito de controlar la circulación del aire y mantener una adecuada calidad del aire en el interior).
Un sistema de recuperación de calor adquiere máxima importancia en el invierno, como cuando usamos más los sistemas de climatización y ventilamos menos los hogares. Lo que hace es retirar el aire viciado de la casa particular pero sin perjudicar al aire ya climatizado con el objetivo de reducir la demanda energética y mantener una óptima temperatura.
Este sistema lo que logra es renovar el aire interior, lo mismo que la ventilación tradicional y además hacerlo sin provocar una pérdida de temperatura que hace que aumente el consumo energético.
Cómo funciona
Los sistemas de ventilación con recuperación de calor, se suelen instalar sobre todo en falsos techos de baños, cocinas o pasillos. Lo normal es realizar una instalación en la que la toma de aire para coger aire del exterior da a la terraza y lo que hace es extraer el aire viciado impulsando el aire renovado.
El sistema comienza extrayendo el aire viciado (aire de extracción) y contaminado del interior de la vivienda a través de una unidad de extracción y coger aire desde el exterior (es el aire de aportación). Este aire (de extracción) generalmente se extrae de áreas como baños, cocinas y otras zonas donde se acumulan olores y humedad.
El aire viciado que se extrae pasa por un intercambiador de calor. En este componente clave, el calor del aire viciado se transfiere al intercambiador sin que los flujos de aire se mezclen directamente (la transferencia de calor). Por lo tanto, el aire caliente que se está expulsando transfiere su calor al intercambiador sin contaminar el aire fresco entrante.
Simultáneamente, el sistema toma aire fresco del exterior a través de una unidad de suministro, lo hace pasar por el intercambiador de calor y lo precalienta utilizando el calor recuperado del aire viciado. Esto asegura que el aire fresco que ingresa al interior de la vivienda esté a una temperatura más cercana a la del interior, lo que reduce la necesidad de calentamiento adicional. Aquí hay que matizar que en función de la calidad del núcleo del recuperador, la transmisión o intercambio térmico también será más alta.
El aire precalentado y filtrado se distribuye a través de conductos en las habitaciones de la vivienda, proporcionando un suministro constante de aire fresco y limpio. Al mismo tiempo, el aire viciado se expulsa al exterior.
Los sistemas de ventilación con recuperación de calor suelen estar equipados con controles automáticos que ajustan la velocidad de los ventiladores y la cantidad de calor transferido según las condiciones y las necesidades de la vivienda.
Qué partes tiene
Este sistema consta de varios componentes, incluyendo:
- Unidades de ventilación: hay dos unidades de ventilación, una para la entrada de aire fresco (unidad de suministro) y otra para la extracción de aire viciado (unidad de extracción). Estas unidades están equipadas con ventiladores y filtros para garantizar que el aire que entra sea limpio y que el aire que sale esté libre de partículas no deseadas.
- Intercambiador de calor: el intercambiador de calor es el corazón del sistema. Está diseñado para transferir el calor del aire saliente (caliente) al aire entrante (frío) sin que se mezclen directamente. Esto permite recuperar la energía térmica del aire que se expulsa y usarla para precalentar el aire fresco que ingresa a la vivienda.
- Conductos: se utilizan conductos para distribuir el aire fresco precalentado a las habitaciones y para recolectar el aire viciado de las áreas húmedas, como baños y cocinas.
- Controles: los sistemas de ventilación con recuperador de calor suelen contar con controles automáticos que ajustan la velocidad de los ventiladores y la cantidad de calor transferido según las necesidades de la vivienda.
Ventajas que ofrece
La ventilación con recuperador de calor es una forma de ahorrar energía y dinero mediante el tratamiento del aire frío o caliente que entra en la vivienda. Un sistema que ofrece ventajas como:
- Recuperación de calor: al transferir el calor del aire saliente al aire entrante, el sistema evita que el calor escape por completo al exterior, lo que ayuda a mantener la temperatura interior más constante.
- Ahorro de energía: los recuperadores de calor logran mantener una temperatura constante y reducir las pérdidas de calor en el hogar, lo que hace que los sistemas de climatización tengan que funcionar a menos ritmo lo que se traduce en menos consumo y una factura energética menor.
- Suministro constante de aire fresco: a pesar de mantener las ventanas cerradas, un sistema de ventilación con recuperador de calor asegura un suministro constante de aire fresco, evitando que el interior se vuelva viciado y poco saludable.
- Reducción de la humedad: al extraer aire húmedo de las áreas como baños y cocinas, el sistema también contribuye a mantener un ambiente interior más seco, lo que a su vez ayuda a sentirte más cálido y confortable.
- Mayor eficiencia energética: al reducir la pérdida de calor y evitar la necesidad de abrir ventanas para ventilar, estos sistemas pueden ayudarte a ahorrar en costos de calefacción al tiempo que mantienen una temperatura constante.
- Mejorar la calidad del aire: gracias a los filtros de aire que equipan estos sistemas, se logra eliminar del aire partículas perjudiciales que pueden ser dañinas para la salud. Además evita picos de calor o frío y fluctuaciones de temperatura.
Imagen portada | Vaillant
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