Aunque puede parecer buena idea dejar activada esta opción para programas en general, restará impacto a la escucha de nuestras series y películas
En anteriores ocasiones hemos visto algunos trucos y consejos para mejorar el sonido de nuestros televisores planos sin comprar ningún equipo adicional, ya sea mediante ajustes en los diferentes menús o jugando con la colocación de la tele y la acústica de la sala.
Sin embargo, andar toqueteando en la configuración de los parámetros del televisor, barra de sonido o equipo de cine en casa puede hacer que, dependiendo de la opción seleccionada en vez de mejorar la calidad sonora la empeoremos todavía más, a veces sin darnos cuenta de que lo hemos hecho.
Es por ejemplo el caso de la función conocida como Dynamic Range Compression, compresión del rango dinámico o DRC, que cada fabricante suele llamar con un nombre diferente, como "compresión dinámica", "escucha nocturna", "volumen dinámico", "modo nocturno", etc., pero suelen ofrecer más o menos lo mismo, con diferencias en cuanto a cómo realizan su tarea, claro.
En teoría se trata de una tecnología que nos hace la vida más fácil y que nos permite aprovechar mejor el potencial de nuestros equipos, por lo que podríamos estar tentados a activarla en nuestras teles y sistemas de sonido donde se nos dé la opción. Sin embargo, tras una aparente mejora puede que nos arrepintamos y decidamos volver a desconectarla.
Índice de Contenidos (2)
Para qué sirve el DRC en las teles y equipos de cine en casa
El rango dinámico en los sistemas de audio nos indica la diferencia entre los sonidos más suaves y los más ruidosos que hay en la grabación. Y es una característica con la que suelen jugar los equipos de televisión y cine en casa para lograr una escucha más agradable en algunas circunstancias.
La idea tras los sistemas de compresión de este rango dinámico es poder subir el volumen a los sonidos y efectos especiales más suaves, como por ejemplo los pasos de un personaje, el viento, etc., al tiempo que se rebajan los más fuertes y potentes como un disparo o una explosión.
Esto permite que toda la banda sonora se mantenga en un rango de escucha tolerable, agradable para el espectador, sin que nos perdamos los detalles cuando tenemos el volumen bajo, escuchando mejor los diálogos y no molestando a familia o vecinos en nuestros visionados de cine de acción, musicales, etc.
Lo normal es que la propia pista de audio contenga información extra sobre cómo hacer esta compresión de forma eficaz. De hecho, los formatos basados en Dolby Digital cuentan con metadatos integrados en los que los creadores de contenidos pueden introducir diferentes niveles de DRC diferentes para distintas partes de la banda sonora como diálogos, efectos, música, etc.
Esto permite a la tele, barra de sonido o home cinema saber qué debe atenuar o reforzar en cada momento y en qué medida, aunque cada vez más procesadores digitales de sonido son capaces de ajustar sobre la marcha este tipo de parámetros para ofrecernos un control de decibelios que se ajuste a nuestras expectativas sobre cualquier tipo de contenido.
Muy bien, hasta aquí parece que todo son ventajas, ¿dónde está el problema con esta tecnología? Pues que tras activar las opciones de escucha nocturna, incluso también con las de volumen inteligente, lo que estamos haciendo es manipular la pista de sonido original restando dinámica a la banda sonora.
Solo para uso en casos puntuales
Esto implica que todos los sonidos van a estar más o menos en un nivel de decibelios próximos entre sí, da igual si es una conversación, el aleteo de un colibrí o el rugido de un dinosaurio. Todo se escuchará con un volumen similar y perderemos esa "pegada" e impacto que buscamos en nuestros sistemas de cine en casa.
Estaremos por tanto reduciendo esa sensación de tener un "sonido de cine" que esperábamos al comprar nuestros equipos, pero no solo lo notaremos al ver películas. En series, programas convencionales y documentales también percibiremos el efecto.
Incluso en videojuegos tendremos un sonido menos impactante y si somos de escuchar música desde la tele, la barra de sonido o el home cinema perderemos realismo en la representación de los instrumentos ya que manipularemos la mezcla de sonido con resultados poco satisfactorios.
Entonces, ¿no hay que activar nunca esta opción? Tampoco es eso, ya que es muy útil para ver cine de acción por las noches cuando queremos primar el no molestar a nadie sobre la calidad de sonido.
La idea con esta tecnología es saber qué estamos haciendo cuando la conectamos y sobre todo acordarnos de que la tenemos puesta. No sería la primera vez que en mi caso la he conectado en el receptor AV para un día en concreto y luego semanas más tarde al querer ver una película en todo su esplendor el sonido me parecía muy pobre, sin dinámica, hasta que por fin me acordaba de que la dejé activada.
Imagen portada | José Antonio Carmona
En Xataka Smart Home | Cómo mejorar el sonido de la Smart TV con unos sencillos ajustes y sin comprar ningún equipo adicional
Ver todos los comentarios en https://www.xatakahome.com
VER 0 Comentario