A la hora de protegernos del calor y hacer de nuestra casa un lugar más confortable, existen muchas formas de hacerlo. Lo normal es que para lograrlo usemos sistemas de climatización y ahí está la aerotermia, los aires acondicionados (de los que enfrían) o incluso un simple ventilador.
Pero si no queremos consumir electricidad para hacerlo, también hay otros elementos que podemos usar en casa y que permite que nuestro cuerpo no sufra las altas temperaturas. Si no sabes como un simple cojín puede ayudarte a evitar el calor, este es tu artículo.
Sin tener que enchufar
Junto a los trucos que ya conocemos para evitar el calor como refrescar la casa, usar la ventilación cruzada o emplear estores, cortinas y persianas, hay algunos elementos en forma de accesorios que quizás ya tenemos en casa. Cojines refrigerantes, mantas térmicas, fundas de cama para frío, pulverizadores, ventiladores de cuello...
Además de por ejemplo, crear unos horarios inteligentes de forma que puedas aprovechar las horas más frescas del día para hacer actividades que requieran más esfuerzo físico, realizando las tareas más pesadas por la mañana temprano o al atardecer, cuando la temperatura sea más baja, el uso de estos elementos también puede ayudar.
Por ejemplo en el mercado existen las mantas refrescantes. Quizás no te hace la idea de usar una manta en verano, pero este tipo de producto está diseñado para rebajar la temperatura corporal, varios grados (entre 1 y grados).
Las hay creadas con distintos materiales de fabricación y su funcionamiento se basa en el empleo de distintos tipos de fibras que son capaces de generar una sensación de frescor y a la vez absorber la temperatura de nuestro cuerpo.
En este sentido, basta darse una vuelta por algunas tiendas online, para encontrar múltiples soluciones que van orientadas en este sentido. Y es que no hay solo mantas que enfrían, sino que también hay almohadas que evitan que pases calor.
El funcionamiento es parecido al de las mantas. En función de su composición, este tipo de almohada cuenta con un sistema de regulación de la temperatura que evita la acumulación de calor, hace sudar menos y optimiza la temperatura para dormir. De hecho, en casa tenemos un cubrecolchón que emplea esa misma tecnología y se nota.
Incluso de puede usar un enfriador de almohadas. Se trata de complementos que evitan el calor que se acumula en la tela. A base de combinar gel y tejidos como el algodón, se logra que el calor corporal se absorbe en gel en el área de contacto de la almohada y que la misma permanezca fría.
En este sentido, es importante emplear materiales frescos a la hora de por ejemplo, cubrir sillones, cama o sofás. Opta por ropa de cama, cortinas y muebles hechos con telas ligeras y transpirables, como algodón, cáñamo, lino, seda, bambú, que ayuden a mantener una sensación de frescura.
Cuidar telas y colores
Las telas porosas serán tus mejores amigas para evitar el calor. Hay que buscar prendas a base de telas que permitan la transpiración y que de paso, dejen escapar el calor que nuestro cuerpo genera. Hay que evitar los tejidos sintéticos y apostar por el algodón, cáñamo, lino, seda, bambú... y a ser posible usar siempre prendas de colores claros evitando tonos oscuros.
Además, puedes aprovechar plantas y vegetación. Ya hemos visto cómo usarlas en fachadas. Puedes además colocar plantas en el interior de la casa y así ayudar a refrescar el ambiente. Las plantas liberan vapor de agua a través de la transpiración, lo que puede reducir la temperatura y aumentar la humedad relativa del aire.
Pulverizadores y algo más
Los pulverizadores pueden ser una herramienta útil para refrescarte y aliviar el calor durante los días calurosos. Eo sí, es sólo una medida temporal para aliviar el calor y refrescarte.
Puedes aprovecharlo dirigiendo e el pulverizador hacia tu cuerpo y rociando el agua sobre tu piel expuesta (cara, el cuello, los brazos o cualquier otra área) pero también sobre tu ropa y así ayudar a reducir la sensación de calor.
Mantén el pulverizador a cierta distancia de piel o ropa para obtener un rocío más fino y uniforme o úsalo con un ventilador para así obtener un efecto refrescante aún mayor rociando el agua frente al ventilador para que el aire que sopla a través del agua mojada te refresque.
Recuerda que los pulverizadores son solo una medida temporal para aliviar el calor y refrescarte. También es importante mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua y buscar lugares con sombra para protegerse del calor excesivo.
Los ventiladores para cuello son otra posibilidad y aunque es cierto que pueden funcionar con pilas o baterías, lo calificamos como un accesorio personal. Puedes usar un dispositivo de este tipo colocándolo en el cuello como una especie de collar o colgante, con las aspas del ventilador apuntando hacia arriba.
Los ventiladores de cuello suelen ser livianos y compactos, lo que los hace cómodos de llevar. Estos ventiladores son especialmente útiles en situaciones en las que necesitas refrescarte en entornos calurosos y húmedos. Proporcionan una sensación de alivio al proporcionar una brisa fresca directamente en el área del cuello y la cara.
Con soluciones de este tipo puedes conseguir rebajar la temperatura corporal y ayudar a que el ambiente de casa sea un poco más fresco para así intentar superar los calores del verano, sin tener que depender de la electricidad.
Imagen portada | Nataliya Vaitkevich
En Xataka SmartHome | Dormir con calor en verano es posible y establecer corrientes de aire en casa puede ser la clave para lograrlo
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