Hace unas semanas comentábamos en este artículo sobre diferentes modelos de televisores inteligentes económicos que nos gustaría comprar con precios por debajo de los 500 euros y que podrían llegar a ofrecer un resultado de lo más satisfactorio.
A priori puede parecer que un televisor con un precio habitual muy barato (no me estoy refiriendo a un momento puntual en el que tenga un superdescuento que pueda ofrecer una tienda o marca, sino al precio base del equipo), no debería ser capaz de atraer el interés de usuarios que buscan un modelo solvente en el que ver todo tipo de contenidos con buena calidad, pero hay algunas razones para que esta suposición no sea siempre cierta.
De hecho, la organización de consumidores OCU ha elaborado un reciente estudio en el que han analizado las bondades de este tipo de aparatos de televisión económicos y de diagonal pequeña, señalando algunas ventajas al respecto que pasamos a analizar a continuación.
Mejor integración en la casa
En primer lugar tenemos una razón obvia para apostar por un modelo de televisor pequeño: su integración en la habitación donde vayamos a instalarlo será relativamente más sencilla.
Podremos colocarlo en más paredes o sobre más tipos de muebles, no necesitando tanto espacio como en las versiones de más pulgadas, por lo que suelen ser la única opción en el caso de querer poner una tele en el dormitorio, la cocina, una terraza o similar.
Un menor tamaño también suele indicar un menor peso, por lo que también podemos instalar este tipo de pantallas en paredes más delicadas o sobre soportes menos resistentes que con los modelos de más de 55 pulgadas que suelen sobrepasar los 20 kilos.
En general, no conviene pasarse con el tamaño de la diagonal de nuestra tele para tener un visionado más confortable y sin sufrir el efecto "partido de tenis" al tener que movernos para poder ver toda la pantalla. Es algo que ya comentamos en su día en este artículo donde repasábamos las ventajas e inconvenientes de las teles grandes así como las diagonales recomendadas para las distancias en la sala.
Menor consumo energético
Este punto es clave si hacemos un uso intensivo de nuestro televisor y lo vamos a tener encendido un montón de horas cada día, ya que aunque no son grandes consumidores de energía puntual (por ejemplo si los comparamos con otros aparatos como radiadores, hornos, etc.) su utilización diaria y permanente puede hacer que la factura de la luz se dispare.
De hecho, ya comentamos a fondo en este artículo que podemos llegar ahorrar una importante cantidad si cambiamos un viejo televisor de tubo, plasma o de los primeros LCD del mercado por uno moderno mucho más eficiente.
Eligiendo un televisor pequeño el consumo será mucho más reducido, dado que la superficie de pantalla a iluminar se va a reducir sustancialmente. Pero además si compramos un modelo barato en general el consumo bajará todavía más. ¿Cuál es el motivo?
Pues que los fabricantes suelen dejar las funcionalidades y componentes más potentes para los aparatos de gamas más altas, introduciendo en las más económicas procesadores más sencillos, sin tanta capacidad para realizar escalados y mejoras de la imagen pero que gastan mucha menos energía.
Esto hace que el consumo eléctrico en los televisores de gamas medias y bajas sea inferior que en su equivalente en tamaño de las gamas altas, donde también se ofrecerán niveles de brillo mucho más elevados para visualizar contenidos con alto rango dinámico, algo que quizá no queramos hacer en una pantalla secundaria que vamos a colocar en la cocina.
Calidad de imagen y sonido
Este punto es un poco más controvertido y en algunos casos puede que no esté muy de acuerdo con lo que dice la OCU. Ellos argumentan que la calidad de imagen y sonido de los televisores más pequeños y baratos es lógicamente menor que la de los modelos más punteros, pero que no tiene por qué ser mala. De hecho, citándoles textualmente afirman que:
"Aunque sin ser sobresaliente, muchos modelos por menos de 500 euros cuentan con una buena calidad tanto de imagen como de sonido, además de un equipamiento satisfactorio."
Esto es cierto, pero dependiendo de las expectativas de satisfacción que tengamos, ya que no es lo mismo comprar una tele "auxiliar" para el dormitorio o la cocina a la que no le vas a prestar mucha atención que un modelo para el salón que vas a usar a diario.
Por mi experiencia, los modelos muy económicos (por debajo de 300 euros) tienen un sonido generalmente muy pobre que incluso en los más pequeños de 32 o menos pulgadas no llega a convencerme ni para tenerlo de fondo como acompañamiento.
Este tipo de modelos también prescinden de capacidades de proceso decentes, por lo que la experiencia de usuario al final se resiente con canales que tardan en aparecer, menús que se eternizan, opciones de configuración que no funcionan bien, reproducción de archivos multimedia que se atascan, etc.
En cuanto a la calidad de imagen, lógicamente también será inferior, tanto en resolución con modelos que no ofrecen ni 4K como en capacidad de entrega de brillo, en contrastes más pobres y colores menos fieles, generalmente abusando de una saturación excesiva para llamar la atención.
En mi opinión este punto de la calidad e imagen y sonido es el más relevante al apostar por un televisor pequeño y además de bajo precio. ¿Significa esto que no conviene comprar nunca uno de estos modelos? Pues, no, ya que hay casos de uso donde son más que bienvenidos.
Además de los dos primero puntos que hemos comentado antes (mejor integración y menos consumo eléctrico), los televisores pequeños y baratos son una estupenda opción para usarlos como pantallas secundarias del hogar, esas que no vas a estar usando para ver cine y series con la máxima calidad pero que si quieres tener por ejemplo acompañándote de fondo mientras cocinas o haces otras cosas.
También son una buena opción como pantalla para el dormitorio, para la habitación de los más pequeños, para llevar y traer a una segunda residencia, etc. De hecho, aunque por ejemplo tengamos presupuesto para hacernos con un modelo más caro y de mayor diagonal quizá nos resulte más adecuado en este tipo de casos que acabamos comentar comprar un televisor pequeño y barato, por lo que no conviene dejarlos olvidados en nuestra decisión de compra.
Imagen portada | Eva Rodriguez
En Xataka Smart Home | Si me tuviera que comprar una Smart TV por menos de 500 euros, me compraría esta
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