A la hora de comprar un frigorífico y tras fijarnos en los diferentes factores y especificaciones técnicas, nos lo traen a casa, lo instalamos y hay un punto importantísimo que conviene ajustar: la temperatura de enfriado más adecuada para cada época del año.
Se trata de un factor de gran relevancia en un doble sentido: en primer lugar porque es esencial para que el electrodoméstico pueda cumplir adecuadamente su función de conservar los alimentos, pero además sumamente importante si queremos ahorrar cada mes en la factura de la luz
Elegir una temperatura adecuada permitirá que los alimentos se mantengan más tiempo frescos, que duren más y desperdiciemos menos comida. Pero bajar mucho el nivel de enfriamiento del equipo puede ser contraproducente y disparar el consumo eléctrico.
La temperatura ideal del frigorífico y congelador: pautas generales
Al contrario de lo que podríamos pensar, no siempre es conveniente elegir la temperatura más fría que nos permita nuestro aparato, ya que podemos estropear algunos alimentos y sobre todo gastar energía de forma innecesaria. El motivo es que mantener un frigorífico funcionando durante todo un mes puede llegar a costar aproximadamente entre 3,5 y 7 euros en función del tamaño, características, prestaciones y temperatura que elijamos.
Además, cada grado centígrado extra que le pidamos bajar al compresor puede suponer un gasto adicional de electricidad de entre el 7 y el 10%, lo que redundará en un incremento de coste a final de mes.
Entonces, ¿Cuál es la más recomendada por los expertos? Pues hay diferentes estudios y recomendaciones de fabricantes y organizaciones de consumidores, coincidiendo la mayoría en el mismo rango tanto para la parte de la nevera como la del congelador.
Por ejemplo, según la OCU e Iberdrola, la temperatura óptima se sitúa en torno a 4°C, aunque el margen real oscila entre los 3 y los 5 grados, en función de lo vacía o lo llena que esté la nevera y la época del año. Por su parte, la temperatura ideal del congelador se sitúa entre los - 17-18°C en el rango superior y los - 22-24ºC en el inferior.
Otras marcas como LG recomiendan mantener el frigorífico a una horquilla de temperaturas más amplias, de entre 2 y 8 grados centígrados, mientras que compañías como AEG hacen lo propio en el rango de 3 y 5 grados. Este fabricante también nos da recomendaciones concretas para el congelado de ciertos alimentos como el pescado o la carne.
Así, por norma general los pescados deben congelarse por lo menos a -20º C durante 24 horas y las carnes a -18ºC durante al menos 72 horas. Pero como no vamos a estar cambiando el termostato cada vez que metamos algo en el congelador, la recomendación final de la marca es "fijar la temperatura del congelador en -18º C y congelar cualquier alimento al menos durante 5 días antes del momento de consumo."
La temperatura ideal en la época navideña
Muy bien, todas estas cifras son generales, pero ¿hay algún cambio por estar en la temporada de invierno y si queremos conservar bien las comidas navideñas? Pues podemos hacer ligeras modificaciones que redundarán en un ahorro eléctrico en nuestras facturas, aunque estas variaciones dependerán del uso que hagamos del aparato.
Así, en las épocas de frío donde la temperatura exterior del frigorífico (la que hará en la cocina) es más reducida, podemos ser algo menos exigentes con el enfriamiento que pedimos al aparato y seleccionar las temperaturas más altas de los rangos antes mencionados en la zona de la nevera. Por ejemplo, podemos seleccionar esos 5 grados recomendados que dan algunos expertos y marcas como tope superior para dentro del frigo, suponiendo claro que la temperatura de la cocina sea reducida (no superior a 20 grados), y los -18 grados para el congelador.
Con esto conseguiremos bajar la factura y que cada vez que abramos la puerta la humedad relativa que entre cause menos condensación en el interior. Sin embargo, en la época navideña esta recomendación puede ser ligeramente diferente dependiendo del tipo de celebración que hagamos.
Si no vamos a encargarnos nosotros de elaborar cenas y comidas, ni a celebrar las reuniones en casa, podemos seguir la pauta anterior de subir un par de grados el termostato suponiendo que la temperatura habitual de la cocina en estas fechas sea baja. Pero si vamos a ser anfitriones las cosas cambian, o por lo menos en los días más señalados del mes como Nochebuena, Navidad y Nochevieja.
En estos casos donde nos encargaremos de celebrar reuniones en casa van a suceder varias cosas que hay que tener en cuenta. Para empezar tendremos que almacenar más cantidad de comida, pero también probablemente elaboremos más platos calientes usando hornos y placas, por lo que subirá la temperatura de la cocina. Además, la puerta del frigorífico tenderá a abrirse con mayor frecuencia para sacar y meter productos, bebidas frescas, hielos, etc.
Por todo ello, estas fechas clave de uso intensivo de la nevera y el congelador la recomendación es optar por el valor mínimo de los rangos antes mencionados. Es decir, podemos seleccionar una temperatura de unos 3 grados en la parte de la nevera y entre -21 y -22 en el congelador, si nuestro modelo lo permite.
Imagen portada | PXHere
En Xataka Smart Home | Cómo colocar los alimentos en el frigorífico para mejorar su conservación y que aguanten más tiempo