Ya conté en su momento, como había probado a conectar en casa el televisor usando el cable Ethernet y el WiFi y cuál había sido la diferencia en rendimiento entre ambos. Al final, opté por dejar el cable en la videoconsola y seguir por WiFi con la tele.
Conectar la tele y otros dispositivos sin tener que usar el cable es una ventaja. En mi caso, el router está en otra habitación, aunque no muy lejana y por eso opté por este tipo de conexión. Sin embargo hay situaciones en las que aunque un router esté cerca de la tele, pueden aparecer problemas. Y estos son normalmente los causantes y ya lo contó nuestra compañera Eva al relatar los problemas con los que se topó.
El hecho de depender de una conexión inalámbrica, no hace sino favorecer la aparición de todo tipo de interferencias. Hemos visto por ejemplo como el microondas puede afectar al rendimiento de la red WiFi o como se han de evitar paredes con tuberías que dificultan la distribución de la señal. Pero hay otros elementos en casa que también pueden provocar que incluso aunque el router esté cerca, se den problemas de funcionamiento y de recepción.
Una mala idea
En este caso el problema lo he experimentado en casa de un familiar muy cercano. Tiene el router junto a la tele y sorprendentemente cuando ven contenido en Netflix y otras plataformas experimentan cortes y pixelaciones, lo que quiere decir que la señal no llega con la potencia suficiente.
Y es que aunque no lo parezca porque tienen el router junto a la tele, hay algunos factores casi invisibles, que pueden provocar fallos en la distribución de la señal.
En este caso, lo primero que hicimos fue comprobar la calidad de la señal en ese punto junto a la tele, pero también determinar la velocidad que llegaba en ese mismo lugar. Empleamos el móvil y aplicaciones como nPerf, pero hay muchas más como NetSpot (Windows, macOS), Ekahau HeatMapper (Windows), Acrylic (Windows), VisiWave o AirMagnet Survey PRO (Windows). Lo curioso, es que en otros puntos más alejados del router, la señal llegaba de una forma más estable.
El objetivo era comprobar que el problema no estaba en el router antes de probar a reniciarlo. Para eso, también nos fijamos en las luces y demás indicadores del router para ver si había algún aviso de algo que no funcionase bien. Y nada... todo apuntaba de forma correcta. Por lo tanto el problema era otro.
Por las interferencias
Y es que hay que tener en cuenta un factor. Colocar el router cerca de la televisión podría interferir con la señal WiFi, lo que podría afectar la calidad de la conexión a Internet en dispositivos inalámbricos cercanos.
La señal del WiFi puede verse debilitada por las interferencias electromagnéticas provenientes del televisor. Esto se traduce en una bajada de la velocidad y la aparición de posibles cortes o microcortes. Por eso, en ese punto, la señal, al medir con el móvil, era más inestable.
Ambos dispositivos generan campos electromagnéticos como parte de su funcionamiento normal. La proximidad física puede hacer que estos campos electromagnéticos interfieran entre sí, lo que puede afectar la calidad de la señal y provocar problemas en la transmisión de datos o en la recepción de señales de televisión.
Pero es que no hay que olvidar que el televisor genera calor. De hecho, en casa el termostato y el termómetro, situados cerca de la tele, marcan una temperatura superior al resto de la habitación. Este calor que genera la tele también afecta al router, que ya por defecto se calienta y un exceso de temperatura (que además, se incrementa por una mala ventilación) puede hacer que el router funcione peor.
Para evitar interferencias, se recomienda mantener una distancia adecuada entre el router y otros dispositivos electrónicos sensibles, como las televisiones, pero también lejos de ordenadores, microondas, sistemas de aire acondicionado o de instalaciones con tuberías. Lo ideal es colocar el router en un punto a media altura, bien ventilado y en una posición intermedia que permita la distribución de la señal a todos los puntos de la casa.
También es útil ajustar la configuración del router, cambiando el canal WiFi o utilizando la banda de 5 GHz si es compatible, ya que esto puede reducir la probabilidad de interferencias con otros dispositivos en la misma frecuencia.
Otros sospechosos habituales
Pero además, puede haber más responsables. Así por ejemplo, ya vimos como hasta la conectividad USB 3.0 puede provocar problemas de conexión. Al utilizar el protocolo USB 3.0 por medio de cables, o dispositivos compatibles, se pueden generar interferencias a la red de 2,4 GHz. Esto puede ocurrir si tenemos el router cerca de un dispositivo con este tipo de puerto.
Las interferencias en este caso suelen afectar a la banda de 2,4 GHz, aunque no tanto a la de 5 GHz, por lo que si tienes muchas conexiones USB 3.0, lo más recomendable es tirar de la red de 5 GHz.
Pero no acaban aquí las posibles causas que hacen que el WiFi funcione peor aunque esté cerca de la tele. Y es que otro de los que aparece en la lista de sospechosos es el Bluetooth.
El Bluetooth y el WiFi son dos tecnologías inalámbricas que utilizan frecuencias de radio para la transmisión de datos. Ambas operan en la banda de frecuencia de 2.4 GHz, lo que puede provocar interferencias cuando se utilizan simultáneamente en dispositivos cercanos.
Además, entre ellas pueden provocar interferencias de forma recíproca. El Bluetooth puede provocar una mala conexión a internet y a su vez el WiFi puede hacer que la conexión WiFi funcione de forma incorrecta.
No hay que olvidar que en la casa también hay multitud de dispositivos que pueden provocar interferencias en la red WiFi. Un clásico son los microondas, puesto que emiten fuertes señales electromagnéticas en la banda de 2.4 GHz, que es la misma banda utilizada por muchas redes WiFi. Pero además pueden interferir móviles, monitores para bebés, algunos sistemas de seguridad y cámaras inalámbricas y hasta reproductores de vídeo en streaming y consolas de juegos inalámbricas.
Y para finalizar, hay estructuras en casa que es necesario tener en cuenta al "colocar" el router. En este sentido hay que evitar que quede atrapado dentro de un mueble, aunque sea de madera, pero además que no tenga objetos a su alrededor, sobre todo objetos metálicos (como grandes electrodomésticos) o volúmenes de agua de gran tamaño (como peceras), ya que pueden bloquear la señal saliente del router y la entrante procedente de los dispositivos como móviles, portátiles, etc.
Foto de portada | Max Rahubovskiy
En Xataka SmartHome | Este es el peor lugar de la casa para colocar el router WiFi si quieres tener buena velocidad en Internet