Siendo cuidadosos con la temperatura seleccionada podemos lograr importantes ahorros en la factura eléctrica cada mes
A la hora de ahorrar en la factura de la luz conviene conocer cuáles son los electrodomésticos que más energía consumen en casa para poder realizar un uso más cuidadoso e inteligente, como vimos en su día para equipos como aires acondicionados, frigoríficos o lavadoras.
Pero también hay otro aparato en casa que puede ser un gran derrochador de energía: el encargado de generar el agua caliente sanitaria que llega a nuestros grifos, como puede ser un termo eléctrico.
En general en todos los casos el funcionamiento es muy simple. Solo hay que seleccionar la potencia a la que se calienta el agua o una temperatura objetivo y el equipo se encarga del resto. Pero de la elección de esta temperatura dependerá que nuestro gasto en electricidad dispare a final de mes. ¿Cuál es la temperatura ideal para el agua caliente sanitaria en casa?
La temperatura ideal del agua en un termo eléctrico
A la hora de seleccionar una temperatura para nuestra agua caliente sanitaria en casa cada familia y cada usuario particular puede tener sus preferencias concretas. Hay a quien le gusta el agua templada y los que parece que quieren cocer cangrejos en la bañera.
No obstante, conviene seguir unas recomendaciones básicas si lo que queremos lograr es la máxima eficiencia energética y el mínimo coste. Así, aunque la mayoría de termos permiten lograr temperaturas de hasta 70-80 grados, lo conveniente son unos niveles mucho más bajos.
Por ejemplo, en la Guía Práctica sobre instalaciones individuales de calefacción y agua caliente sanitaria, publicada por el IDAE podemos comprobar algunas recomendaciones al respecto que diferencian entre los distintos tipos de calentadores de agua que tengamos:
- En el caso de contar con un sistema de acumulación, como es el caso de los termos eléctricos y dadas las limitaciones en cuanto a capacidad de almacenamiento, la temperatura del agua debe ser algo más elevada en origen para conseguir suficiente producción de agua caliente en la vivienda.
- Así, la temperatura recomendada está entre 55 y 60°C, aunque luego se consuma a unos 40°C una vez la hemos mezclado con la fría.
- También es recomendable el uso de grifería termostática en las duchas, lavabos y bañeras que permita seleccionar más fácilmente la temperatura deseada.
Seleccionando estas temperaturas en nuestros equipos conseguiremos tener agua caliente sanitaria gastando lo mínimo posible, aunque hay varios inconvenientes. Por ejemplo puede que el grifo del cuarto de baño esté muy alejado de la caldera o termo y no nos llegue el agua bien caliente si dejamos temperaturas tan bajas.
En este caso tendremos que comprobar nuestra situación particular y subir algún grado más en el termostato para lograr la temperatura deseada. Por eso no es extraño si de vez en cuando tenemos que elegir valores por encima de esos 60 grados máximos recomendados.
Si bien es cierto que seleccionar temperaturas superiores a 50 grados va a incrementar notablemente el consumo eléctrico de los aparatos, puede llegar a ser útil de forma puntual en algunos casos. Por ejemplo si tenemos un termo con poca capacidad y queremos aumentar el volumen de agua caliente que tengamos en casa.
Es una situación habitual si por ejemplo hay invitados y va a utilizarse más agua de lo habitual. Así podremos mezclar la fría que sale directamente del grifo con esta temperatura sobrecalentada almacenada en el depósito y lograr una temperatura media ideal.
Además, muchos fabricantes de termos recomiendan también poner al máximo sus equipos (esto es más de 75-80 grados) de forma periódica (por ejemplo cada varios meses) para evitar la proliferación de bacterias y microorganismos en el depósito de agua.
Más información | IDAE
Imagen portada | Ariston
En Xataka Smart Home | Cómo optimizar y usar tu termo eléctrico para ahorrar en la factura de la luz
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