Llega el calor y muchos usuarios comienzan a usar un dispositivo que se ha pasado varios meses en modo espera (a no ser que tenga una bomba de calor). Es el aire acondicionado, una de las opciones a la hora de climatizar nuestro hogar y cuando vuelve a funcionar puede que nos haga unos guiños que no debemos pasar por alto.
Hemos visto ya cuáles son las labores de mantenimiento básicas para que cada año el aire acondicionado pueda funcionar con plenas garantías. Pero con el paso del tiempo puede que el funcionamiento no sea el adecuado y que ni el mantenimiento básico sirva para solucionarlo. En este proceso de envejecimiento el aire acondicionado puede avisarnos de distintas formas y por eso vamos a repasar cuáles son los síntomas más comunes que nos indican que es necesario cambiar de aire acondicionado.
El tiempo pasa para todos los dispositivos que tenemos en casa. Todos tienen una vida útil que será más o menos larga en función del uso que le damos pero que también está relacionada con la calidad del mantenimiento que le damos. El aire acondicionado por la forma de emplear lo que tiene, es uno de los que cuenta con una fecha de caducidad más larga pero aún así sigue presente.
Generalmente, la vida útil de un aire acondicionado es de 15 años de antigüedad, llegado el momento puedo hacer pequeños guiños que avisen que es la hora de cambiar de dispositivo. A partir de los 10 años pueden comenzar a aparecer fallos y será que es el momento en el que hay que estudiar si basta con una reparación por parte del servicio técnico, o será necesario cambiar de aparato.
Averías frecuentes
En este sentido el aire acondicionado no se diferencia de otros dispositivos o de otros elementos con los que convivimos. Lo mismo que las averías frecuentes en un vehículo indican que ya puede haber llegado el momento del cambio, en el aire acondicionado son un síntoma clásico de que quizás repararlo no sea lo más adecuado.
Cuando el aire acondicionado comienza tener fallos frecuentes lo ideal es consultar con el servicio técnico oficial para conocer si repararlo es lo más interesante o dada la edad del aparato no es algo que ofrezca demasiada garantía y por lo tanto hay que plantearse el cambio.
No enfría como antes
Si cuando comienzas a usar el aire acondicionado de notas que ya no enfría como antes, puede ser un síntoma que indica que ha llegado el momento del cambio pues puede que existan fugas de refrigerante. Un fallo que entre otras cosas puede hacer que el aire sea menos eficiente y tenga un mayor consumo energético.
Si notas una disminución en la capacidad de enfriamiento del aire acondicionado, podría ser debido a una fuga de refrigerante. Esto puede solucionarse con la reparación, buscando la causa o simplemente con una carga de gas. Pero también puede servir que es necesario el reemplazo del sistema, dependiendo de la magnitud de la fuga y la edad del equipo.
Ruidos anormales
Si notas que el aire acondicionado hace sonidos extraños como chirridos, zumbidos o golpes, puede ser un síntoma de que existen problemas que van más allá de una simple limpieza de filtros. Pueden existir problemas mecánicos o eléctricos en el sistema
En un sistema de climatización intervienen multitud de mecanismos, como son motores, ventiladores, turbinas, circuitos de enfriamiento... Normalmente se trata de aparatos pensados para hacer muy poco ruido, pero se llega el momento y hace más ruido de lo normal, es importante consultar con el servicio técnico. Si los ruidos persisten después de una revisión y mantenimiento, puede ser necesario considerar un reemplazo.
Problemas de control
Otro síntoma puede darse cuando existen problemas a la hora de controlar el aire acondicionado o si hay errores a la hora de gestionar la temperatura. Si el termostato o los controles del aire acondicionado no funcionan correctamente, podría ser una señal de que el sistema está fallando y necesita ser reemplazado.
Tiempo del sistema
Lo hemos comentado al principio. La edad del aire acondicionado puede ser un factor importante a considerar y si el equipo tiene más de 10 años o se acerca a los 15 años, es posible que esté llegando al final de su vida útil y sea más rentable reemplazarlo con un modelo más nuevo y eficiente energéticamente.
Consume demasiado
En este sentido es fundamental conocer qué etiqueta energética tiene nuestro aire acondicionado y es que además, si tiene una clasificación mala quizás es el momento de comprar otro más eficiente energéticamente (la clasificación va de la G a la A+++, de menos a mayor eficiencia).
Dicho esto, si por ejemplo nuestro aire tiene la etiqueta A++ y por lo tanto tiene un bajo consumo energético y notamos que cuando lo usamos se dispara más de lo habitual la factura de la luz, tenemos que considerar que quizás esté fallando algo y llamar al servicio técnico.
Si notas un aumento significativo en tu factura energética y el rendimiento de enfriamiento del aire acondicionado ha disminuido, podría ser indicativo de que el sistema está perdiendo eficiencia y necesita ser reemplazado por uno más eficiente energéticamente.
Mala calidad del aire interior
Si notas que la calidad del aire interior ha empeorado, podría ser debido a problemas en el sistema de filtración del aire acondicionado. En algunos casos, reemplazar el sistema completo podría ser la mejor manera de mejorar la calidad del aire en tu hogar.
Buscas algo más moderno
Puede que no se trata de un fallo de funcionamiento y que simplemente tu aire acondicionado se ha quedado antiguo en prestaciones. Si quieres que tu sistema de climatización tenga alguna función nueva puede que no te quede más remedio que pasar por caja y comprar uno nuevo.
Ya sea para usar un gas más respetuoso con el medio ambiente, que cuente con la posibilidad de establecer programaciones o de integrarlo en el hogar, conectado y controlarlo a distancia usando el teléfono gracias a Alexa o Google Home... todas estas funciones no las tendrás si tu aire acondicionado tiene más de 10 años.
Imagen portada | Jose Antonio Gallego Vázquez
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