Los equipos de aire acondicionado cuentan cada vez con más tecnologías y con muy diferentes funciones que sirven para distintas tareas resolviendo múltiples problemas a la hora de lograr la temperatura ideal en casa y un ambiente óptimo.
Sin embargo, no siempre conocemos muy bien qué hace cada función o para qué sirve y nos limitamos a encender el equipo, ponerlo en el modo frío y como mucho cambiar la temperatura objetivo desde el mando a distancia.
Los aires acondicionados pueden hacer mucho más, y a continuación vamos a repasar algunos de los modos de funcionamiento más útiles que no usamos habitualmente para combatir el calor pero que pueden ahorrarnos comprar otros aparatos.
Modo Ventilador: refresca y purifica el aire
Este es un modo del que ya hemos hablado a fondo en este artículo y que es desconocido o poco utilizado por muchos usuarios. Su misión es proporcionar un flujo de aire constante utilizando los ventiladores internos del aparato pero sin activar el compresor del equipo.
De este modo tenemos emisión de aire a temperatura ambiente, como si de un ventilador clásico se tratase, pero con un menor nivel de ruido y un consumo eléctrico reducido.
Esto nos permite por supuesto rebajar la sensación térmica de la sala, pero también renovar el aire de una habitación que esté recargada donde haya habido mucha gente por ejemplo tras una reunión familiar.
Podemos crear corrientes si dejamos alguna ventana o puerta abierta, y además es posible filtrar y purificar el aire de la estancia si nuestro modelo de aire acondicionado cuenta con filtros avanzados en su interior, reduciendo alergias primaverales, a los ácaros, al polvo, etc. ahorrando al mismo tiempo en la factura de la luz al no encender el equipo por completo si no necesitamos realmente enfriar la sala considerablemente sino solo mover el aire.
Modo "Heat" o calefactor
Aunque muchos usuarios habituales de aire acondicionado lo desconocen, la mayoría de modelos modernos pueden funcionar también como bomba de calor, lo que invierte el ciclo del flujo de intercambio térmico permitiendo dar aire caliente en lugar de frío para usarlo en la época de invierno.
Es el equivalente en calor al modo de frío tradicional que solemos utilizar y como en él podemos extraer el máximo potencial de los equipos logrando usar el 100% de las capacidades ofrecidas y con un consumo eléctrico reducido.
La ventaja de este modo es que calienta muy rápido, ofrece una capacidad calorífica equivalente a la de enfriamiento y el gasto en electricidad es muy inferior al que por ejemplo tenemos con un radiador de resistencia convencional, por lo que es una buena alternativa para combatir el frío del invierno.
Modo "Dry" o deshumidificador
Otro factor que interviene en el confort de la vivienda y que puede influir en cuánto gastamos en climatización es la llamada sensación térmica, término que hace referencia a la capacidad de los humanos para percibir ante una misma temperatura externa objetiva distintas sensaciones de frío o calor.
Y uno de los culpables de que esta sensación térmica varíe dentro de casa es el porcentaje de humedad relativa o relación entre la presión parcial del vapor de agua y la presión de vapor de equilibrio del agua a una temperatura dada. Por encima de valores del 50% de humedad relativa en el hogar suele aumentar la sensación de calor y al contrario, con valores inferiores solemos tener la sensación de que hace más frío.
Como vimos en su día al hablar de la temperatura ideal en casa, el RITE recomienda una humedad relativa de entre el 45%-60% para dentro de casa en verano y de entre un 40% y 50% en invierno.
Si en casa tenemos menos cantidad de humedad ambiental podemos recurrir al uso de un humidificador o a dejar recipientes con agua en diferentes zonas para que se evaporen. Pero si tenemos una humedad excesiva podemos optar por usar nuestro aire acondicionado.
La mayoría de modelos cuentan con una función llamada "dry" o "deshumidificador" que permite expulsar el exceso de humedad ambiental que contiene el aire de la habitación. Suele ser muy útil en lugares cercanos a la costa donde se acumula gran cantidad de humedad ambiental, tanto en verano como en invierno.
El consumo eléctrico es más reducido que en el modo normal del equipo, aunque sí hace uso del compresor para producir la condensación del agua en el circuito, generando algo de aire frío dentro de la sala y expulsando el agua después fuera de casa por una tubería de desagüe.
Imagen portada | LG
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