Estamos viviendo la que parece ser la primera ola del calor del año del verano, una estación que acaba de empezar. Toca prepararse para unos meses en los que el sol y las altas temperaturas van a jugar un papel importante en nuestro día día y por eso conviene que nos preparemos para los meses de julio y agosto.
Ya conocemos algunos trucos y consejos para sobrevivir a las altas temperaturas en casa, sin tener que usar aires acondicionados o incluso un simple ventilador. Pero en caso de necesidad, cuando ya no queda más remedio, no está demás conocer cuál de estos dos métodos resulta más conveniente en función de nuestras necesidades.
Aire acondicionado Vs ventilador
Ambos tipos de aparatos buscan esencialmente lo mismo: refrescar el ambiente de casa. Pero para lograrlo, usan sistemas totalmente diferentes. Por ejemplo, un sistema de aire acondicionado, lo que es sacar el calor del interior de la habitación y expulsarlo a la calle.
Por su parte, un ventilador lo que hace es mover el aire y así proporcionar una sensación de enfriamiento en un espacio determinado, si bien es importante tener en cuenta que los ventiladores solo mueven el aire y no enfrían el ambiente en sí mismos, a diferencia de los aires acondicionados.
Dejando claro que ambos tipos de dispositivos tienen mecanismos para funcionar totalmente distintos, también hay que establecer clasificación en cada uno de ellos según el tipo de aparato.
Y es que, por ejemplo, al hablar de aires acondicionados, podemos referirnos a los que usan conductos integrados en la edificación, a los que funcionan mediante un split o a los aires acondicionados portátiles, esos que llamamos popularmente pingüinos y que no necesitan instalación porque sacan el aire al exterior por medio de un conducto que colocamos en la ventana.
En lo que se refiere a los ventiladores, encontramos los modelos de sobremesa o los de suelo, ambos portátiles, que podemos llevar de una habitación a otra. Además están los ventiladores de techo o los que se anclan en la pared, que ya son fijos y que se encargan de mejorar la circulación del aire por toda la habitación.
Y para el que piensa que un ventilador de techo es solo para el verano, se trata de un dispositivo que también permite calentar la casa en invierno moviendo el aire frío hacia arriba y el caliente hacia abajo.
Cambiar la temperatura
Como ya hemos aclarado, el ventilador, lo que hace es agilizar la circulación del aire que se encuentra en la habitación, y no es capaz de rebajar la temperatura. Esto quiere decir, que si el aire es caliente, el ventilador no va a ser capaz de enfriarlo.
Por su parte, los sistemas de aire acondicionado si que enfrían el aire en lugar de simplemente generar corrientes aire. Gracias al gas refrigerante que usan, estos aparatos pueden modificar la temperatura de la habitación o del piso en el que están funcionando y ajustarse a los grados que hemos marcado en el termostato.
Sobre el papel, parece que el aire acondicionado sale ganador, pero en su contra hay que aclarar que tiene un mayor consumo energético. Independientemente de la clasificación energética que aparezca en la etiqueta, el aire acondicionado consumirá más energía en función de la diferencia de temperatura que existe, entre la que hemos marcado en el termostato y la temperatura ambiente en la habitación.
Entonces ¿un ventilador no enfría? Los ventiladores per se no enfrían el aire pero pueden reducir nuestra sensación térmica hasta cinco grados. Sin embargo para qué funcionen correctamente hay que tener en cuenta el límite de temperatura.
El motivo es que un ventilador resulta efectivo cuando el aire que nos rodea está por debajo de la temperatura corporal (unos 35º o 36º). Si la temperatura del aire que respiramos está por encima de nuestra temperatura corporal, usar un ventilador no es una buena idea, puesto que es más que refrescarnos nos va a producir más calor.
En situaciones donde la temperatura es extremadamente alta, se pueden combinar ambos elementos de forma que el ventilador se encarga de mover un aire que ha bajado de temperatura previamente al usar el aire acondicionado. Es una forma de usar de manera óptima ambos elementos, pues se puede usar el ventilador para lograr rebajar la sensación térmica unos grados más sin tener que depender del aire acondicionado.
Además, si se combina el aire acondicionado con un ventilador de techo, el resultado es aún mejor, puesto que este tipo de ventilador lo que hace es mejorar la circulación del aire y lograr una temperatura más estable y continuada, evitando que el aire acondicionado se active y desactive continuamente.
Humedad
Además, y aunque aquí nos hemos centrado en la importancia de la temperatura ambiental, también hay que hacer mención a la humedad. Y es que mientras un aire acondicionado trabaja mejor en ambientes secos, un ventilador funciona mejor en ambientes con cierto grado de humedad.
Además, hay que tener en cuenta que un aire acondicionado al mismo tiempo que refresca, también reseca el ambiente, algo que para algunas personas no resulta agradable. En este caso, se puede combinar el uso de un aire acondicionado con un humidificador, o incluso usar la función de humidificación que tienen algunos modelos.
Si no es posible, siempre podemos colocar en la habitación recipientes con agua cuando se usa el aire condicionado para esta forma evitar que el aire de la estancia se reseque en exceso. Además, nunca debemos olvidar nuestra propia hidratación y beber agua.
Buscar la eficiencia... energética
En este campo, el ventilador sale claramente ganador gracias a su menor consumo energético, que puede ser 10 veces menor en comparación con un aire acondicionado medio. En promedio, el aire acondicionado supone el 1% del consumo eléctrico en los hogares españoles, lo cual se traduce en unos 40kWh (en datos de 2010).
Además, en esta batalla, incluso dentro de los ventiladores se pueden establecer categorías. Y así por ejemplo un ventilador de techo resulta más efectivo y eficiente que un ventilador portátil.
Y si la elección es un aire acondicionado, los modelos portátiles son menos eficientes que los que requieren instalación.
Cuidar nuestra salud
Aunque el cuerpo humano se puede adaptar a los cambios de temperatura, las modificaciones súbitas y los cambios bruscos de temperatura no le sientan bien. Usar un aire acondicionado o un ventilador de forma continuada puede afectar negativamente a nuestra salud.
Un ambiente excesivamente frío puede provocar distintas afecciones en nuestro cuerpo. Desde irritaciones en nuestras vías respiratorias a infecciones provocadas por la presencia de gérmenes y bacterias en unos filtros cuya limpieza no hemos cuidado.
Por eso, y si no queda más remedio que usar un ventilador o un aire acondicionado a la hora de dormir, lo mejor que podemos hacer es establecer una programación y que el aparato se apague cada cierto tiempo. Además, en el caso del ventilador, hay que evitar tenerlo muy cerca al dormir.
Dicho todo esto, a la hora de decantarse por un sistema u otro, lo mejor es conocer cuáles son nuestras circunstancias para determinar cuál es el que resulta más interesante.
Así, aunque un aire acondicionado es la opción más cara y la que tiene un mayor impacto en la factura de la luz, es la mejor opción a usar cuando se trata de combatir temperaturas altas en el interior de casa o cuando en el exterior, el mercurio supera los 40 grados.
Puedes minimizar su impacto evitando su uso en las horas de mayor demanda energética del día y sobre todo combinando su uso con un ventilador, de forma que como ya hemos visto, se logra una temperatura ambiente más estable, sin que el aire acondicionado tenga que trabajar tanto.
Por su parte, un ventilador es aconsejable en situaciones donde las temperaturas en el interior del hogar no son demasiado extremas y siempre y cuando no estén por encima de la temperatura corporal, ya que en ese caso más que refrescar lo que van a provocar las aspas, es una sensación de bochorno.
Tirar de remedios caseros
No obstante, y aunque se use un ventilador o un aire acondicionado, siempre es aconsejable usar otros elementos para minimizar el impacto de las altas temperaturas en casa. Ventilar la habitación temprano, usar materiales aislantes, plantas, aprovecharnos de toldos, persianas o estores... Usar las corrientes de aire, tejidos frescos... cualquiera de estos elementos nos puede ayudar a no tener que depender de un enchufe para no pasar calor.
En Xataka SmarHome | Quiero instalar un ventilador de techo y tengo pladur. Esto es todo lo que debo tener en cuenta
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