Al momento de alquilar o vender una vivienda, además de la documentación habitual, es necesario contar con un Certificado Energético (o Certificado de Eficiencia Energética), un requisito que se ha vuelto imprescindible en los últimos años. Este documento es similar a las etiquetas de eficiencia energética. que conocemos en los electrodomésticos, aunque en este caso se aplica a inmuebles y presenta consideraciones importantes.
Desde el año 2013, la legislación española exige que las viviendas y edificios cuenten con un Certificado Energético. A pesar de que su existencia es cada vez más conocida, muchas personas aún no comprenden completamente en qué consiste. A continuación, explicamos para qué sirve, cuánto cuesta y cómo puede obtenerse.
¿Qué es el Certificado Energético?
El Certificado Energético es un documento oficial redactado por un técnico autorizado que evalúa la eficiencia energética de una vivienda o de un edificio completo. Este informe refleja el consumo energético y la demanda de una vivienda, proporcionando una clasificación que va desde la A (la más eficiente) hasta la G (la menos eficiente).
El objetivo del Certificado es permitir que los futuros propietarios o inquilinos conozcan el comportamiento energético del inmueble que están adquiriendo o alquilando. De esta manera, facilita decisiones informadas sobre el posible consumo de energía para climatización, iluminación y uso de electrodomésticos.
¿Para qué sirve?
El Certificado Energético permite a los futuros propietarios o arrendatarios conocer la eficiencia energética de la vivienda que desean adquirir o alquilar. Su principal objetivo es favorecer aquellos inmuebles con mejores calificaciones energéticas, lo que no solo tiene un impacto ambiental, sino que también ayuda a calcular el posible consumo energético, como el gasto en climatización o uso de electrodomésticos.
Similar a las etiquetas energéticas de los electrodomésticos, el certificado clasifica la eficiencia de la vivienda en una escala de colores y letras, desde la "A" (la más eficiente) hasta la "G" (la menos eficiente). Este indicador permite a los compradores o inquilinos evaluar los costes energéticos asociados a la propiedad.
El Certificado Energético, además de ser imprescindible para comprar o alquilar una vivienda o un edificio, es un requisito indispensable para acceder a ciertas subvenciones destinadas a la mejora de la eficiencia energética en edificios. Presentando un certificado antes y después de una reforma energética, es posible desgravarse entre un 20% y un 60% del IRPF en dichas reformas.
¿Qué se evalúa para emitir el Certificado?
Para emitir el Certificado Energético, un técnico cualificado realiza una inspección detallada del inmueble, analizando elementos como la ventilación, calefacción, agua caliente, iluminación y los materiales de construcción del edificio (suelos, paredes, ventanas y cerramientos). También se tienen en cuenta otros factores como la antigüedad del edificio, los puentes térmicos y los aislamientos en paredes y techos.
El Certificado tiene una validez de 10 años y se basa en el consumo energético del inmueble en condiciones normales de funcionamiento y ocupación durante un año. Además, puede incluir información sobre instalaciones comunes como gas natural o electricidad, así como sobre la envolvente térmica del edificio.
¿Es obligatorio para todos?
Sí, el Certificado Energético es obligatorio en España desde 2013, de acuerdo con el Real Decreto 390/2021. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico exige que sea presentado ante cualquier persona que pretenda comprar o alquilar una vivienda, incluyendo las de uso turístico. Los inmuebles que están obligados a disponer de este documento son:
- Edificaciones de nueva construcción.
- Edificios o partes de edificios existentes que se vendan o alquilen a nuevos arrendatarios.
- Inmuebles de más de 250 m² ocupados por una autoridad pública para atender al público.
- Edificios o partes de edificios en los que se realicen reformas que afecten más del 25% de la superficie total o amplíen más del 10% de la superficie construida.
- Edificios de más de 500 m² destinados a uso administrativo, sanitario, comercial, residencial público, docente, cultural o de culto.
No obstante, existen ciertos inmuebles que no requieren un Certificado Energético, como:
- Edificios protegidos oficialmente por su valor arquitectónico o histórico.
- Edificios religiosos y de culto.
- Inmuebles con una superficie útil total inferior a 50 m².
- Talleres o espacios destinados a actividades agrarias que no sean de uso residencial.
- Construcciones provisionales de menos de dos años de duración.
- Edificios que se usen menos de cuatro meses al año.
¿Cómo se solicita y cuánto cuesta?
Para obtener el Certificado Energético, es necesario contactar con empresas especializadas, arquitectos, ingenieros o técnicos autorizados que realicen las inspecciones correspondientes. Una vez emitido el Certificado, debe registrarse en el organismo competente de la comunidad autónoma, lo que puede hacerse de manera online o a través del técnico responsable.
El coste del Certificado puede variar entre 50 y 250 euros, dependiendo del tipo de inmueble, su tamaño y la complejidad de la inspección. Las empresas o técnicos tienen libertad para establecer sus precios, aunque factores como la ubicación o las características del inmueble también influyen en el coste final.
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