A pesar de que las impresoras domésticas en tres dimensiones todavía son caras, lentas y no demasiado útiles para el usuario común, sus desarrolladores no dejan de investigar sorprendiéndonos con mejoras y nuevas características que les dotarán en poco tiempo de cualidades hasta ahora inimaginables.
Por ejemplo, tenemos el caso de las investigaciones que está llevando a cabo la Universidad de Warwick sobre plásticos conductores de la electricidad, que han dado como resultado al material conocido como 'carbomorph'.
Se trata de un plástico que es capaz de conducir ciertas cantidades de energía eléctrica y que puede usarse como una materia prima de impresión en 3D en la que se pueden diseñar pistas de circuitos electrónicos e incluso sensores flexibles.
Además, en poco tiempo, sus creadores esperan que se pueda conseguir que funcione como estructuras de cableado complejas que puedan ser conectadas directamente a CPUs o para interconectar diferentes circuitos.
Gracias a ello será posible imprimir en nuestras casas dispositivos capaces de desarrollar ciertas funciones, más allá de la mera pieza estática de plástico o resina, como mandos para juegos, controles a distancia, interruptores eléctricos, etc.
Vía | Tgdaily
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