Las vibraciones pueden dar al traste con el sonido de una caja acústica, por buena que sea. Si te has gastado una parte de tus ahorros en unos altavoces de calidad y percibes que reproducen las frecuencias más bajas con un control peor de lo que esperabas, a pesar de estar «atacándolas» con un buen amplificador, es probable que su rendimiento se esté viendo afectado negativamente por las vibraciones mecanoacústicas del recinto.
Los fabricantes de cajas acústicas suelen reforzar el recinto para minimizar en la medida de lo posible este tipo de vibraciones, pero, aun así, suelen aparecer incluso en modelos de alta gama, sobre todo cuando se nos va la mano con el volumen. Afortunadamente, este problema tiene solución. Varios fabricantes de accesorios para equipos de alta fidelidad tienen unos dispositivos denominados dampers cuya función es atenuar las vibraciones del recinto provocadas habitualmente por las vibraciones de contrafase internas.
Los dampers suelen estar fabricados con acero u otros metales tratados para no alterar el campo magnético creado por los imanes de los altavoces, y tienen una masa elevada que habitualmente oscila entre 1 y 4 Kg. Para utilizarlos lo único que tenemos que hacer es colocarlos encima de nuestras cajas acústicas, de manera que puedan disipar la energía de las vibraciones en forma de calor.
Primeras impresiones
Si os estáis preguntando si realmente funcionan, debo deciros que sí. He tenido la oportunidad de probar los de la empresa española Artesanía Audio en varias cajas acústicas que tenían problemas muy evidentes para controlar los graves por culpa de las vibraciones mecanoacústicas de su recinto, y nada más instalarlos los graves se volvieron más controlados. El problema desapareció.
Además de Artesanía Audio hay una empresa alemana, Finite Elemente, que también tiene dispositivos de este tipo, y seguramente habrá muchas más que yo no conozco. Eso sí, los fabricantes también suelen aconsejar los dampers para reducir los problemas que en teoría provocan las microvibraciones de los conductores de los cables de conexión a altavoces. Yo también los probé de esta forma, y, honestamente, fui incapaz de percibir mejoras, si es que realmente hubo alguna.
Sin embargo, las cajas acústicas no son las únicas que pueden beneficiarse de los dampers. El rendimiento de los reproductores de CD/SACD y DVD/Blu-ray Disc también puede mejorar debido a la capacidad que tienen estos pequeños dispositivos de absorber las vibraciones provocadas por el giro del disco en el interior de la mecánica de transporte, que es el bloque formado por la bandeja en la que se aloja el disco, el motor que lo hace girar y el mecanismo que permite al diodo láser desplazarse y permitir la lectura de los datos.
La única faena es que los dampers son bastante caros. Como orientación, uno de 1.400 g cuesta unos 120 euros, y los modelos que oscilan alrededor de los 2.500 g se acercan a los 200 euros. Por esta razón, estos accesorios, en mi opinión, solo son interesantes para afinar el sonido de las cajas acústicas de nivel alto. No tiene mucho sentido gastarse más en los dampers que en los altavoces. En cualquier caso, si tenéis el problema de vibraciones que he descrito os aconsejo que intentéis conseguir que os los dejen probar en vuestra propia instalación antes de comprarlos (algunas tiendas lo permiten).
Más información | Artesanía Audio | Finite Elemente
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