Cómo colocar el subwoofer que acompaña a tu barra de sonido (I): consejos generales

A la hora de comprar una barra de sonido, una de las decisiones que tenemos que tomar es si la queremos con o sin subwoofer adicional. Este altavoz, además de encargarse del canal LFE o de efectos de bajas frecuencias, nos ayuda a reproducir los graves que los diminutos altavoces de la barra no son capaces de alcanzar.

Sin embargo, por el hecho de tratar con frecuencias de menos de 150-200 Hz, los subwoofers se mueven en el rango de longitudes de onda de las dimensiones físicas de nuestras salas, es decir, de las distancias entre paredes y entre suelo y techo, lo que puede provocar problemas con su ubicación y que tengamos o una falta total de graves o un sonido muy retumbón. ¿Cómo debemos colocarlo para lograr el mejor resultado?

Evitando el sonido retumbón

Dependiendo de dónde coloquemos el subwoofer podemos excitar o no ondas estacionarias en la sala produciendo incrementos en la potencia de ciertas frecuencias. Este problema suele aparecer principalmente entre los 40 y 100 Hz, frecuencias en las que además podemos tener resonancias con elementos de la decoración de la sala o de su estructura de construcción como muebles, paredes, techos, vigas y cimientos, etc.

Este último problema es bastante difícil de solucionar, ya que la mejor opción sería aislar acústicamente la sala y probablemente no podamos hacerlo. No obstante la situación puede mejorar algo si tenemos cuidado con dónde colocamos el subwoofer. Por ejemplo, debemos evitar colocarlo justo en las esquinas de la sala, ya que en este caso estaremos excitando todos los modos resonantes de la misma logrando más graves, sí, pero probablemente con un molesto efecto retumbón.

Si lo vamos a colocar en la parte frontal, en la misma línea de emisión que la barra (posición recomendada para este tipo de sistemas de home cinema), lo mejor es situarlo a unos 40-50 cm de las paredes laterales y separándolo un poco de la pared frontal, sobre todo si es de tipo bass-reflex y tiene la salida de aire hacia atrás.

Si se tratase de un equipo de cine en casa basado en receptor más altavoces de buen tamaño os diría que podríamos obtener mejores resultados colocándolo en una de las paredes laterales detrás de la posición del espectador y apuntando hacia la pared opuesta. Sin embargo, con las barras de sonido esto nos causa problemas adicionales como veremos en un segundo artículo, por lo que en general no es una buena opción.

Haz pruebas hasta encontrar el punto ideal

Mi consejo es que a la hora de instalarlo por primera vez, primero tratéis de encontrar el punto idóneo. ¿Cómo? Pues os buscáis algún test de frecuencias graves (por ejemplo de esos que van reproduciendo escalas de frecuencias hasta unos 150-200 Hz) y algunas películas o trozos de películas que conozcáis bien y empecéis a hacer audiciones tratando de buscar el punto en el que los graves están lo más controlados posible pero sin perder en impacto ni contundencia.

Para ello podemos hacer la "prueba del sillón". Básicamente se trata de colocar el subwoofer en el asiento en donde vamos a sentarnos y escuchar las pruebas de graves colocándonos nosotros en los posibles puntos en los que iría el subwoofer hasta encontrar el "punto de escucha dulce".

Puede que justo ahí haya algún mueble y resulte imposible colocar el subwoofer. En este caso deberemos buscar el siguiente punto de escucha dulce. Si hay un obstáculo pero podemos situarlo un poco desplazado, digamos a unos pocos centímetros, en este caso podemos jugar con el control de fase del subwoofer (si tiene uno) para terminar de ajustar la posición.

Colocar adecuadamente el subwoofer en nuestra sala puede darnos un montón de quebraderos de cabeza, pero también muchas satisfacciones. En una segunda parte comentaremos más problemas y consejos específicos relacionados con las frecuencias de corte de la barra.