Probablemente muchos de vosotros hayáis comprado un receptor A/V recientemente o estéis pensando en hacerlo. En nuestro especial sobre receptores A/V explicamos qué son estos complejos aparatos, para qué sirven y cuáles son sus funciones básicas.
Sin embargo, si no tenéis mucha experiencia os surgirán dudas sobre cómo instalar uno de estos dispositivos en casa y cómo configurarlo prácticamente desde cero. En este artículo vamos a tratar de explicar de forma sintetizada los aspectos más destacados de esta primera instalación, que suele ser la más complicada.
En primer lugar, os recomiendo que leáis el manual de instrucciones de vuestro aparato y que lo tengáis siempre a mano, ya que cada marca y modelo tienen sus peculiaridades que muchas veces sólo vendrán reflejadas en la letra pequeña del manual. No obstante, aquí van unos consejos generales que deberían servir para la mayoría de receptores A/V.
Realizar todas las conexiones antes de encender
Tras desempaquetar nuestro receptor A/V y colocarlo en el lugar de la sala en el que lo vayamos a instalar, lo siguiente que deberíamos hacer es conectar todos los cables de audio y vídeo (RCA, HDMI, jack, ópticos, etc.) tanto al receptor como a las fuentes de audio y vídeo (suele ser recomendable que tengáis un televisor o monitor a mano para realizar la instalación del receptor A/V, ya que éste mostrará los diferentes menús en la pantalla, además de en su display frontal).
Mi recomendación es que siempre que podáis uséis cables de buena calidad (sin dejaros una fortuna) y a ser posible HDMI o de fibra óptica si tenéis problemas de interferencias.
Después deberemos conectar los cables de los altavoces, tanto al receptor como a éstos. A pesar de que en muchas tiendas os recomendarán cables gordos y caros, en la mayoría de los casos no será necesario ni apreciable la diferencia con respecto a cables convencionales más baratos. Por ejemplo, con unos cables de entre 0,6 y 1 euros el metro deberíais tener más que suficiente.
A continuación ya podéis conectar la toma de corriente al receptor y a la línea eléctrica de vuestra casa y encender por primera vez el equipo. En este punto suele resultar útil haber leído en el manual qué modo de salida de vídeo viene predeterminado, o en su defecto cómo seleccionar el adecuado para nuestro caso.
¿Por qué os digo esto? Pues porque hay veces en que por ejemplo la salida por defecto es la analógica o la digital y nosotros hemos conectado el receptor mediante la contraria, obteniendo como resultado ninguna imagen en el monitor que usemos para completar la instalación.
Ajustar la impedancia de los altavoces
El siguiente paso en nuestro proceso de instalación debería ser ajustar la impedancia de los altavoces, siempre que el modelo adquirido nos permita hacerlo. Esta función suele estar dentro del menú de configuración del equipo, dentro de las características de los altavoces.
¿Para qué sirve? Pues para decirle al receptor cómo van a ser los altavoces que tiene conectados, o más concretamente cómo será su impedancia o resistencia al paso de la electricidad.
Por lo general, los altavoces de consumo tienen impedancias de 4, 6 u 8 ohmios (ohm) y los receptores suelen poder manejar sin problemas todas ellas, aunque hay que decirles cuál es la que se van a encontrar para que la circuitería interna se ajuste mejor a ella, sea más eficiente y pueda entregar la máxima cantidad de potencia sin poner en riesgo a la fuente de alimentación.
Normalmente basta con mirar en las especificaciones de todos los altavoces que vayamos a conectar, ver su impedancia uno por uno y seleccionar el valor más bajo. Éste es el que tendremos que darle al receptor.
Por ejemplo, imaginad que tenemos conectados tres altavoces con una impedancia de 8 ohm y dos con 4 ohm. Tendremos que decirle al receptor que nuestros altavoces son de 4 ohm, el valor mínimo de todos ellos.
Aunque en la mayoría de los casos es recomendable seguir las instrucciones del fabricante, debemos tener en mente que por lo general, seleccionar en el receptor niveles bajos de impedancia puede hacer que se limite la potencia de salida del mismo, para protegerle de sobrecalentamientos.
Esto no es que sea malo, ni ocurre en todos los modelos, pero podemos llegar a perder parte de la dinámica de nuestro receptor y podría parecer que le falta potencia, incluso puede que la etapa de amplificación llegue a saturación antes, que oigamos "clippear" a los altavoces con mayor facilidad, ya que se limita el rango dinámico para evitar problemas de temperatura.
¿Qué hacer? Pues empezad siguiendo las instrucciones del fabricante y escuchad como se comporta el equipo. Más tarde, en el caso de que tengáis altavoces de baja impedancia (4 ohm) podéis probar a ver si el conjunto funciona bien seleccionando en el receptor el nivel de impedancia más alto (6 u 8 ohm).
Aseguraos de que no se sobrecalienta y de que a niveles de escucha normales no saltan las protecciones. En ese caso deberéis seleccionar de nuevo el valor bajo de impedancia en el receptor o comprar otros altavoces de mayor impedancia.
Índice del especial
Receptores A/V (I): funciones y características básicas
Receptores A/V (II): Consigue un “sonido de cine” gracias a la ecualización
Receptores A/V (III): Procesado de audio multicanal
Receptores A/V (IV): Funcionalidades avanzadas
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