Desafortunadamente, no todos los establecimientos de nuestro país nos permiten escuchar música con la debida calma antes de comprar unas nuevas cajas acústicas. Reproducir nuestra propia música es si cabe más difícil, pero los consumidores debemos hacer lo posible para llevar a cabo este paso antes de tomar una decisión de compra definitiva.
Este mismo consejo puede extrapolarse también a la elección de cualquier otro componente de nuestro equipo de reproducción musical. Cada vez más establecimientos son conscientes de que los clientes demandamos este servicio, y lo cierto es que buena parte de las tiendas especializadas en Alta Fidelidad que podemos encontrar en algunas grandes ciudades españolas contempla esta posibilidad.
Muy aconsejable, aunque no garantiza que acertemos
Poder escuchar nuestra propia música no garantiza que nuestra decisión de compra sea la idónea, por supuesto. Esto se debe, sobre todo, a que es muy probable que el resto de los componentes del equipo que hemos escuchado en el establecimiento sea diferente a lo que tenemos en casa. Además, la acústica de ambas salas, que tanto incide en el sonido que obtendremos, será a buen seguro muy diferente. Aun así, es preferible tener la posibilidad de concertar una audición para tener un elemento de juicio más que nos ayude a elegir con las máximas posibilidades de éxito.
En lo que concierne a las pistas de audio que os aconsejo probar en la tienda, lo ideal es que os decantéis por temas que conozcáis muy bien; que, a ser posible, hayan sido grabados partiendo de una toma de sonido de mucha calidad, y, por supuesto, que representen todos los géneros musicales que os gustan y que, posteriormente, reproduciréis en vuestro propio equipo.
La diversificación de géneros musicales en nuestras pistas de referencia es muy importante debido a que una caja acústica no suele tener la misma solvencia al debatirse en todos los escenarios posibles. Las hay «todoterreno», por supuesto, pero son las menos. Con frecuencia, algunas resuelven muy bien las grandes masas orquestales pero no suenan tan bien con el jazz intimista; otras son una delicia al reproducir jazz y música clásica, pero no suenan convincentes con el rock, etc. Permitid que sean vuestros oídos los que os guíen y no os arrepentiréis.
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