No, no deberías poner el subwoofer de tu barra de sonido en cualquier rincón del salón: consejos para lograr la mejor calidad sonora

Mejorar el sonido plano de nuestros televisores ultradelgados no es muy difícil si optamos por adquirir algún equipo externo que nos ayude a ampliar su potencia, pegada y fidelidad. Es el caso de las cada vez más populares barras de sonido, dispositivos de audio integrados, compactos y con todo lo necesario como para empezar a disfrutar desde el primer minuto.

Las que mejores prestaciones ofrecen en cuanto a reproducción de graves y medios-graves son las que vienen con un subwoofer incluido en el kit, ya que extienden la respuesta en bajas frecuencias y aportan más presión sonora al conjunto.

Muy bien, investigamos un poco, nos compramos un modelo que nos guste y que tenga un precio razonable y tras llegar a casa y desempaquetarla nos surge la pregunta: ¿donde tengo que colocar el subwoofer para lograr la mejor calidad sonora? La respuesta no es tan inmediata como pudiera parecer, ya que si buscas sacar el máximo partido a tu nuevo equipo no puedes colocarlo en cualquier rincón del salón donde "haya hueco" y olvidarte.

De hecho, si la ubicación del subwoofer de un sistema de cine en casa tradicional formado por receptor más altavoces o de un kit de home cinema es complejo, en el caso de las barras de sonido nos surgen además problemas adicionales difíciles de resolver dada la naturaleza compacta de la barra con todos los drivers dentro de la misma.

El problema con el sonido direccional

Las barras de sonido suelen ser incapaces de reproducir adecuadamente frecuencias por debajo de los 150-200 Hz por sí solas. Debido al pequeño tamaño de los altavoces que integran, necesitan la ayuda de un subwoofer que debe encargarse de la reproducción de una banda de frecuencias bastante más amplia de lo habitual, si lo comparamos con su uso en sistemas más grandes basados en altavoces separados.

El problema está en que por encima de unos 100 Hz el sonido empieza a ser direccional. Esto significa que vamos a poder distinguir de donde vienen esas frecuencias con lo que si colocamos el subwoofer lejos de la barra notaremos un desfase y una pérdida de realismo, ya que los medios y agudos parecerán proceder de un sitio (la barra) y los graves de otro diferente (el subwoofer).

La solución más inmediata parece sencilla: colocar el subwoofer lo más cerca que podamos de la barra, algo que no siempre es posible dadas las diferentes disposiciones de muebles, alfombras, mesas y demás elementos decorativos de la sala.

Si no tenemos hueco para ubicar el subwoofer muy cerca de la barra, el resultado será un sonido poco impactante y con un cierto toque extraño que empobrecerá el resultado final y restará credibilidad a la banda sonora y efectos especiales más potentes.

¿Qué distancia no deberíamos superar? Pues en mi caso he probado con varias barras de sonido diferentes en varias posiciones del subwoofer y con menos de 1,5 metros de diferencia se suelen obtener buenos resultados que por lo menos hacen pasar desapercibido este efecto. Si vuestro caso no os permite esta separación y por ejemplo tenéis que colocar el subwoofer en un rincón muy alejado de la sala, en la pared opuesta o similar, quizá una barra de sonido con subwoofer externo no sea la mejor elección.

Evitando la pobre imagen estéreo

Como consecuencia directa del punto anterior tenemos la cuestión de la en general pobre imagen estéreo de las barras de sonido pequeñas con un gran subwoofer. Al tener que encargarse éste de los graves de los canales izquierdo y derecho a frecuencias por encima de 150-200 Hz, aunque lo coloquemos justo a un lado de la barra a una distancia prudencial, puede darnos la impresión de que aún así todas las bajas frecuencias de ambos canales proceden de ahí, perdiendo imagen estéreo sobre todo en la reproducción musical.

Por ejemplo, mientras vemos una película, todos los efectos con bajas frecuencias nos van a parecer que proceden del mismo canal (izquierdo o derecho), restando espectacularidad y realismo. Esto quizá se note más en la música con bajos potentes, aunque dependerá del tamaño de la barra y de cómo gestione sus canales de forma interna.

Aún así, podemos tratar de minimizarlo situando el subwoofer lo más cerca posible del centro, justo debajo de la barra o en muy contados casos el fabricante nos da la opción de adquirir un segundo subwoofer adicional que nos ayuda a lograr una respuesta espacial estéreo más realista.

Colocar el subwoofer en una esquina sin duda te dará más graves, pero también serán más descontrolados

Excitar o no excitar, he ahí la cuestión

Otro inconveniente habitual por no pensar cuidadosamente la colocación del subwoofer es la posible excitación de los modos resonantes de la sala. Si tu problema son las bajas frecuencias con sonido retumbón y exagerado que todo lo emborrona, probablemente tengas que valorar este punto.

Dependiendo de dónde coloquemos el subwoofer, podemos excitar o no ondas estacionarias propias de las dimensiones de la sala, produciendo incrementos en la potencia sonora a ciertas frecuencias. Este problema suele aparecer principalmente entre los 30 y 100 Hz, frecuencias en las que además podemos tener resonancias con elementos de la decoración o de la estructura de construcción como muebles, paredes, techos, vigas y cimientos, etc.

Colocar el subwoofer en una esquina sin duda te dará más graves, pero también serán más descontrolados y podrán crear lo que se conoce como "bolas de graves" o zonas de la sala con una acumulación de bajas frecuencias con un nivel de potencia muy superior al resto de sonidos.

En principio podrá parecer que los graves han mejorado, que así tenemos más potencia y pegada, pero a la larga lo más probable es que acabemos cansándonos de un sonido que será más retumbón de lo deseado y que emborronará el conjunto restando realismo a la escena sonora.

Puede que en algunos casos de películas concretas nos guste este efecto de "amplificación" de los graves, como en títulos sin muchos efectos especiales, con mucho diálogo o incluso música frecuente en la banda sonora. Pero si eres de ver cintas de acción, ciencia ficción, pelis de superhéroes, etc. y buscas la máxima fidelidad, esta amplificación pasiva descontrolada no será tu mejor aliada.

Por este motivo, debemos tratar de evitar colocar el subwoofer justo en las esquinas de la sala, ya que en este caso estaremos excitando todos los modos resonantes de la misma, y si lo vamos a ubicar en la parte frontal de la habitación, en la misma línea de emisión que la tele, lo mejor es situarlo a unos 40-50 cm de las paredes laterales y separándolo un poco de la pared frontal, sobre todo si es de tipo bass-reflex y tiene la salida de aire hacia atrás.

Cada salón es diferente: haz pruebas a oído

Para terminar, hay que señalar que aunque la barra de sonido tiene que estar colocada en una ubicación muy concreta, bajo la tele y lo más pegada que sea posible a ésta, el subwoofer nos ofrece algo más de libertad siempre que respetemos los puntos anteriores.

Si queremos tener el mejor resultado lo ideal es no limitarnos a desempaquetarlo y ponerlo en el primer hueco que tengamos libre, sino que es conveniente ir probando a mover el altavoz de graves a diferentes puntos de la sala que cumplan con las especificaciones antes descritas y que vayamos reproduciendo algunos vídeos con películas, series y música que conozcamos bien para valorar qué lugar es el más adecuado.

En las audiciones deberíamos tratar de buscar el punto en el que los graves están lo más controlados posible pero sin perder en impacto ni contundencia. Si el subwoofer tiene control de fase, podemos también jugar con él para terminar de ajustar el "punto de escucha dulce".

Y también podemos hacer la famosa "prueba del sillón". Básicamente se trata de colocar el subwoofer en el asiento en donde vamos a sentarnos y escuchar las pruebas de películas colocándonos nosotros en los posibles puntos en los que iría situado el subwoofer hasta encontrar el "punto de escucha dulce".

Puede que justo ahí haya algún mueble y resulte imposible colocar el subwoofer. En este caso deberemos buscar el siguiente punto de escucha dulce. Si hay un obstáculo pero podemos situarlo un poco desplazado, digamos a unos pocos centímetros, en este caso podemos jugar con el control de fase del subwoofer (si tiene uno) para terminar de ajustar la posición.

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