El subwoofer es una caja acústica esencial en cualquier buen equipo de cine en casa. Sin él, aunque tengamos unas cajas delanteras capaces de «bajar» mucho, es muy difícil que obtengamos un extremo grave realmente imponente. A la hora de reproducir música su presencia puede no resultar imprescindible, sobre todo si tenemos unas cajas de gama completa con unos graves realmente buenos, pero algunos equipos también agradecen contar con uno de ellos.
Los subwoofers son menos sensibles a su ubicación que las demás cajas acústicas por una razón muy clara: nuestro cerebro es capaz de posicionar con mucha más precisión la ubicación en el espacio de una fuente de sonido de alta frecuencia que otra de baja frecuencia. Podemos comprobarlo fácilmente cuando estamos en una estación de metro y escuchamos que se acerca un tren. Al principio somos incapaces de determinar por qué lado se está acercando, y solo cuando esté próximo percibiremos si llega por nuestra izquierda o nuestra derecha. Sin embargo, a pesar de todo esto, hay varios consejos que pueden ayudarnos a sacar más partido a nuestro subwoofer optimizando su ubicación en nuestra sala, y, de paso, mejorando su integración con la imagen generada por las demás cajas acústicas.
Curiosamente, existen diferencias sutiles entre los consejos de ubicación que nos proponen unos fabricantes y otros. Por esta razón, durante la última década he probado unas diez ubicaciones distintas para mi subwoofer, y he llegado a varias conclusiones que quizás os resulten de utilidad para sacar más partido al vuestro. En mi opinión, la mejor ubicación para conseguir que el extremo grave se integre plenamente con la imagen sonora de las cajas delanteras es justo entre los dos altavoces principales, en línea con estos y a la misma distancia de ambos. Si esta ubicación fuese imposible por razones prácticas, la mejor alternativa es colocarlo junto a una de las cajas principales, en línea con esta, y, a ser posible, junto al lateral más próximo a la otra caja principal.
Lo que os aconsejo encarecidamente evitar, siempre que la distribución de vuestra sala os permita hacerlo, es colocar el subwoofer cerca de una esquina. En ese caso los graves quedarán excesivamente reforzados y poco definidos, por lo que se producirá una «bola de graves» que enturbiará el sonido de vuestro equipo y se impondrá al resto de frecuencias. Un último consejo: intentad no colocar el subwoofer por detrás de la posición de escucha. Aunque, como hemos visto, la direccionalidad de los graves es escasa, la imagen de sonido, sobre todo la estereofónica, tiene una coherencia mucho mayor si está ubicado en línea con las cajas acústicas principales.
En Xataka Smart Home | ¿Es imprescindible utilizar un subwoofer? En cine en casa, sí; para música, depende
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