Sony CAS-1, análisis: un sistema de sonido compacto de gran calidad

Los amantes del bueno sonido saben que la calidad hay que pagarla. El problema es que, para los que no están muy metidos en el tema, valorar qué es o no bueno no resulta sencillo. Y si vemos cómo a veces los precios se disparan sin justificación aparente más aún. ¿Pasará los mismo con el sistema Sony CAS–1?

Durante unas semanas he podido probar el equipo de sonido Sony CAS–1, un sistema de sonido de alta fidelidad compacto pensado para el escritorio y su uso conjunto tanto con ordenadores como dispositivos móviles gracias a su conectividad bluetooth.

Características

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El sistema de sonido CAS–1 de Sony es un sistema compacto compuesto por dos altavoces, con amplificadores independientes, y una unidad central que no sólo conecta dichos altavoces sino también sirve para ofrecer esa conectividad extra vía Bluetooth y NFC.

La idea de este dispositivo es ofrecer una calidad de sonido superior en espacios más pequeños, en los que no podemos permitirnos optar por equipos de mayor tamaño. Y podemos adelantar que lo logra. No sólo por ser compatible con música de hasta 24 bits y 192kHz, también porque es muy sencillo lograr una gran escena sonora al poder orientarlos y moverlos fácilmente. Aunque Sony aconseja entre 75 y 200 cm como distancias mínima y máxima.

Altavoces para usuarios exigentes

Los altavoces del Sony CAS–1 tienen un diseño vertical y varias características claves que le permiten ofrecer una experiencia sonora de gran calidad. La primera de ella es su diseño tipo Bass Reflex de dos vías.

En la parte frontal superior encontramos un tweeter de 14mm mientras que en la inferior un woofer de 62mm cuyo cono está fabricado en fibra de carbono. En la base hay una salida para proporcionar mejores graves sin que afecten al resto de frecuencias.

El segundo aspecto clave son sus patas delanteras. Son desmontables y podremos sustituirlas por otras más largas que permitirán inclinar el altavoz. Así se puede direccionar mejor el sonido en espacios de escritorios mas pequeños. Un detalle que permite generar una mejor escena sonora. Claro que siempre podremos ser nosotros los que recoloquemos tanto en distancia como altura ambos altavoces.

El tercer punto es la calidad de construcción. Con un peso de 1,5kg cada uno, desde los materiales (caja fabricada en madera de abedul) hasta el acabado demuestran el gran trabajo que el fabricante hizo con este producto. Lo sujetas en la mano y ya te deja intuir que la calidad de sonido no debe ser mala.

Calidad de sonido

Podríamos decir más acerca del diseño de estos altavoces, valorar lo cómodos que resultan de usar en escritorios, tanto de trabajo como ocio al no ocupar mucho espacio y ofrecer un gran rendimiento, etc. pero creo que con las imágenes ya queda más que demostrado que son un producto top. Por tanto, valoremos la calidad de sonido que es lo importante.

Con material en formato FLAC nos ponemos manos a la obra a escuchar qué tal suena este dispositivo que mediante diferentes tecnologías y componentes electrónicos promete ofrecer una experiencia superior incluso con tu “viejo” material.

Pues bien, con archivos de sonido de alta calidad la experiencia es sobresaliente. El sonido es claro en todas las frecuencias y a todos los volúmenes, especialmente cuando es bajo. Porque una de las limitaciones de muchos equipos, no ser capaces de distinguir bien todas las frecuencias a volumen bajo, aquí se elimina.

La precisión para reconstruir la escena sonora de este CAS–1 de Sony es sobresaliente. Todo tipo de música suena bien, incluso si no están a máxima calidad la electrónica del producto se encarga de analizar y mejorar en la medida de lo posible. Y se nota, en general todo suena mejor, con agudos claros y bajos con un mayor cuerpo y consistencia.

Dónde no convence mucho es en el uso de la salida de auricular. Aunque ofrece una tarjeta controlador independiente para altavoces y auricular, lo cierto es que la experiencia ya depende mucho más del auricular conectado.

Sí admito que los bajos se ven más potenciados, así que si te gusta un sonido con pegada es evidente que te gustará la experiencia de usar tus auriculares junto al Sony CAS–1. Y que el modo que activa la ganancia para adaptarla según la impudencia del auricular es un valor a tener en cuenta.

Conclusiones

No todos prestamos el mismo interés a cada uno de los componentes que conforman nuestra experiencia multimedia. Mientras que al tema pantalla solemos darle mucha importancia, al audio -responsable del otro 50% de la experiencia- no. Por eso cuesta justificar inversiones como la que necesitas si quieres optar por el Sony CAS–1.

A pesar de todo, si buscas unos altavoces pequeños, con una gran calidad sonora, muy direccionables gracias a su tamaño así como por detalles como sus patas, diseño y construcción lo cierto es que habrá pocas opciones mejores. Si por el contrario el tamaño no te importa tanto, hay opciones como los reproductores A/V que podrán ser más atractivos de cara a futuras combinaciones.

Ya te toca a ti elegir qué te interesa más. Si tienes la opción de poder probarlos y valorar cómo se escucha adelante. Porque creo que coincidirás luego que con el equipo Sony CAS–1 te llevas un sistema de gran calidad, capaz de ofrecer una escena sonora muy bien equilibrada en todas las frecuencias, con una claridad y precisión tanto a volumen bajo como alto. Sin duda merece y mucho la pena, una apuesta segura aunque a un precio algo elevado, aproximadamente 800 euros.