Llegan las rebajas, la Navidad o algún periodo de suculentas ofertas y muchos aprovechamos para renovar o actualizar alguno de nuestros equipos de imagen y sonido, aunque en ocasiones nos dejamos guiar por factores como el diseño o las prestaciones más destacadas sin pensar bien en lo que realmente necesitamos.
El sector de los dispositivos de sonido para cine en casa o conjuntos home cinema es uno de los más complejos del mercado, ya que a la multitud de marcas y modelos disponibles se suman prestaciones y especificaciones difíciles de comprender para usuarios profanos en la materia. Sin embargo, hay tres ideas básicas que debemos llevar en mente cuando vayamos a la tienda, claves para elegir un buen modelo que se ajuste a nuestras necesidades y no arrepentirnos a los pocos meses.
¿Para qué voy a usar el equipo?
Es lo primero que debemos pensar. ¿Quiero mi nuevo home cinema para usarlo a diario, constantemente como complemento de mi pantalla plana o lo voy a utilizar solo una par de veces por semana para ver películas durante unas horas o para sesiones audiófilas?
En el primer caso (uso diario y continuo) lo mejor será que optemos por algún equipo de tipo barra de sonido o base sonora. Son más pequeñas, con altavoces de peor calidad y potencia, y en general ofrecen menos prestaciones que los receptores A/V o los amplificadores multicanal, pero están pensadas para funcionar muchas horas seguidas y consumen poca energía (difícilmente encontraremos modelos que utilicen más de 100 vatios reales).
Si por el contrario queremos nuestro sistema de cine en casa para el visionado puntual de películas y la reproducción musical de calidad, la mejor opción es un receptor A/V o un amplificador estéreo o multicanal más altavoces separados. Son más caros, voluminosos y consumen mucha más electricidad (más de 700 o 1.000 vatios dependiendo del modelo).
También se calientan considerablemente si los dejamos encendidos unas cuantas horas, por lo que no son muy recomendables como complemento constante de un televisor, pero a cambio nos ofrecerán un sonido espectacular mejor que el de las salas de cine comerciales.
¿Kit todo incluido o componentes separados?
Es una pregunta sencilla pero que debemos meditar pensando en el uso actual pero también futuro del equipo. Los kits suelen incluir todo lo necesario para empezar a disfrutar del home cinema nada más sacarlo de la caja. Vienen con altavoces, amplificadores, subwoofers inalámbricos e incluso reproductor de medios como un lector de DVD o Blu-ray.
Si somos nuevos en este mundillo quizá sea la mejor opción, ya que solo tenemos que seguir unas breves instrucciones para montarlo e instalarlo y en unos minutos tendremos el nuevo cine en casa listo para funcionar. Sin embargo, no todo es positivo, ya que la mayoría de kits suelen tener dos grandes problemas: alguno de los componentes no está a la altura del resto y ofrecen poca o ninguna posibilidad de ampliación o aprovechamiento tras su vida útil.
Este último punto puede no importarnos a corto plazo, pero pasados un par de años quizá queramos ampliar o mejorar el equipo y no podremos reutilizar ningún componente (por ejemplo los altavoces, amplificador, el subwoofer, etc.), viéndonos obligados a comprar de nuevo todos los elementos y altavoces desde cero.
¿Qué formatos de sonido necesito?
Desde hace unos años muchos receptores y kits son capaces de reproducir directamente archivos musicales en diversos formatos, como MP3, WAV, FLAC, etc. Las hojas de características se llenan con listas de formatos, radios online y servicios en streaming soportados que engordan el precio del equipo y que probablemente no utilizaremos nunca.
¿Por qué? Pues la mayoría de las veces porque usamos un reproductor externo como un ordenador, un smartphone, un Blu-ray, etc. ¿De verdad necesitamos que sean capaces de reproducir estos archivos? Si no es así quizá podamos ahorrar unos cuantos euros en la compra de la barra de sonido o amplificador.
También tenemos el asunto de los formatos de sonido en alta definición y los nuevos basados en objetos como Dolby Atmos y DTS:X. ¿Es necesario que mi nuevo equipo los soporte? En el caso de los formatos HD (como DTS Master Audio o Dolby True HD) es recomendable aunque no imprescindible para asegurarnos que son capaces de leer todas las pistas de sonido disponibles actualmente en el mercado, siempre que vayamos a usar nuestro equipo para reproducir títulos en Blu-ray.
Si lo queremos solo para ver la tele normal o las emisiones de la mayoría de los servicios de vídeo bajo demanda probablemente no vayamos a usar estos formatos nunca. En lo que respecta a la compatibilidad con Atmos y DTS:X, actualmente prácticamente no hay contenidos compatibles y los que salen lo hace en inglés, por lo que a corto medio plazo (unos 3-5 años) no necesitaremos tener un caro equipo compatible con estos formatos y probablemente podamos ahorrar bastante dinero.
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