Te compras una tele, barra de sonido, kit de cine en casa o altavoces más amplificador gastando una pequeña fortuna y tras sacar los equipos de la caja e instalarlos en el salón te das cuenta de que algo falla. No se escucha todo lo bien que podrías esperar, hay como ecos, un sonido emborronado, sin matices, con las voces poco definidas y muy mala separación del estéreo.
Lo primero que puedes pensar es que hay algo estropeado en tu nuevo equipo, que la tele está rota o mal configurada de fábrica y que cambiando algunos parámetros de los menús internos podrás resolver el problema.
Puedes probar algunos trucos sencillos para arreglarlo o incluso también puedes recurrir a comprar un equipo de más alta gama pensando que ahí está la solución y quizá mejore un poco, pero lo más probable es que tengas algunos problemas con la acústica de tu sala que deberás resolver de forma externa.
Ten en cuenta que un sistema de sonido carísimo de altísima gama en una sala con pésima acústica puede escucharse peor que uno de gama media mucho más barato en una sala donde se han tomado una mínimas precauciones.
Una forma rápida de saber si tu habitación tiene mala acústica para escuchar música y ver la tele es, con todo en silencio, entrar y dar un par de palmadas fuertes. Si escuchas como el sonido vuelve a ti como con ecos, entonces tienes un problema generado probablemente por paredes y techos con formas rectangulares demasiado lisas que hacen rebotar las ondas sonoras creando esa turbiedad que debemos eliminar.
Afortunadamente, cambiar una parte de las acústica de tu sala hasta un cierto nivel es relativamente sencillo siguiendo esta serie de consejos que vamos a darte a continuación y que te permitirán, sin gastar un solo euro o con una mínima inversión, modificar por completo y a mejor la calidad de sonido que percibirás en tu punto de escucha.
Alfombras y cortinas son tus mejores aliados
Puede parecer algo muy simple, pero tener alfombras y cortinas instaladas en la habitación pueden lograr reducir considerablemente esos ecos indeseados gracias a que absorben una parte de las ondas sonoras de suelo y paredes que de otro modo se quedarían rebotando y ensuciando el sonido.
Cuanto más gruesas sean más capacidad de absorción tendrán sobre todo en el rango de frecuencias medias y agudas, ya que en general en los graves no causará mucho efecto dadas sus longitudes de onda que requieren de materiales más densos.
También son de mucha ayuda los grandes sillones con gruesos cojines con cuya colocación en la sala puedes además jugar para cubrir las paredes más problemáticas (en general las más grandes y lisas) sin tener que recurrir a comprar caros aislantes acústicos.
Prueba a cambiar de sitio el subwoofer y los altavoces
Si tu problema son las bajas frecuencias con sonido retumbón y exagerado que a su vez todo lo emborrona, prueba a cambiar de posición los altavoces que se encarguen de generar esas bajas frecuencias. Por lo general, variando de posición el subwoofer o separando de las paredes y esquinas los altavoces puedes lograr reducir esas "bolas" de graves y tener un sonido más controlado.
Dependiendo de dónde coloquemos el subwoofer, los altavoces y la tele podemos excitar o no ondas estacionarias en la sala produciendo incrementos en la potencia de ciertas frecuencias. Este problema suele aparecer principalmente entre los 40 y 100 Hz, frecuencias en las que además podemos tener resonancias con elementos de la decoración de la sala o de su estructura de construcción como muebles, paredes, techos, vigas y cimientos, etc.
Debemos tratar de evitar colocar los altavoces y sobre todo el subwoofer justo en las esquinas de la sala, ya que en este caso estaremos excitando todos los modos resonantes de la misma logrando más graves, sí, pero probablemente con un molesto efecto retumbón.
Si lo vamos a colocar en la parte frontal de la habitación, en la misma línea de emisión que la tele, lo mejor es situarlo a unos 40-50 cm de las paredes laterales y separándolo un poco de la pared frontal, sobre todo si es de tipo bass-reflex y tiene la salida de aire hacia atrás.
Los libros te dan sabiduría y también un sonido más limpio
Las librerías y estanterías repletas de libros de todo tipo de tamaño y densidad son nuestras mejores aliadas. La capacidad de absorción de energía de un mueble grande cubierto de libros puede ser muy importante. Si nuestro salón tiene muchos elementos reflectantes, como espejos, paredes lisas, puertas y ventanas de cristal o un suelo de gres, una gran estantería puede ayudarnos a equilibrar las ondas reflejadas, absorbiendo una parte de su energía.
Además, contribuye a aislar la habitación del exterior, reduciendo la intensidad de las ondas que consiguen escapar hacia fuera del habitáculo, reduciendo las molestias a los vecinos. Si nuestro salón es pequeño y hemos tenido que colocar nuestras cajas acústicas muy cerca de las paredes, las estanterías con libros conseguirán absorber eficazmente buena parte de las ondas secundarias.
Los libros pueden ser complementados por otro tipo de elementos como revistas, colecciones de películas en DVD y Blu-ray, CDs, adornos de madera, etc. De lo que se trata es de que si tienes estanterías disponibles no las dejes libres y evites así que aparezcan ondas resonantes de gran potencia que emborronarán el sonido.
La cristalería no se lleva bien con la música
Muchos de nosotros tenemos en casa algún mueble con el frontal de cristal, vitrinas con la cristalería decorando alguna pared o puertas con cristales que dejan pasar la luz y ventanas en varios lados de la sala. Estos elementos no son precisamente los mejores aliados para lograr un sonido limpio.
Su estructura va a resonar cuando haya un sonido de gran volumen empeorando el conjunto e introduciendo vibraciones indeseadas que empobrecerán los efectos de películas y de tus canciones favoritas.
Siempre que puedas, trata de sacar este tipo de objetos de la habitación y no decores con jarrones, lámparas y mesas con partes de cristal, etc.
Prueba a colocar aislantes bajo la tele o altavoces
Si tenemos la tele o altavoces instalados directamente sobre un mueble lo más probable es que estemos transmitiendo una buena parte de las ondas sonoras hacia su superficie, haciendo que a su vez ésta resuene coloreando el sonido final que escuchamos.
En estos casos podemos mejorar fácilmente la acústica poniendo algún tipo de elemento aislante entre la caja del altavoz y el mueble para reducir este efecto. Por ejemplo puedes usar libros, revistas, patitas de goma o elementos similares que ayuden a separa ambos objetos.
En Xataka Smart Home | Cómo construir tus propios paneles acústicos decorativos
8 Piezas Picos de Altavoz, Soportes de Altavoz Antivibración para CD-Audio, Subwoofer, Tocadisco