Muchos melómanos y audiófilos consideran que las cajas acústicas son el componente más importante de cualquier equipo de música. Yo defiendo que un equipo, ante todo, debe ser equilibrado, y la mejor forma de conseguirlo pasa por apostar por componentes con una calidad equiparable. Pero sí coincido plenamente con ellos en algo: las cajas acústicas son en gran medida las responsables de la personalidad sonora de cualquier equipo.
Ciñámonos a ellas. Su rendimiento depende de la solvencia de tres componentes: los altavoces, el filtro divisor de frecuencias y el recinto. Todos ellos son muy importantes, pero, sin duda, los altavoces también son los responsables en gran medida del «carácter» sonoro del equipo. Detallar los tipos de altavoces y los materiales que es posible utilizar en su construcción escapa al objetivo de este post, por lo que voy a profundizar un poco en uno de ellos, quizás el transductor al que más atención prestan muchos audiófilos a la hora de elegir sus cajas acústicas: el tweeter.
Dos opciones con mucho que aportar
Los dos tipos de altavoces de agudos más extendidos son los de cúpula y los de cinta. Los primeros son muy fáciles de identificar porque, como nos indica su nombre, tienen forma de cúpula (puede ser cóncava o convexa al mirarla desde el exterior del recinto) y suelen tener un diámetro aproximado de 1 pulgada (los super tweeters tienen un diámetro menor). Y los de cinta también son relativamente fáciles de distinguir porque tienen una superficie plana, rectangular y un tamaño bastante mayor que los de cúpula.
Estos últimos suelen ser de materiales metálicos o minerales (aluminio, berilio, diamante, etc.) o de cúpula textil, y en la fabricación de los de cinta suele emplearse magnesio, cerámica, aluminio, etc. Vamos ahora con lo que realmente importa: sus prestaciones. Los tweeters de cinta suelen tener una respuesta en frecuencia más amplia que los de cúpula (muchos son capaces de reproducir frecuencias de hasta 100 kHz), y los mejores, gracias a su ligereza, destacan por tener una dinámica abrumadora.
Los de cúpula mejor diseñados se acercan mucho al comportamiento pistónico perfecto, suelen tener una frecuencia de ruptura muy por encima de la capacidad del sistema auditivo humano (los de diamante suelen situarse alrededor de los 70 kHz) y suelen tener un nivel de detalle muy alto. ¿Cuál suena mejor? Sería una irresponsabilidad por mi parte optar por uno u otro de una forma tajante.
Antes de comprar solicita una audición
Conocer los detalles que os acabo de contar es interesante porque nos ayuda a entender en qué se diferencian y qué podemos esperar de ellos, pero, en la práctica, he escuchado tweeters de cúpula extraordinarios, y también transductores de cinta espectaculares. Lo que sí puedo hacer es deciros cuáles son los que, subjetivamente, a mí más me han gustado de todos los que he tenido la oportunidad de escuchar. Entre los de cúpula me quedaría con el modelo Esotar 2 de Dynaudio y el Revelator de Scan Speak, ambos con cúpula textil. Y mis tweeters de cinta favoritos son los de Monitor Audio, fabricados en una aleación de aluminio y magnesio revestida de cerámica, y, sobre todo, los de la danesa Raidho.
En cualquier caso, os aconsejo que, si tenéis la más mínima oportunidad, los escuchéis vosotros mismos y saquéis vuestras propias conclusiones. Todos sabemos que cualquier elección en materia de cajas acústicas es muy personal, por lo que es muy importante escuchar antes de comprar.
En Xataka Smart Home | Transgredir los principios establecidos a veces funciona... en materia de diseño de cajas acústicas
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