Se acerca el Black Friday 2021 y uno de los dispositivos que suelen ser muy demandados estas fechas son las barras de sonido, equipos que han ido poco apoco sustituyendo a los clásicos altavoces y amplificadores gracias a su formato más compacto y pensado específicamente para lograr un sonido de cine sin llenar de cables el salón.
A la hora de comprar una barra de sonido tenemos cientos de opciones disponibles en el mercado. Tantas que pueden llegar a abrumarnos con nombres, formatos, parámetros y características muy diversas que en ocasiones no hacen referencia a la calidad real del equipo y son pura estrategia publicitaria.
¿Estás pensando en adquirir una barra de sonido en las próximas semanas y no sabes muy bien en qué fijarte para hacer una compra que se adapte a tus necesidades y expectativas reales? A continuación te explicamos los aspectos clave más importantes que conviene tener en mente al elegir nuestra barra de sonido ideal.
Cantidad de altavoces integrados y potencia
Uno de los principales parámetros en los que podemos fijarnos para valorar las prestaciones de una barra de sonido es la cantidad (y calidad) de los altavoces o drivers que integra, así como su tamaño y potencia real que son capaces de ofrecer.
No hay una cifra que sea mejor que otra, pero a más drivers en general mejores prestaciones en cuanto a capacidad de entrega de presión sonora (de volumen) sin distorsionar, característica que va íntimamente ligada el tamaño de las membranas de los mismos.
El número de canales no tiene por qué coincidir con el número de drivers, ya que lo habitual es que para canal tengamos varios altavoces, por ejemplo varios woofers más un tweeter más un radiador pasivo para mejorar la respuesta en bajas frecuencias, etc. Para lo que sí nos servirá conocer el número de canales de la barra es para saber si serán capaces de ofrecer un sistema de sonido envolvente solvente.
Así, los modelos de tipo 2.1 o 3.1 estarán enfocados a mejorar la claridad de los diálogos y el sonido general de la tele, pero difícilmente serán capaces de ofrecer efectos surround convincentes en las películas. Para ello tendremos que recurrir a barras que cuenten con más canales adicionales situados tanto en las partes frontales como superiores o laterales.
Otro punto importante a tener en cuenta es el relacionado con la potencia que es capaz de proporcionar la barra. En su día hablamos sobre cómo valorar este aspecto en un amplificador, algo que podemos transportar directamente al mundo de las barras de sonido para no dejarnos abrumar por cifras estratosféricas de los fabricantes.
Así, al elegir una barra de sonido no es recomendable dejarnos llevar solo por el número de vatios promocionado en las especificaciones, ya que no será un indicador real de la calidad sonora que nos ofrecerá el modelo. Además, suele suceder que cuanto más baja es la gama de la barra, más altos y más publicidad se dan a estos valores con cifras de cientos de vatios para un modelo diminuto.
Si queremos hacernos una idea de la potencia real que nos ofrecerá el equipo podemos recurrir al truco de fijarnos en el consumo eléctrico de la barra. No es posible que un modelo con consumo eléctrico de 10 vatios nos proporcione 700 vatios reales de potencia sonora.
Conectividad inalámbrica y cableada
La cantidad y tipo de las conexiones en nuestra futura barra de sonido es también un aspecto muy importante y que nos permitirá, o no, poder utilizarla como deseemos tanto ahora como en el futuro con otros dispositivos que compremos dentro de unos años.
Los modelos actuales ofrecen como mínimo algún puerto óptico digital para conectarla a la tele y entradas analógicas de tipo RCA o jack de 3,5mm. Sin embargo, si queremos una barra a prueba de futuro nos convendrá adquirirla con puertos HDMI 2.0 o 2.1 (este último ideal para consolas de nueva generación y teles 8K).
Si queremos unificar el cableado en el mueble del salón, también es conveniente que nuestra barra tenga algún puerto HDMI compatible con ARC o mejor aún eARC, de este modo podremos eliminar el cable óptico y dejar al HDMI como centro neurológico de las conexiones entre la tele y la barra.
Si estamos pensando en poder reproducir contenidos directamente desde nuestro teléfono móvil o un PC portátil, también es recomendable contar con conectividad inalámbrica Bluetooth y si es posible con NFC para mejorar el emparejamiento.
Con o sin subwoofer externo
Una duda que suele ser habitual entre compradores primerizos es acerca de la necesidad de adquirir un modelo que venga con subwoofer externo aparte. En este artículo comentábamos sobre las ventajas e inconvenientes así como los casos de uso más recomendados, pero resumiremos a continuación algunos de los aspectos clave a valorar.
Contar con un buen subwoofer externo nos permitirá mejorar la respuesta en graves de la barra, pero esto no siempre ofrecerá una ventaja real, ya que en el caso de las barras de sonido estaremos limitados por las dimensiones de la misma y las posibilidades de colocación del subwoofer en la sala.
Podríamos pensar que el subwoofer se puede colocar en casi cualquier punto de la habitación, y en el caso de un sistema de sonido con altavoces grandes capaces de bajar en frecuencia así sería. Sin embargo, cuando hablamos de barras de sonido, debido al pequeño tamaño de los altavoces integrados, el subwoofer debe encargarse de la reproducción de una banda de frecuencias mucho más amplia de lo habitual que puede llegar hasta los 150 Hz, 200 Hz o en ocasiones incluso más.
Esto implica que el sonido emitido por el subwoofer es direccional, lo que significa que vamos a poder distinguir perfectamente de dónde procede. Así, si podemos ubicar el subwoofer junto a la barra a una distancia corta alrededor de 1-1,5 metros, la integración será buena y percibiremos el sonido global (barra más subwoofer) como un todo coherente.
De lo contrario, si no tenemos sitio cerca notaremos un desfase y una pérdida de realismo, ya que los medios y agudos parecerán proceder de un sitio y los graves de otro, algo que no puede solucionarse con ecualización ni corrección acústica. En estos casos donde no podamos colocar el subwoofer cerca de la barra, quizá nos convenga más un modelo que venga sin él integrado.
Los fabricantes nos dirán que tienen modelos con el "subwoofer integrado en la barra", una ligera exageración comercial que solo indica que traen esta función dentro de la barra utilizando algunos drivers especiales que no nos darán el mismo resultado que uno externo de mayores dimensiones, pero que pueden resultar en una opción aceptable cuando no hay más remedio.
Formatos de sonido soportados
Las barras de sonido modernas pueden ser auténticos centros de procesamiento sonoro capaces de decodificar y reproducir multitud de formatos de sonido digital que le entreguemos por sus entradas ópticas y HDMI.
Es conveniente valorar qué tipo de formatos y tipos de archivo vamos a necesitar, ya que la adición de algunos supondrá un encarecimiento en el precio de nuestra querida barra.
Por ejemplo, los modelos más básicos no son capaces de decodificar ningún formato por ellas solas y tendremos que dárselos ya preparados desde la tele. A partir de ahí iremos subiendo en prestaciones con equipos que pueden trabajar con Dolby Digital, DTS, sus versiones sin pérdidas, o incluso con los formatos basados en objetos Dolby Atmos y DTS:X.
Cada incremento en estas prestaciones supondrá una subida de precio que quizá nunca lleguemos a aprovechar. Por ejemplo, si no vamos a contratar un servicio de streaming compatible con Atmos o a conectar un reproductor Blu-ray a la barra, probablemente no necesitaremos un modelo compatible con este formato y podamos ahorrar unos eurillos.
También conviene fijarse en si el modelo que estamos pensando comprar cuenta con la opción de reproducir de forma directa archivos de música que le introduzcamos por ejemplo por un puerto USB o a través de la red local. En estos casos resulta útil conocer mirando en las especificaciones técnicas qué tipos de archivo en concreto es capaz de reconocer, no vaya a ser que en el que guardamos buena parte de nuestra música no sea compatible.
Funcionalidades y características extra
Para terminar de decidirnos a comprar un modelo concreto también conviene repasar las funcionalidades extra que nos ofrecerá nuestra futura barra. No son esenciales, pero sí pueden resultar útiles y ayudarnos a elegir nuestro modelo ideal.
Por ejemplo, podemos valorar que cuente con el tamaño y diseño apropiado para el salón, que venga o no con pletinas para colgarla de la pared en caso de que lo necesitemos, que cuente con un mando a distancia completo, que sea sencilla de manejar, que nos ofrezca posibilidad de ecualizar graves y agudos o que tenga distintos modos de audición especiales para resaltar las voces sobre el resto de efectos y música.
También son recomendables los modelos que tienen algún sistema de corrección acústica integrado y sobre todo los que permiten la ampliación futura añadiendo más altavoces inalámbricos al conjunto para mejorar los efectos de sonido envolvente. Suelen ser opciones más caras, pero quizá nos interese de cara al futuro por si queremos mejorar el rendimiento del equipo.
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